La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más profunda preocupación por le proyecto que, desde la Municipalidad de Concepción del Uruguay, se está llevando a cabo con los chicos "que pasan mucha horas en la calle", según lo publicado por el Diario La Calle, el día 1º de febrero en su página 4, y que está destinado a convertir a los niños en trabajadores, contrariando los principios constitucionales de los Derechos del Niño.

Señor presidente:

No podemos, y menos desde el Estado, permitir este tipo de prácticas, no solo lo prohíben la Convención para los Derechos del Niño, parte integrante de nuestra Constitución a partir de la reforma de 1994, también las resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo lo condenan, cuando exceden los límites que fija, en nuestro país la Ley 20.744, de Contrato de Trabajo.

En 1999, El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan propuso la idea de lanzar un Pacto Global entre la O.N.U. y el empresariado mundial con el objetivo de salvaguardar un crecimiento económico duradero en el contexto de la globalización, mediante la promoción de un conjunto de valores universales que son considerados fundamentales para satisfacer las necesidades de la población mundial. Estos valores se dividen en 4 grandes áreas: Derechos Humanos, Ámbito Laboral, Medio Ambiente y Anticorrupción.

En el Ámbito Laboral el Principio Nº 5 las empresas argentinas que han firmado el Pacto Global, se comprometen a Abolir cualquier forma de trabajo infantil.

Coincidimos, todos, en que el lugar de los chicos no es la calle, pero tampoco lo es el trabajo, sino que es principalmente la escuela junto con el esparcimiento y el deporte, dentro del seno de la familia y el hogar, y el abordaje que el trabajo social debe realizar es integral y abarcar a todo el núcleo familiar.

Tenemos que realizar una ingeniería que integre todos los sectores del Estado para este trabajo, no hay acaso suficientes clubes y polideportivos que también pueda contener a los chicos y sacarlos de la calle y acercarlos al deporte?, no existen también comedores que desde la provincia y desde la Nación se subsidian, pues que se integren con el ámbito escolar?.

Acabamos de votar una nueva ley de Educación, con la que podemos no estar en todo de acuerdo, pero que contiene aspectos positivos en cuanto a la doble escolaridad para que esto que se quiere hacer no suceda, que no tengamos chicos en la calle pidiendo.

No es la "reconversión de la cultura del pedido por la del trabajo" la herramienta, porque entonces el objetivo del Estado sería generar una nueva clase, que sería la profesionalización de la pobreza. No, señor presidente, no estamos tan mal como para perder las esperanzas de un futuro mejor para estos niños, y la educación es el camino hacia la igualdad de oportunidades.

Sarmiento refundo la educación en la Argentina y la ley 1420 tuvo vigencia hasta la década del '90, donde nos cambiaron el modelo de país que queríamos construir, y en ese sentido debemos caminar.

Si a los funcionarios de turno no pueden encontrar una manera distinta de abordar desde el trabajo social a este problema, que renuncien por ineptitud o por incapacidad, porque no pueden manejar el futuro de nuestras generaciones fomentando la ignorancia y el trabajo infantil que todos condenamos.

Señor Presidente no creemos que abundando en más detalles conseguiríamos un mayor repudio a estas prácticas, la sola denuncia del trajo infantil nos exime de mayor solicitud.