PROYECTO DE TP
Expediente 2362-D-2014
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL DOCTOR ROQUE SAENZ PEÑA CON MOTIVO DE CUMPLIRSE EL 100° ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO, OCURRIDO EL DIA 9 DE AGOSTO DE 1914.
Fecha: 10/04/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 25
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje al Dr. Roque Sáenz Peña
con motivo de cumplirse el 100° aniversario de su fallecimiento, ocurrido el 9 de agosto de
1914.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Roque Sáenz Peña nació en Buenos Aires el
19 de marzo de 1851. Estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires y luego en la
Facultad de Derecho, donde inició su militancia política. En 1875 se graduó como doctor en
leyes y en 1876 fue elegido diputado por el Partido Autonomista Nacional
Dice el historiador Felipe Pigna: "En 1879, a
poco de estallar la Guerra del Pacífico que enfrentó a Chile con Bolivia y Perú, Sáenz Peña,
haciendo gala de su espíritu romántico de luchar por causas justas, se alistó como
voluntario del ejército peruano en el que tendrá una destacada actuación. Llegó a
comandar un batallón en la decisiva batalla de Tarapacá. Tras la derrota peruano-boliviana,
permaneció prisionero de los chilenos por seis meses. Esta actitud de Sáenz Peña lo
ennoblece y lo diferencia claramente de los jóvenes de la élite de su tiempo que renegaban
de su pertenencia a América Latina y calificaban despectivamente a bolivianos y peruanos y
se desentendían de todo tema de política exterior que no estuviera vinculado con
Europa."
Luego de un interregno de dos años en los
que vivió en Europa, regresa a Buenos Aires y retorna paulatinamente a la vida política. En
1885 fundó junto a Carlos Pellegrini el periódico Sud América, en el que expresará sus
ideas políticas. En 1886 apoyó la candidatura presidencial de Miguel Juárez Celman. Tras el
triunfo juarista, fue designado embajador plenipotenciario en el Uruguay. Por un breve
tiempo fue Ministro de Relaciones Exteriores, hasta la caída de Juárez Celman.
En 1891 fue proclamado candidato a la
presidencia de la nación por el grupo llamado "modernista". Pero merced a una maniobra
electoralista de Roca y Mitre que proponen la candidatura de don Luis Sáenz Peña, padre
de Roque, logran que éste desistiera.
Tras la asunción de la presidencia por parte
de su padre, abandonó la banca de senador que ocupaba en representación de la provincia
de Buenos Aires. No podía, por sus convicciones, ser oficialista pero, por respeto filial,
tampoco podía ser opositor. Decidió retirarse momentáneamente de la política y se dedicó
a administrar una estancia en Entre Ríos por unos dos años.
En febrero de 1905, estalló una revolución
radical en distintos puntos del país. La revuelta fue derrotada, pero las demandas radicales
de limpieza electoral y de un marco jurídico claro y justo seguían vigentes.
En 1906, tras la muerte del presidente
Manuel Quintana, asumió el vicepresidente José Figueroa Alcorta quien envió a Sáenz Peña
a Madrid en representación de la Argentina a las bodas reales de Alfonso XIII. En la capital
española recibió un nuevo nombramiento: Enviado Extraordinario y Ministro
Plenipotenciario ante España, Portugal, Italia y Suiza. Estando en Italia, en 1907, recibió
instrucciones para representar a la Argentina, junto al embajador Luis María Drago en la
Segunda Conferencia Internacional de la Paz en La Haya.
Sáenz Peña regresó al país en agosto de
1909, en un clima de gran agitación social y política. Todavía sonaban las repercusiones de
la matanza perpetrada por el coronel Ramón Falcón el 1º de mayo en la Plaza Lorea y los
partidos tradicionales preparaban sus candidaturas para las elecciones de 1910. Su nombre
fue propuesto por los partidarios de terminar con el fraude, incorporar a la oposición menos
revolucionaria al sistema político y descomprimir el clima de presión social que se vivía. En
Europa, Sáenz Peña había observado las ventajas que había traído a las sociedades
modernas la ampliación del sufragio y la modernización de las leyes electorales.
El 12 de junio de 1910, el colegio electoral
consagró la fórmula Roque Sáenz Peña-Victorino de la Plaza. El presidente electo se
encontraba nuevamente en Europa y emprendió el viaje de regreso a su país.
A poco de llegar, concertó dos entrevistas
clave: una, con el presidente Figueroa Alcorta y, la otra, con el jefe de la oposición, Hipólito
Yrigoyen. La entrevista con el caudillo radical, concertada en la casa del doctor Manuel Paz,
despejó los temores de ambos lados. Yrigoyen se comprometía a abandonar la vía
revolucionaria y Sáenz Peña, a la sanción de la tan anhelada Ley Electoral.
El 12 de octubre, asumió el nuevo gobierno
y Sáenz Peña cumplió con su palabra enviando al parlamento el proyecto de Ley de
Sufragio, elaborado con la estrecha colaboración de su ministro del Interior, Indalecio
Gómez, que establecía la confección de un nuevo padrón, basado en los listados de
enrolamiento militar, y el voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones
mayores de 18 años.
El presidente presentó el proyecto con estas
palabras: "He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas.
Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario, quiera el pueblo
votar". Poco después, ambas cámaras aprobaban la que empezó a conocerse como la Ley
Sáenz Peña.
El fin del fraude significaba un notable
avance hacia la democracia en Argentina y la posibilidad de expresión de las fuerzas
políticas opositoras que habían sido marginadas del sistema por los gobiernos
conservadores. En las primeras elecciones libres llevadas adelante en la Argentina, en el
mismo año 1912, la bancada socialista crece notablemente y se suceden los triunfos
radicales en Entre Ríos y Santa Fe.
La salud del presidente comenzó a
deteriorarse a comienzos de 1913. Una y otra vez debió solicitar licencia y debió finalmente
delegar el mando a Victorino de la Plaza en octubre de ese año. Falleció en Buenos Aires en
la madrugada del 9 de agosto de 1914, mientras en Europa estallaba la Primera Guerra
Mundial.
La cámara baja comisionó al jefe de la
bancada socialista para redactar el discurso fúnebre en honor del presidente. En esa
ocasión dijo el doctor Juan B. Justo: "Actuó en un momento de la historia argentina en que
el problema fundamental era el de la verdad del sufragio popular. Lo comprendió, tradujo
esa comprensión en una nueva ley, y aplicó esa ley con lealtad y con energía, consiguiendo
hacer del parlamento argentino un verdadero parlamento moderno. El doctor Roque Sáenz
Peña ha sido pues para la diputación socialista, un constructor, un creador".
El largo camino de este primordial derecho
ciudadano, iniciado por el doctor Roque Sáenz Peña en 1912, fue jalonado por el
Presidente Juan Domingo Perón cuando el 23 de septiembre de 1947 firmó el decreto
promulgando el derecho al voto a las mujeres de todo el país. Esto fue posible merced a la
histórica lucha de innumerables mujeres, entre ellas Alicia Moreau de Justo, Elvira
Dellepiane de Rawson, la poetisa Alfonsina Storni y Silvina Ocampo, que Evita asumió como
bandera y empeño personal.
Finalmente otra mujer estableció un hito
relevante para el voto popular en la Argentina. La Presidenta Dra. Cristina Fernández de
Kirchner promulgó el 2 de noviembre de 2012 la ley N° 26.774, que incluye el derecho de
votar a los que hayan cumplido dieciséis (16) años, quienes gozarán de todos los derechos
políticos conforme a la Constitución y a las leyes de la República. Este derecho fue ejercido
por primera vez en las elecciones legislativas de 2013 con la participación del 80% del
padrón de jóvenes de 16 y 17 años.
Por lo expuesto solicito la aprobación de este
proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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IANNI, ANA MARIA | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |