La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar su rechazo a la decisión del Estado de Israel de quitar todo tipo de contacto, colaboración y cooperación con el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas con motivo de la decisión de dicho órgano de crear una comisión investigadora independiente que estudie el impacto de los asentamientos judíos en los territorios de Cisjordania.

Señor presidente:

Recientemente los miembros de la Organización de las Naciones Unidas llevaron adelante un proceso amplio, profundo y consensuado de reforma del sistema orgánico de protección y promoción de los derechos humanos en el ámbito de las Naciones Unidas. De esta forma, en el año 2006, la por entonces Comisión de Derechos Humanos, que había desarrollado una misión importante en el pasado, pero que presentaba problemas de funcionamiento, eficacia y objetividad, pasó a convertirse en el Consejo de Derechos Humanos, órgano creado por la Asamblea General en forma unánime.

Desde entonces, Sr. Presidente, el Consejo de Derechos Humanos ha ido desarrollando una intensa labor de protección de derechos humanos en el planeta, demostrando una objetividad manifiesta a la hora de asumir los problemas que se han ido presentando. Así pues, el Consejo ha tratado la situación de derechos humanos en países poco desarrollados y con menos influencia política en el mundo y en las Naciones Unidas, como ciertos países africanos, africanos y del sudeste asiático, pero también ha actuado con firmeza frente a países con más relevancia en términos de poder en el mapa universal.

Y este es el caso de Israel. La situación de derechos humanos en este país y en los territorios ocupados ha sido y es de permanente atención por parte de los cuarenta y siete miembros del Consejo de Derechos Humanos, lo que ha motivado la implementación de distintos tipos de mecanismos. Existe por ejemplo un Relator Especial para la Situación de los Derechos Humanos en los territorios Palestinos Ocupados. El nuevo mecanismo del Sistema del Informe Universal también tiende a abordar estos problemas.

En esta ocasión, el Consejo de Derechos Humanos decidió crear un mecanismo ad hoc como es una Comisión de Investigación. Este mecanismo tiene un mandato acotado en términos sustantivos y debe presentar un informe sobre ello. En este caso, la situación atañe al impacto de los asentamientos de población israelí en Cisjordania, uno de los territorios ocupados por Israel.

Corresponde recordar que en el año 2009 el Consejo de Derechos Humanos también utilizó este tipo de mecanismo, la creación de una Comisión de Investigación, para evaluar el impacto sobre los derechos humanos originado por el conflicto en la franja de Gaza, otro de los territorios ocupados. Las conclusiones de esta comisión fueron que se habían cometido serias violaciones a los derechos humanos y al derechos internacional humanitario por parte de Israel en el contexto de las operaciones militares ocurridas en Gaza entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de Enero de 2009, y que ello podía constituir crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. El informe también concluyó que los grupos armados palestinos también habían cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Ahora nuevamente el Consejo de Derechos Humanos interpreta, en una decisión sin ningún voto en contra (36 votos a favor y 10 abstenciones) que el mecanismo de la Comisión Investigadora resulta ser el más conveniente para analizar la situación de derechos humanos en Cisjordania. El mejor escenario para que este tipo de comisión realice su tarea es mediante la cooperación de los países concernidos, en este caso Israel, habilitando la posibilidad de que la comisión visite el país y realice una misión con un razonable ámbito de autodeterminación.

Sin embargo, el 26 de marzo de 2012 el Gobierno de Israel tuvo una reacción por demás desmedida contra esta decisión, y resolvió atacar la creación de la comisión investigadora, definiendo desde ese momento todo quite de colaboración con la misma, incluyendo la prohibición de que pueda ingresar al territorio israelí, y al territorio de Cisjordania. Esta decisión del Gobierno de Israel de negar todo tipo de colaboración a la labor de esta comisión debe ser rechazada.

Pero lo que es más grave aún es que el Gobierno de Israel ha atacado al Consejo de Derechos Humanos en general, al órgano en sí mismo en su primordial función de promover y proteger los derechos humanos en el mundo, en una actitud que lo coloca en una situación de confrontación que se opone a los principios de cooperación y buen entendimiento que rigen en el ámbito de las Naciones Unidas. El Gobierno de Israel ha comunicado, además, que interrumpirá todo tipo de comunicación, incluso telefónica, con el Consejo de Derechos Humanos.

Nuestro país, Sr. Presidente, como integrante del Consejo de Derechos Humanos, no puede dejar de comprometerse nuevamente con las preciosas funciones de promoción y protección del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, y por tanto rechazar la decisión del Gobierno de Israel y repudiar los términos en que fue presentada.