El Senado y Cámara de Diputados...

TRANSFERENCIA A LA CIUDAD DE CÓRDOBA DE LA ESTACIÓN DEL EX FERROCARRIL BELGRANO SITUADA EN EL BARRIO DE ALTA CÓRDOBA.

ARTÍCULO 1°.- Transfiérese a la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba, Provincia de Córdoba, en carácter de donación y con destino a la puesta en Valor de la Estación de Trenes del ex ferrocarril General Belgrano y la intervención urbanística integral sobre su predio adyacente, el dominio de un terreno de 772,43 metros de largo por 247 metros de ancho con todo lo allí edificado, clavado y plantado, ubicado en el seno del Barrio Alta Córdoba de aquella Ciudad, identificado por la Nomenclatura Catastral 03/15/017/001, con una superficie total de 199.363,73 m2 y superficie cubierta total de 43.294 m2, limitado por las Calles Jerónimo Cortés al Norte, Lavalleja al Oeste, Jerónimo Luis de Cabrera al Sur y Senador Regino Maders - Av. Juan B. Justo al Este, perteneciente al ex Ferrocarril General Belgrano (Estación Alta Córdoba) y actualmente administrado por el Organismo Nacional de Administración de Bienes (ONABE), creado por Decreto 443 del 1º de Junio de 2000. Se adjunta como Anexo I la planimetría del catastro parcelario correspondiente al inmueble transferido.

ARTÍCULO 2°.- Otórguese la posesión del lote individualizado en el artículo anterior a la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba, quien deberá recibirlo dentro de los diez días de promulgada la presente ley. La escritura traslativa de dominio se extenderá dentro de los 180 días de la misma promulgación.

ARTÍCULO 3°.- La Municipalidad de la Ciudad de Córdoba deberá mantener el predio otorgado en condiciones de circulación de material rodante conforme lo disponga la Secretaría de Transportes de la Nación.

ARTÍCULO 4°.- En el caso que el Gobierno Nacional dispusiera la rehabilitación del servicio de pasajeros en el ramal ferroviario comprendido dentro del predio transferido en el artículo 1°, la Municipalidad de Córdoba deberá acondicionar parte del edificio correspondiente a la Estación de Trenes de Alta Córdoba, donada junto con el lote individualizado supra, para la recepción y partida de pasajeros.

ARTÍCULO 5°.- La Municipalidad de Córdoba no podrá demoler el edificio de la Estación de Trenes de Alta Córdoba.

ARTÍCULO 6°.- La Municipalidad de Córdoba deberá cumplir con lo dispuesto en los artículos 1° ab initio, 3°, 4° y 5° de la presente, bajo condición resolutoria de la transferencia dispuesta en el artículo 1º.

ARTÍCULO 7°.- De forma.

ANEXO I

FUNDAMENTOS

Señor presidente:

La historia de la Estación del Ferrocarril Belgrano ubicada en el barrio de Alta Córdoba de la Ciudad de Córdoba no puede ser más ominosa desde el punto de vista urbanístico. Desde que el ferrocarril de pasajeros dejó de circular por aquél ramal (hace ya más de 20 años) el edificio de la Estación Alta Córdoba no ha dejado de deteriorarse, con un enorme impacto negativo sobre la fisonomía y la calidad de vida de aquél tan emblemático sector de la Ciudad.

"Por lo menos la mitad de las más de 350 hectáreas de terrenos que abarca la trama ferroviaria en la ciudad de Córdoba registra desde hace mucho tiempo un notable estado de abandono, con grandes espacios convertidos en verdaderos basurales. En la ciudad capital hay 108 kilómetros de vías", consigna una publicación especializada en temas ferroviarios. Sin embargo, estas estimaciones no incluyen las grandes superficies que ocupan las viejas -y a veces en desuso- estaciones de trenes y playas de maniobras, ni los sectores destinados a la reparación de los coches, que a pesar de no estar mensuradas incrementan notablemente el número de terrenos librados a su suerte.

El problema radica en que, desde que el gobierno nacional se desentendió de aquellos ramales que no pudo entregar a manos privadas, las tierras nacionales vinculadas a los recorridos que antes hacían los trenes fueron literalmente abandonadas, convertidas en grandes baldíos o basurales al aire libre, cuando no ocupadas por familias sin viviendas. Según los últimos datos registrados en la ciudad de Córdoba hay 67 hectáreas de tierras nacionales ocupadas por más de 3.400 familias que viven en villas de emergencia, aunque en este registro no sólo se incluyen los predios de los ferrocarriles. A estas residencias permanentes en continuo aumento se suman las ocupaciones temporales o no registradas oficialmente. Los vecinos de barrio Alta Córdoba recuerdan que hace un par de años un grupo de santafesinos, tucumanos y salteños llegó a esta ciudad y se quedó a vivir un tiempo en la estación Alta Córdoba del ex Ferrocarril General Belgrano.

Algunos de los tramos de las dos líneas ferroviarias que pasan por la ciudad (el ex Mitre y el Belgrano) fueron concesionadas. Las superficies que no aceptaron las concesionarias fueron "devueltas" a la repartición nacional, que se desentendió de ellas hasta la llegada del Presidente Kirchner quién, como se sabe, se encuentre empeñado en recuperar la infraestructura ferroviaria en todo el país.

Actualmente la estación Alta Córdoba es el punto de partida y llegada de trenes de carga, que usan los ramales que van hacia el norte y al este. La ex Línea General Mitre está concesionada a Nuevo Central Argentino (NCA) y esta empresa tiene como punto de partida y llegada de sus operaciones la estación Ferreyra, desde la cual se comunica con La Calera y Malagueño para transportar cal, o con la zona del sur de la provincia.

Es sabido que, fuera del necesario mantenimiento que las empresas concesionarias pueden hacer a lo largo de los recorridos que usan, las intervenciones nacionales en los predios ferroviarios fueron prácticamente inexistentes en los pasados 15 años. La Ley N° 24.146 prevé que por un valor de hasta $300 mil la Nación puede transferir a los estados provinciales o municipales sin nada a cambio. Precisamente, es a esta ley a la que ha solido recurrir la Municipalidad de Córdoba cuando construyera, en su momento, parques o ciclovías. Esta es una de las pocas maneras en las que actualmente se limpian o cuidan algunos predios ferroviarios que hay dentro de la ciudad. Hacia el año 2001, el municipio intentó que la Nación aceptase transferir esos terrenos por la vía de exigir el pago de impuestos de esos predios abandonados. El intento no tuvo éxito.

Es precisamente dentro de esta categoría de "bienes abandonados" (res derelicta) donde puede encuadrarse la situación de la Estación Alta Córdoba, cuya transferencia propiciamos. La situación no puede ser peor: en sus inmediaciones ha aumentado radicalmente el cirujeo, el vandalismo y la suciedad, verificándose la tendencia a la instalación de "okupas" en los importantes edificios que componen el cuadro de la Estación. Esto ha obligado a tapiar muchas de sus aberturas, cegando sus vistas y ratificando simbólicamente el estado de abandono al cual ha sido entregada.

La recuperación de esta Estación es ya una causa popular en el Barrio de Alta Córdoba. Existe un verdadero clamor por parte de los vecinos para que su vieja estación vuelva a lucir con la dignidad de otrora. Sólo esperan que la Municipalidad logre establecer un marco jurídico apropiado para que se de inicio a las tareas de recuperación del predio y puesta en valor de los edificios que jalonan su superficie.

El patrimonio arquitectónico a recuperar en esta Estación es realmente significativo. Unido a su elegante estructura, el edificio cuenta con pisos de parquet en algunas de sus áreas y dispone de los baños e instalaciones sanitarias que son necesarios para su uso colectivo, constando su planta de 200 metros de frente por 20 de fondo: un verdadero ícono urbano de la Ciudad toda y del Barrio de Alta Córdoba en particular. Tal es así que el plano originario de loteo de este barrio muestra una traza cuadricular, desarrollada en dos direcciones: (a) este-oeste y paralela a la estación del ferrocarril General Belgrano, sobre Jerónimo Luis de Cabrera, y (b) otra norte-sur que terminara proyectando el desarrollo del corredor Fragueiro y Juan B. Justo. Sobre estas arterias claves, Alta Córdoba construyó el núcleo de su centro comercial, lo suficientemente variado y competitivo como para que sus habitantes pudieran desarrollar su vida social y comercial sin necesidad de recurrir al Centro histórico de la Ciudad.

La necesidad de recuperación de la Estación Alta Córdoba no es un hecho nuevo. En los últimos años, han existido una pléyade de iniciativas tendientes a generar una utilización sustentable de sus instalaciones para reinsertar este predio en la vida normal de la ciudad. Así, se intentó desde la Municipalidad de Córdoba avanzar con variados proyectos para revitalizar el área. En un momento, se pensó en trasladar en Concejo Deliberante de la Ciudad (un nómada sempiterno en la geografía urbana) a estas instalaciones, se consideró la creación de una terminal de ómnibus que operara como un "hub urbano" para los pasajeros provenientes del norte argentino y provincial y hasta se firmó un convenio con la Unión de Marionetistas de Córdoba (UniMa) a los efectos de recuperar el ala izquierda de la Estación Manuel Belgrano e instalar allí la futura Casa del Títere. Ninguno de estos proyectos pudo llevarse a cabo.

Inclusive la Municipalidad de Córdoba logró firmar un comodato por 10 años con el ONABE para la utilización de la Estación Belgrano. Sin embargo, y a tenor de las significativas inversiones a realizarse en sus instalaciones, el plazo concedido es exiguo y no justifica el desembolso de cuantiosos recursos para la recuperación urbana de este edificio.

La única salida a este problema de la Ciudad de Córdoba es una Ley que transfiera el dominio de todo el predio ocupado por la Estación Belgrano. No hay otra alternativa. Todo lo demás ya fue intentado, con el único resultado a la vista: una burocracia insensible y lejana que no advierte el deterioro brutal de un sector tradicional y consolidado de la geografía urbana de la capital cordobesa a raíz de la decadencia y agonía de este edificio y sus terrenos adyacentes. El entorno político para la transferencia que impulsamos no podría ser mejor: el presidente de la Nación y sus funcionarios se encuentran abocados a recuperar la infraestructura ferroviaria con racionalidad y profundo sentido de integración federal.

Pero no estamos hablando tan sólo de una operación de integración e ingeniería urbana - tan necesarias como imprescindibles en el área de la vieja Estación, sino de una inversión que generaría fuerte externalidades positivas para el Barrio de Alta Córdoba y un importante crecimiento del patrimonio municipal.

Simplemente a efectos ilustrativos (y tomando precios de mercado al momento de fundamentar la presente) presentamos la siguiente tabla, en donde puede apreciarse el valor económico que, tanto para el dominio público municipal como para los vecinos del sector, generaría una intervención urbana de gran escala sobre este predio hoy abandonado:

Esto equivale a decir que, tras la intervención urbana que seguramente tendría lugar tras la traslación del dominio de este predio desde la Nación al Municipio cordobés, se generaría una revalorización del sector de más $50.000.000, esto en un cálculo absolutamente conservador y sin considerar otro tipo de externalidades, tales como el bienestar de los vecinos, el gozo estético, la seguridad, limpieza y el movimiento comercial, cultural y administrativo que la puesta en valor de la vieja Estación de trenes generaría.

Sólo a efectos didácticos, adjuntamos un breve boceto sobre cómo podría lucir este inmueble tras una intervención arquitectónica y recuperación urbana del predio:

El proyecto de Ley que presentamos intentan poner fin a una verdadera situación de injusticia urbana. La vieja estación Alta Córdoba (un edificio noble, de la mejor tradición arquitectónica) se encuentra literalmente abandonada por la Nación (su propietaria legal) dentro de una Ciudad que clama por su puesta en valor e inserción urbana. Pero nadie llevará a cabo las inversiones necesarias para su recuperación si la propiedad de la tierra no le pertenece. Mucho menos el municipio de Córdoba, que posee demandas permanentes que hacen al transporte, la salud y los servicios públicos más elementales. Es necesario tomar cartas en el asunto y transferir el dominio de todo el predio. Sabemos que el ONABE, en manos de sus actuales autoridades, se encontrará conteste para con esta sugerencia del Poder Legislativo.

Nuestro proyecto, sin embargo, no implica tan sólo una transferencia. Tiene tres condiciones resolutivas: la primera, que esta cesión se realiza "con destino a la puesta en Valor de la Estación de Trenes del ex ferrocarril General Belgrano y la intervención urbanística integral sobre su predio adyacente" (artículo 1°); la segunda, que "(l)a Municipalidad de Córdoba deberá mantener el predio otorgado en condiciones de circulación de material rodante conforme lo disponga la Secretaría de Transportes de la Nación" (artículo 3°); y la tercera, que "(e)n el caso que el Gobierno Nacional dispusiera la rehabilitación del servicio de pasajeros (...) la Municipalidad de Córdoba deberá acondicionar parte de la Estación de Trenes de Alta Córdoba (...) para la recepción y partida de pasajeros".

Estas condiciones se autosatisfacen, pero es menester precisar el porqué de las mismas. En primer lugar, queremos que la transferencia de la Estación Alta Córdoba sea destinada a la integración urbana y la puesta en valor del patrimonio arquitectónico. El predio no debería ser objeto de un negocio inmobiliario, sino la gestación de un nuevo referente espacial y urbanístico en la Ciudad de Córdoba; en segundo lugar, debe contemplarse que, aunque es probable que nunca más se verifique tráfico alguno de pasajeros en dicha estación, la Municipalidad debería prever esta circunstancia si esta volviera a producirse; finalmente, no debe soslayarse que el Ferrocarril de Cargas continúa operando en tal predio, por lo que una parte del mismo debe mantenerse apto para la circulación y pernocte del material rodante.

Como reaseguro para el interés general que esta donación no será utilizada para fines distintos de los que los cordobeses desean, se dispone que "(l)a Municipalidad de Córdoba no podrá demoler el edificio de la Estación de Trenes de Alta Córdoba" (artículo 4°).

Señor Presidente, es menester que, en nuestro carácter de representantes del pueblo, obremos en consecuencia. La nación se encuentra empeñada en recuperar la infraestructura y capacidades ferroviarias para la Nación toda. La Ciudad de Córdoba debería, en este punto, tomar el toro por las astas y recuperar este valioso patrimonio para el uso y goce de todos los cordobeses. El único lujo que no podemos darnos es demorar más esta decisión aguardando a milagrosas inversiones que nunca aparecen. La única manera de poner en valor este predio, de embellecerlo y de ponerlo a disposición de la dinámica urbana de la segunda ciudad de la República es donarlo a la Ciudad de Córdoba, para que los responsables de su recuperación y cuidado se encuentren próximos a los vecinos de aquella ciudad.

Por lo expuesto es que rogamos a nuestros pares que nos acompañen en la sanción del presente proyecto de Ley.