PROYECTO DE TP
Expediente 2495-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO NACIONAL SOBRE LA UTILIZACION, AFECTACION Y/O DESTINO DE LOS FONDOS PROVENIENTES DE LA PERCEPCION DE DERECHOS DE EXPORTACION AL AGRO EN EL PERIODO 2003 - 2007.
Fecha: 21/05/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 49
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Solicitar al Poder Ejecutivo, para que a
través del organismo competente, informe:
1) Acerca de cuál fue la utilización,
afectación, y/o destino de los fondos provenientes de la percepción de derechos
de exportación al agro (retenciones), en el período 2003 - 2007.
Desagregue por: a) trimestre b) año, c)
provincia, d) jurisdicción y d) programa
2) ¿Cuál fue el monto total del
excedente por sobre lo presupuestado, y aprobado por el Congreso, en el periodo
2003 - 2007? Especifique destino, afectación y/o utilización de los fondos
recaudados en ese concepto.
Desagregue por: a) trimestre b) año, c)
provincia, d) jurisdicción y d) programa
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los derechos a las exportaciones a
ciertos sectores productivos, hoy mejor conocidos como retenciones, han sido una
herramienta utilizada a lo largo de nuestra historia por diversos gobiernos
nacionales. Luego de la crisis de 2001, el entonces presidente Eduardo Duhalde
las reestableció con el objetivo de aumentar la recaudación fiscal para hacer frente
a la deteriorada situación social de aquel momento. Desde entonces, las últimas
administraciones, de Néstor Kirchner y de la actual Presidenta Cristina Fernández
de Kirchner, mantuvieron y profundizaron esta política. Hoy las retenciones
vuelven al centro de la escena, constituyendo el núcleo del enfrentamiento entre
el campo y el gobierno.
En el 2007 se recaudaron
aproximadamente u$s 3.700 millones en concepto de derechos de exportación al
agro. Con el nuevo esquema de retenciones móviles implementado la recaudación
estimada para el año 2008 sería de u$s 10.200 millones, fondos que ahora dicen
se utilizarán para políticas distributivas.
A su vez, el año pasado, tal como
indican cifras oficiales, la Argentina mantuvo por quinto año consecutivo una tasa
de crecimiento promedio de alrededor del 8,8%, con un aumento del PBI del 31%
entre 2001 y 2007. Crecimiento que ha sido sistemáticamente subestimado en los
sucesivos presupuestos anuales que presenta el Ejecutivo, lo que le ha permitido,
junto con los superpoderes, a lo largo de toda su gestión reasignar arbitrariamente
las partidas presupuestarias resultantes de dicha subestimación.
Los números expuestos contrastan
notoriamente con el escaso avance en algunos indicadores sociales que
manifiestan que la redistribución de la riqueza continua siendo una cuenta
pendiente de este gobierno. "(...) La ausencia de políticas redistributivas explícitas
demuestra la vigencia de la creencia, fechada en los '90, en la teoría del derrame
social del crecimiento. El gobierno parece insistir en que al garantizar las
condiciones que permiten el crecimiento de la economía, ese crecimiento se
transformará en mayor empleo y esto, automáticamente, en mayores ingresos
para la población y en una mejor distribución del mismo. La evidencia demuestra
que este derrame, si se produce, es demasiado lento e incompleto. También
demuestra que los sectores sociales más postergados continúan siendo objeto
solamente de políticas focalizadas y clientelares, que profundizan la segmentación
de las coberturas sociales, y basan los beneficios en prebendas y no en la
generación de derechos económicos y sociales".
El escenario actual plantea una
Argentina donde el avance de la inflación amenaza con arrojar en situación de
pobreza a aproximadamente 6 millones de argentinos, casi el 16% de la población.
Se trata de la población cuyos ingresos superan el costo de la línea de pobreza
sólo por un 25% de su valor y, por tal motivo, se encuentran en riesgo de caer por
debajo de la misma.
A esta población vulnerable se le
suman aquellos que ya se encuentran por debajo de la línea de pobreza, que al
día de hoy representan el 30,3% de los argentinos según datos de las Direcciones
de Estadísticas provinciales. La tendencia descendiente del índice de pobreza que
se mantenía desde el 2003 fue quebrada este año como resultado del avance de
la inflación.
Durante el 2007, los precios de la
canasta básica aumentaron entre un 32% y un 40%, lo que significó que 1.3
millones de personas se sumergieran en la pobreza. Esto implica que al día de
hoy 11.8 millones de personas en todo el país se encuentran en situación de
pobreza. Se trata de un índice similar a los que en promedio encontrábamos en la
década del 90.
En cuanto al índice de indigencia
oficial, la última medición corresponde al primer trimestre de 2007 y establece el
mismo en 8,2%. Dato que indubitablemente contrasta con los índices reales.
Asimismo, teniendo en consideración el avance de la inflación podemos inferir, tal
como lo hace el Informe Anual del CELS, que la población pobre vulnerable a
ingresar en la indigencia es el 18,2%.
Por otra parte, es claro que las
desigualdades regionales persisten fuertemente. Del 10% de la población más
pobre, el 42,3% se concentra en el norte del país. De acuerdo a datos del INDEC,
el índice de indigencia a principios del 2007 alcanzaba el 12% y el de pobreza el
30% en las provincias del Noroeste.
A pesar del crecimiento económico, la
distribución del ingreso no mejora. El avance económico no se ha traducido en
una mayor participación de los asalariados en el ingreso. Tal como se plantea en
el Informe Anual 2008 "Derechos Humanos en la Argentina" realizado por el
CELS, la participación de los asalariados en el ingreso es del 28% para el 2007,
11 puntos inferior al porcentaje del año 2001. Es decir que, la participación de los
diferentes sectores en el ingreso muestra una tendencia regresiva; en otras
palabras, empeora.
La inflación, que el gobierno se niega a
reconocer y, por lo tanto, no combate, es la principal amenaza para los sectores
populares. Los hogares más vulnerables se ven golpeados con especial énfasis
por el incremento en el precio de los alimentos, debiendo destinar para los mismos
un mayor porcentaje de su ingreso. Al mismo tiempo, las presiones inflacionarias
licuan los salarios reales, consolidando la inequitativa distribución del ingreso
vigente en el país, donde la rentabilidad empresaria ha visto incrementada
significativamente su participación en el ingreso.
A todo esto se suma la escasa
influencia de los programas sociales implementados por el gobierno sobre el
índice real de pobreza e indigencia. Si nos remitimos a la información oficial, los
últimos datos disponibles provenientes del INDEC corresponden a 2006 y
establecen que el ingreso proveniente del Plan Jefas y Jefes de Hogar provocaba
una reducción absoluta de alrededor de 0,7% en la línea de indigencia y 0,3% en
la línea de pobreza.
La insignificante influencia denunciada
también es resultado de la caída del valor real del beneficio otorgado. El monto de
dichos programas, a pesar de la inflación, se mantiene sin modificaciones desde el
año 2002. Es difícil de comprender que un gobierno que sostiene discursivamente
la distribución de la riqueza, mantenga congelado el ingreso por planes sociales
de los desocupados a los que busca asistir, generando una brecha cada vez
mayor respecto al universo de los asalariados. El beneficio de $150 que otorga el
Plan Jefas y Jefes de Hogar cubriría solamente un 32% del costo de la canasta
básica de indigencia, de acuerdo a datos oficiales ($457.60 en el mes de abril). Si
se considera la canasta básica familiar, de acuerdo con los costos de la misma
que establece el INDEC ($987 para el mes de abril), el plan sólo cubre el 16%. En
cuanto al otro plan social que implica un alto porcentaje de recursos estatales, el
Plan Familias, el beneficio ronda entre $155 y $305 de acuerdo a la cantidad de
menores a cargo. En este caso, una familia compuesta por dos menores recibe
$185 que alcanzan a cubrir un 40% de la canasta oficial de indigencia y un 19% de
la canasta básica oficial. Es decir que, el monto correspondiente a los planes
sociales coloca a sus beneficiarios por debajo de la línea de pobreza.
Cabe aclarar que las
cifras mencionadas se basan en los cálculos oficiales del costo de la canasta
básica, fuertemente discutidos y que varían considerablemente de cálculos
alternativos que estiman que lo mínimo que una familia tipo necesitaría para no
cruzar la línea de pobreza es de $1.262 y la canasta básica de indigencia
es de $647, para el mes de abril. De más está agregar que la sistemática
manipulación de los índices se ha convertido a lo largo del último año en la
principal política oficial para "combatir" la pobreza. Este gobierno no puede tener
planificación económica y social ni política pública posible si desconoce la realidad
de su país y se basa en datos dibujados.
A partir de todas estas consideraciones
es evidente que es inconsistente en términos de política económica decir que vía
retenciones se garantiza la distribución de la riqueza. Un primer paso
indispensable para lograrla es una reforma real del sistema tributario, que hoy
continúa siendo regresivo, y no con una política de gobierno que esconde y
emparcha el problema inflacionario perpetuando la intervención del INDEC sin
enfrentarse a los oligopolios formadores de precios, ni con políticas asistenciales
focalizadas y prebendarias.
El ciclo económico de crecimiento que
se registra a partir de 2003, junto con el aumento de la recaudación y el superávit
fiscal, fueron factores que plantearon las condiciones propicias para una real
inclusión de todos y todas los argentinos. Es responsabilidad de este gobierno
haber dejado pasar esta oportunidad histórica al no aplicar políticas económicas y
sociales redistributivas que hiciesen efectiva la inclusión social.
Es por las razones expuestas que
solicitamos a las/os señoras/es diputadas/os, que nos acompañen en este
proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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REYES, MARIA FERNANDA | CIUDAD de BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
GIL LOZANO, CLAUDIA FERNANDA | CIUDAD de BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
FLORES, HECTOR | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
GARCIA, SUSANA ROSA | SANTA FE | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
CARCA, ELISA BEATRIZ | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
PEREZ, ADRIAN | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
SANCHEZ, FERNANDO | CIUDAD de BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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PRESUPUESTO Y HACIENDA (Primera Competencia) |