La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su pesar por el fallecimiento del escritor chaqueño Gustavo Roldán, autor de memorables cuentos infantiles, ocurrido el 2 de abril de 2012.

Señor presidente:

Gustavo Roldán fue un exquisito narrador de cuentos que, con sus personajes -en su mayoria animales autóctonos-, entretuvo y conmovió a varias generaciones de niños.

Nació en Saenz Peña - provincia del Chaco- el 16 de agosto de 1935. Se crió en el monte, en Fortín Lavalle, escuchando los relatos que brotaban alrededor del fogón. En 1961 se recibió de Licenciado en Letras Modernas en la Universidad Nacional de Córdoba y durante muchos años se dedicó a la docencia. En 1976 viaja a Buenos Aires, buscando trabajo y anonimato ya que durante la última dictadura militar la vida en el interior se hizo difícil. Su mujer, Laura Devetach, tenía libros prohibidos y como ella cuenta muchas veces un Falcon verde en la puerta.

En Buenos Aires alterna el trabajo en editoriales con su oficio de carpintero. Y llegando a los '80 son sus hijos los que lo incitan a incursionar en la literatura infantil pidiéndole que escriba los relatos que les contaba a ellos cuando eran chicos. Fueron un éxito rotundo.

Escribió más de sesenta libros memorables para chicos, entre los que figuran "El monte era una fiesta", "El día de las tortugas", "Historia de Pajarito Remendado", "El carnaval de los sapos", "Prohibido el elefante", "Todos los juegos el juego", "El enmascarado no se rinde", "Dragón" y "La leyenda del bicho colorado". Recibió entre otras distinciones el premio Periquillo (Méjico 1979), el Premio Konex en 1994, el del Fondo Nacional de las artes en 1995, Libro total (1999) y Pregonero de Honor a la Trayectoria (2002).

Cuando en un reportaje le preguntaron una vez por qué todos sus personajes eran bichos del monte, el contestó: "Mis animales me servían para contar historias en un mundo lleno de prohibiciones y limitaciones. Yo puedo hacer que el piojo tenga alguna aventurita amorosa, pero no es lo mismo si se tratara de seres humanos. Podía incorporar alguna irreverencia hacia la autoridad, o hacia el gobierno; lo que dice la opinión pública en boca del sapo, del piojo o del bicho colorado. Si eso hubiera sido dicho por personas, la censura hubiera empezado a aparecer de manera mucho más apretada."

Porque fue además maestro de una generación de autores que se nutrieron en sus talleres literarios, porque supo fomentar el amor por la lectura desde la más tierna infancia, porque los que conocimos sus libros no podemos olvidarlos, solicito a mis pares que me acompañen en la iniciativa.