PROYECTO DE TP
Expediente 2508-D-2015
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA FOMENTAR LA MICROGENERACION DISTRIBUIDA DE ENERGIA RENOVABLE PARA GENERAR UNA PROGRESIVA AUTONOMIA ENERGETICA EN VIVIENDAS Y PYMES.
Fecha: 06/05/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 43
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el Poder
Ejecutivo, a través de la autoridad competente, implemente las medidas
tendientes a fomentar la Microgeneración Distribuida de Energía Renovable
para generar una progresiva autonomía energética en viviendas y Pymes.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Técnicamente, se entiende por
Microgeneración Distribuida de Energía Renovable a aquella que se puede
generar, utilizar y ceder al sistema un usuario particular o una empresa que se
encuentra en el extremo de la cadena energética de distribución. Una gran
represa hidráulica o un gran campo de generadores eólicos son una fuente
alternativa de energía, pero la clave de la generación distribuida es que cada
uno de los consumidores logre generar parte de la energía que consume.
Cuando se genera parte de la
energía y a la vez se tiene distribuido el consumo en franjas horarias más
adecuadas se está teniendo una actitud solidaria en lo que respecta al consumo
de energía. Las nuevas redes inteligentes que se utilizan en algunas ciudades
del mundo, facilitan una oferta amplia y autónoma para que cada hogar esté
abastecido de energía en función de la oferta disponible optimizando su
consumo. Es decir, se planifica el consumo en función de un cupo disponible del
usuario y de acuerdo a la disposición energética del momento.
Cuando se necesita energía extra
se puede encender un generador para satisfacer la demanda o se puede
aprovechar el viento o la luz solar para lo cual hay que tener pronósticos para
saber cuándo arrancar o parar una central eléctrica. En tal sentido, España
implementó franjas horarias para el consumo y la mayor disponibilidad
energética se produce cuando se dispone de mayor energía solar. A mayor
disponibilidad, el precio es más barato. Por ejemplo, algunos parques solares
acumulan energía para tener disponibilidad en la hora pico que es cuando
mejor se paga. Este tipo de políticas mejoran la matriz energética pero de
ninguna manera la reemplazan.
En Presidencia de la Plaza,
Provincia del Chaco, Argentina, el INTI cuenta con una planta demostrativa de
gasificación de madera que entregará 250 kilovatios de energía generados a
partir de los residuos de los 50 aserraderos y carpinterías de la zona. Este tipo
de proyectos es un ejemplo de generación distribuida de energías renovables y
se encuentra al final de la línea energética. Conceptualmente, este tipo de
emprendimientos no difieren de la responsabilidad que debe asumir el
consumidor y productor de su propia energía.
En la actualidad, el medidor es el
límite y la relación es unidireccional. Se recibe la energía que se consume y no
se devuelvo nada al sistema. En un futuro para poder implementar este tipo de
políticas el medidor tiene que cambiar porque no sólo va a medir energía
entregada a la red, sino también la energía que el usuario va a entregar a la
misma. Allí, se abre otra discusión que es en qué modo se le va a retribuir al
usuario la energía que produce.
En los países donde se promueve
la generación distribuida de energía se le paga hasta 5 veces el kW generado
por cada kW consumido. Este tipo de experiencias que se están llevando a cabo
en España, Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, necesita en nuestro país de
una política de promoción para llevarlo a cabo tal como impulsar el recambio de
medidores adecuados, redactar reglamentaciones y tener cuidado con los
balances de las redes. Por ejemplo, en California, Los Ángeles, Estados Unidos
utilizan un software preparado para administrar la generación distribuida de
energía y un usuario puede decidir a quién compra energía y evaluar en qué
momento va a tener una oferta que puede tomar al mejor valor de mercado.
Este desarrollo no solo es un avance tecnológico, también implica una evolución
cultural.
En Argentina, en líneas generales,
la red es de distribución y no de captación. La energía se genera y se destina a
los puntos de consumo. Si el consumidor genera parte de la energía para
autoconsumo, en algún momento puede entregar energía excedente a la red
que se paga y se distribuye al resto de los consumidores. Este comportamiento
responsable a bajo nivel no significa nada pero si se tuviese un sistema de
generación distribuida, la red debería adaptarse a tal situación.
Así, el consumo responsable podría
convertirse y crecer paulatinamente a medida que se vaya impulsando una
política de promoción de microgeneración distribuida. El 97 % de la población
argentina está conectada a una red con lo cual tenemos un muy bajo
porcentaje de población aislada. Una de las trabas que existían en Argentina
hasta el año 2003 para el desarrollo de las energías renovables era la
conformación de la red eléctrica. Se contaba una red troncal que contenía parte
de la Patagonia, se dirigía al centro de consumo de Buenos Aires y Córdoba y
se tomaba energía del norte y del este del país conformando un medio anillo
energético.
El reciente cierre del circuito de
interconexión a través de una línea de alta tensión de 500 kW favorece una
promisoria autogeneración. Efectivamente, en estas condiciones se puede
conectar cualquier punto del país, por ejemplo, que lo que se produce en San
Juan se vuelca al SADI (Sistema Argentino de Interconexión) y se puede
terminar en cualquier punto de conexión. El sistema es, por ejemplo, virtuoso
para cualquier generador de pequeña escala de energías renovables.
Las energías renovables y en
especial la generación distribuida, necesita de un cambio de paradigma donde
el consumidor es un actor principal frente a la disponibilidad energética. Se está
en primer plano generando parte de la energía y se tiene una responsabilidad
por ello. Esto es una política de Estado, entendiendo al Estado como la
participación de todos, ya que el consumo ilimitado no es sostenible en el
tiempo. Una de las barreras para la utilización de generación distribuida son las
tarifas subsidiadas. Se recibe una gran cantidad de energía por un bajo precio.
Pero si el costo fuera transparentado y le llegara al usuario el verdadero costo
de la energía, seguramente habría mucha gente que quedaría afuera del acceso
energético.
Ahora, si pensamos a la energía
como un derecho universal, el Estado en vez de subsidiar en forma monetaria,
podría subsidiar un equipo para que lo coloque y pueda generar parte de su
energía.
Tal como está la distribución energética en Argentina, se tienen centros de
producción y de consumos distanciados, y en el medio la gente que no tiene
acceso y está obligada a llevar sus emprendimientos y su industria a centros
donde pueda tener acceso a la energía que necesita.
Con una buena política de
promoción, se pueden fabricar pequeños generadores eólicos o una planta de
biocombustible o un gasificador que está al alcance del sector Pyme. Si en cada
techo hubiera un calefón o paneles solares o un generador eólico pequeño, que
se podría fabricar localmente, no dependeríamos de la fabricación china y se
promovería la generación de empleo. Para todo ello, es imprescindible la
generación de un mercado.
Con la generación distribuida las
Pymes ganan en soberanía energética. Incluso, muchas empresas podrían
generar energía con los residuos que producen lo que bajaría los costos de
disposición de residuos y reduciría el impacto ambiental.
Una forma para pagar es
direccionar los subsidios. Cada calefón solar instalado en el techo no implica
que solamente se subsidie una inversión inicial a un particular, sino que le
permite al Estado ahorrar un porcentaje de la energía que consume el país. La
forma de pagarlo es administrando los recursos disponibles y para ello se
podrían utilizar los planes de fomento.
Si comparamos los recursos que se
destinan para la producción energética en base a diésel o a microgeneración
distribuida, la ecuación se salda a favor de este último por una amortización
sustentable. Con una planificación a largo plazo la contribución de la
microgeneración distribuida de energía renovable puede alcanzar al 5%, 10
% e incluso llegar al 15 % de la energía renovable del país.
Por otro lado, hay que tener en
cuenta que no se puede desarrollar este tipo de industria de un día para otro. Si
se aprueba una ley donde se obligue a la utilización de calefones solares en
todos los hogares, los calefones serían indefectiblemente chinos. Es necesario
desarrollar la industria para que pueda proveer equipos con una calidad acorde
a las necesidades. Son procesos de cierto tiempo por eso es una política de
Estado que tiene que estar acordada.
Por las razones expuestas, señor
Presidente, y por considerar que la implementación de lo propuesto
precedentemente significará un adelanto en la estrategia de la política
energética argentina, solicito el acompañamiento de mis pares para la
aprobación de la presente iniciativa.
Firmante | Distrito | Bloque |
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VILARIÑO, JOSE ANTONIO | SALTA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ENERGIA Y COMBUSTIBLES (Primera Competencia) |