La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

"Expresar su más enérgico repudio a los hechos de violencia y muertes producidos en Venezuela por manifestantes opositores que desconocen la voluntad del pueblo venezolano de consagrar a Nicolás Maduro como presidente electo democráticamente"

Señor presidente:

En los días posteriores a las elecciones presidenciales de Venezuela, en donde el pueblo de ese país eligió democráticamente a Nicolás Maduro como su nuevo presidente, se dieron hechos de violencia por parte de manifestantes opositores que dejaron el saldo de siete personas muertas, además de otros tantos heridos y destrozos de edificios públicos.

Las manifestaciones fueron convocadas por el candidato opositor derrotado en las urnas, Henrique Capriles Radonski, quien no aceptó la voluntad popular, en una clara actitud antidemocrática que ya había demostrado años atrás al participar activamente en el intento de golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez en el año 2002.

Nuestro país viene teniendo un rol sumamente importante en el sostenimiento de los procesos democráticos de la región y es por eso que esta Cámara de Diputados debería acompañar esa labor repudiando acciones antidemocráticas como las que ocurrieron en Venezuela.

No puede pasarse por alto el grado de legitimidad mundial que tiene el sistema electoral venezolano. Los comicios son supervisados por representantes de diversos organismos internacionales que han elogiado la efectividad y transparencia de los mismos. De hecho, la elección de Maduro como nuevo presidente fue respaldada por la UNASUR y la OEA, además de numerosos países.

También es importante destacar la actitud profundamente democrática que tuvo el presidente Chávez cuando le tocó perder la elección del año 2007 en el referéndum por la reforma constitucional, al admitir inmediatamente el resultado de las urnas, que fue del 50.7% por el NO contra el 49.2% que había votado por el SI a la reforma que proponía Chávez.

Es decir, que estamos hablando de un movimiento (el MSUV) que siempre se ha mostrado respetuoso de la voluntad popular, aún en la derrota por la mínima diferencia, y de otro, actualmente liderado por Capriles, que no sólo avaló y participó en el golpe de estado del 2002, sino que ahora se rehúsa a aceptar la voluntad del pueblo y lleva hasta la muerte a siete de sus conciudadanos en su afán desesperado de derrocar al actual gobierno.

Esta Cámara de Diputados, como defensora de las instituciones democráticas del país y de toda la región, tiene la obligación moral y cívica de repudiar los hechos violentos acontecidos, así como también exigirle a la oposición venezolana y a los estados que aún se rehúsan a admitir la elección soberana del pueblo venezolano a que cesen con la violencia y que canalicen sus acciones políticas respetando las instituciones democráticas.

Es por las razones expuestas es que les pido a mis colegas diputados que me acompañen con este proyecto de resolución.