La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de la autoridad correspondiente, se sirva informar sobre los siguientes puntos:

1. Cuándo concluyó el procedimiento de revisión de la medida aplicada mediante Resolución Nº 255/2001 del ex Ministerio de Economía a las operaciones de importación de aceite de oliva, envasado y a granel, originario de la Unión Europea, tal como se dispuso por Resolución Nº 90/2003 del Ministerio de Economía y Producción.

2. Qué procedimientos comerciales a futuro surgen de los resultados de la mencionada revisión.

3. Si, en el caso de no renovar el arancelamiento a la importación de aceite de oliva proveniente de la Comunidad Económica Europea, la autoridad nacional responsable ha contemplado las consecuencias socioeconómicas de dicha medida.

4. Qué razones justifican la eliminación, sobre productos equivalentes, de los aranceles de importación compensatorios.

Señor presidente:

Desde el año 2000 rige en nuestro país un arancel compensatorio consistente en el cobro de U$S 1 por cada kilo de aceite o aceituna que ingresa al territorio nacional. Dicho mecanismo estaba dirigido a proteger la agroindustria generada por el olivo, frente a los subsidios con que la Unión Europea (UE) beneficia a su sector equivalente, en alrededor de € 800 por tonelada. Dicho arancel también gravaba el ingreso de duraznos griegos y del gluten de trigo.

Nuevamente reverdecen las permanentes y arduas gestiones vinculadas a las políticas proteccionistas de los países desarrollados, frente al desarticulado mercado de las economías regionales emergentes.

A partir del 1º de julio próximo, la desacertada liberación de los costos de ingreso de los productos olivícolas europeos complicará el panorama económico-financiero de cientos de emprendimientos del sector productivo argentino afín. Esta situación puede revertirse con sólidas medidas políticas que garanticen el crecimiento, la subsistencia y rentabilidad de las empresas que les permitan preservar el capital invertido y el trabajo generado.

Como quinto productor mundial, Argentina necesita planificar el tema de la comercialización a partir de la diferenciación de la producción local respecto del resto de los países productores. Por otra parte, el oportuno avance del programa "Denominación de Origen de Aceite de Oliva", tuvo por premisa situar a la Provincia de Catamarca como la primera productora olivícola nacional, obteniendo así una de las herramientas legales imprescindibles para distinguir a la zona y competir en los mercados internacionales, procurando que los consumidores de todo el mundo identifiquen no sólo un aceite de muy buena calidad (extra virgen), sino que conozcan la zona geográfica que lo produce.

En tal sentido, Catamarca, junto a La Rioja, es la mayor productora nacional, con 48 millones de kilos de variedades aceiteras, contando en la actualidad con 1.600 hectáreas (has) en producción de las cuales 1.157 has pertenecen al sector de productores tradicionales. La superficie plantada que aún no se encuentra en producción asciende aproximadamente a 11.500 has.

En el mediano plazo, la provincia reunirá más de 30 mil has cultivadas dados los proyectos aprobados y en ejecución, lo que implica que esta provincia se consolidará como la principal productora de materias primas del olivo.

Como puede observarse, la mayoría de los proyectos y esfuerzos emprendidos tiene como finalidad aumentar la producción olivícola catamarqueña, siendo necesario para ello planificar el tema de la comercialización a partir de la diferenciación de esta producción regional argentina respecto del resto de los países productores.

Otro punto importante a tener en cuenta es la gran cantidad de mano de obra requerida para la cosecha, ya que en condiciones normales un operario cosecha 250 kg de aceituna por jornal, estimando un rendimiento de 10 ton por ha, se necesitarán 40 jornales por ha. Para unas 12.000 has plantadas se requerirían 480.000 jornales.

Un problema adicional, y no menor, es la logística de distribución de la materia prima, ya que para obtener un buen aceite debe procesarse a menos de 24 horas de cosechada, lo que implica pensar en la necesidad de una estrategia de cosecha e industrialización en la región. La instalación de 20 fábricas con capitales genuinos revela el interés suscitado y la oportunidad de un prometedor progreso local.

En tal sentido, si se habilita el ingreso libre de productos olivícolas europeos, se estarán sacrificando no solo un polo de desarrollo productivo, sino también empleos directos y aquéllos que se crean por la actividad de empresas contratistas encargadas de construir la infraestructura inicial de cada proyecto como galpones, depósitos, casas, caminos, desmontes, emparejamientos, estudios, perforaciones y otros. A ello debe agregarse la generación de mano de obra indirecta generada por el desarrollo de los servicios de apoyo a las actividades productivas, tales como maquinarias agrícolas, bancos, concesionarias de automóviles, estudios profesionales, etc.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y en apoyo a la producción olivícola nacional, destinada a lograr un producto regional de excelencia que genere desarrollo y crecimiento a nuestro noroeste argentino, solicito a mis pares el tratamiento y aprobación del presente pedido de informes.