PROYECTO DE TP
Expediente 2449-D-2008
Sumario: RENDIR HOMENAJE A ALFREDO BRAVO, MAESTRO Y DEFENSOR DE LOS DERECHOS HUMANOS, LA DEMOCRACIA Y LA JUSTICIA, EN EL QUINTO ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO.
Fecha: 20/05/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 48
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Rendir homenaje a Alfredo Bravo, maestro y
defensor inclaudicable de los derechos humanos, la democracia y la justicia, en el quinto
aniversario de su fallecimiento.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Alfredo Pedro Bravo nació en
Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos, el 30 de abril de 1925 y siendo niño llegó
a Buenos Aires, instalándose en el barrio de Villa Urquiza. A los 17 años se afilió al Partido
Socialista y a los 18 se inició en la docencia como maestro rural en una escuela pequeña
en el Chaco santafecino.
De regreso a Buenos Aires, el 11 de
septiembre de 1973, este simple maestro de grado, que sin descanso transitaba del aula a
las reuniones gremiales y de allí nuevamente a las aulas, coparticipó de la fundación de la
Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), una de
las conquistas más preciadas de los educadores argentinos, quienes ya desde comienzos
del siglo XX venían batallando a favor de la unidad sindical del magisterio, la defensa de la
educación pública y mejoras en las condiciones laborales y salariales docentes.
Su compromiso docente, su
dedicación al trabajo pedagógico y sus ideales a favor de una sociedad más justa y
solidaria, iban a convertirlo en miembro de la mesa ejecutiva de la flamante CTERA.
Hacia fines de 1975, la gravedad de
la situación política y social en Argentina era por demás evidente. La Triple A y otros
grupos parapoliciales y paramilitares, comenzaron acciones que resultaron precursoras de
la represión que se desataría poco después con el golpe de Estado del 24 de marzo de
1976.
Fue en aquellos momentos de violencia
inusitada que Alfredo Bravo y un pequeño grupo de personas de distintas vertientes
ideológico - políticas dieron vida a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
(APDH). Desde ese ámbito, el maestro Bravo atacó la violencia gubernamental y el
oscurantismo ideológico que la sustentaba.
Unos meses después sobrevino el
trágico golpe militar que dio origen a la noche más larga y dramática de nuestra historia.
La dictadura militar (1976-1983) produjo decenas de miles de muertos, desaparecidos,
presos políticos y exiliados. La figura del desaparecido pasó a ocupar un lugar siniestro en
el imaginario cultural de los argentinos. A la vez, el proceso de reorganización nacional,
consideró a la educación como un campo fértil en el que habían madurado las "nuevas
ideas". En consecuencia, se propuso arrasar con toda expresión cultural alternativa, y en
buena medida, lo logró: se intervinieron las universidades, se quemaron libros, se
censuraron autores, los intelectuales fueron perseguidos, se criminalizó la disidencia, y los
educadores comprometidos con la educación pública, popular y la igualdad de
oportunidades y posibilidades, fueron desaparecidos.
En este cruento escenario histórico,
Alfredo Bravo fue secuestrado por un grupo de tareas, el 8 de septiembre de 1977,
mientras daba clases en una escuela para adultos. Permaneció desaparecido hasta el 20 de
septiembre y recién fue liberado dos años después, en 1979. Torturado brutalmente
durante su cautiverio, Bravo sostuvo dignamente su condición de militante solidario: jamás
delató a nadie ni dio información respecto de las organizaciones en las que
participaba.
Reinstaurada la democracia en
diciembre de 1983, fue designado por el gobierno constitucional, Subsecretario de la
Actividad Profesional Docente del Ministerio de Educación. Al asumir su nuevo cargo,
renunció como Secretario General de la CTERA.
Aquella fue, sin duda, una época en
que la sociedad argentina vivió dos procesos políticos de signo contrario, que contenían
mensajes pedagógicos trascendentes para el presente y el futuro: por un lado, el juicio a
los militares comprometidos con la represión ilegal y, por el otro, las leyes de obediencia
debida y punto final. Los juicios fueron la expresión ético-humanista instalada en la cultura
argentina; mientras que las leyes de obediencia debida y punto final que perdonaron el
crimen de Estado expresaron la debilidad de la clase política democrática.
Frente a tamaño retroceso, frente a la
expiración de toda voluntad de justicia, Alfredo Bravo renunció a su cargo en el Ministerio
de Educación de la Nación.
Su figura se agigantaba y a su
inclaudicable valor moral, se añadió a partir de entonces una decidida actividad política
que se vio coronada en 1991, cuando fue elegido Diputado Nacional. En 1995 fue reelecto
y cuatro años más tarde regresó al recinto de la Cámara de Diputados encabezando la
boleta de la Alianza Frente País Solidario.
De su labor legislativa quedan
innumerables proyectos como el de Ley General de Educación, con el que confrontó con la
Ley Federal de Educación y la que crea un régimen de planificación familiar en torno a la
procreación responsable. Promovió preservar el Banco Hipotecario como entidad oficial
destinada a financiar la construcción de viviendas populares; el proyecto de ley sobre libre
acceso a la Información existente en los archivos gubernamentales; de responsabilidad del
dirigente deportivo; de libertad sindical; declarando nulas las leyes de Punto Final y
Obediencia Debida; como asimismo su prédica incesante para que el Poder Legislativo
asumiese el tema de la deuda externa y determinara el componente fraudulento de la
misma.
Murió el 26 de mayo de 2003, ejerciendo su
mandato como Diputado Nacional y sin haberse podido sentar en la banca de senador por
la Capital Federal, que legítimamente obtuvo en los comicios de octubre de 2001. Sin
embargo, como Presidente del Partido Socialista y como candidato a Presidente de la
Nación, durante sus últimos meses de vida recorrió el país, llevando su ejemplo, su
conducta intachable y su compromiso histórico con la defensa de las libertades políticas y
la justicia social.
En este sentido este homenaje se propone
recuperar la impecable trayectoria de un hombre de la democracia, un educador libertario,
un emancipador de vidas y de conciencias, un hombre honesto que amó la vida y bregó
por defenderla.
Fue un extraordinario luchador y
garante de la educación pública, laica, popular y universal; un socialista convencido de la
urgente necesidad de articular ideas, construir espacios de mayor participación
democrática y de consensuar las diferencias. Fue un militante sindical democrático,
honesto, transparente; un trabajador sin privilegios y un defensor inclaudicable de los
derechos humanos.
Su conducta de vida, sus pasiones y
sus sueños alientan este sentido homenaje y por eso es que solicitamos la aprobación del
presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
SESMA, LAURA JUDITH | CORDOBA | PARTIDO SOCIALISTA |
GEREZ, ELDA RAMONA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
ZANCADA, PABLO V. | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
AUGSBURGER, SILVIA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | MOCION SOBRE TABLAS (PLAN DE LABOR) (AFIRMATIVA) | 21/05/2008 | |
Diputados | CONSIDERACION Y APROBACION | 21/05/2008 | APROBADO |