El Senado y Cámara de Diputados...

Art. 1º - Establécese la obligatoriedad, en todos los estadios de fútbol donde se disputen partidos correspondientes al Campeonato de Fútbol de Primera División organizado por la Asociación del Fútbol Argentino, del uso de sistemas tecnológicos que permitan monitorear las jugadas en tiempo real y confirmar o corregir los fallos arbítrales dudosos.

Art. 2º - Facúltase al Poder Ejecutivo Nacional a determinar el plazo a otorgar a los Clubes de Fútbol para instalar los equipos y dispositivos necesarios para el fin previsto en el artículo anterior, y el plazo a conceder a la Asociación del Fútbol Argentino para adecuar los reglamentos de modo que contemplen la posibilidad de corrección de fallos arbitrales mediante el uso de medios técnicos.

Art. 3º - El "cuarto arbitro" estará conectado permanentemente durante todo el tiempo de juego con los técnicos encargados de vigilar las pantallas televisivas, u otras tecnologías, para advertir al árbitro principal del encuentro de la existencia de un fallo que pudiere generar controversias.

Art. 4º - El resultado técnico de las dudas será transmitido de inmediato a los espectadores por las pantallas informativas del estadio, o en su defecto oralmente por altoparlantes.

Art. 5º - De forma.

Señor presidente:

La génesis de la violencia en la cual incurren los seres humanos ha sido estudiada y se lo sigue haciendo por distintas especialidades de las ciencias medicas, sociales, antropológicas, filosóficas, religiosas, etc., etc.

Médicamente se sintetizan las actitudes violentas como originadas por un factor endógeno (orgánico, genético.) y un factor exógeno (medio ambiente.).

Dentro del medio ambiente, en los espectáculos futbolísticos se cuentan muchos factores predisponentes a las explosiones violentas de los espectadores. Sabemos que las causas de la violencia reinante hoy día en tales espectáculos son muchas y da características complejas, pero sin duda uno de esos factores, demasiado común, son los desaciertos en los fallos de los árbitros. El mayor porcentaje de quejas recaen sobre el referí.

Sabido es que no puede responsabilizarse directamente en todos los casos al árbitro, quién muchas veces tiene que resolver en un instante una sanción no estando cerca de la jugada. Algunas decisiones del referato siempre dependerán de la interpretación del juez deportivo, pero otras están relacionadas con la biología. El ojo humano (y otros órganos) es limitado. No puede distinguir, por caso, si toda la pelota paso toda la línea de cal que delimita espacios en una cancha de fútbol, y de allí que muchas veces se cometan, aún involuntariamente debido a estas deficiencias, groseros errores de apreciación de una jugada que exacerban la pasión de los aficionados, generando o contribuyendo a generar los hechos de violencia que todos lamentamos al día siguiente, cuando en primera plana en lugar de los resultados la noticia es la cantidad de heridos e incluso muertos, y ello lamentablemente cada vez con mayor frecuencia, lo cual obliga a buscar una inmediata solución.

Entonces, si hoy se cuenta con la tecnología necesaria para detectar en el acto y con gran exactitud, la existencia o no de un offside, por ejemplo, Por qué no aprovecharla?

El viejísimo photochart hace décadas evitó todas las discusiones en los hipódromos. En el tenis actual el uso de la tecnología es constante. Actualmente se puede allí observar como se acaba toda queja o reclamo cuando por una pantalla, y a la vista de todos los espectadores, se verifica con precisión si la pelota picó dentro o fuera de la cancha. En las carreras automovilísticas también se la usa para castigar infracciones reglamentarias durante el desarrollo de la misma carrera, imponiendo al piloto la pasada por boxes conocida como "stop and go". Y en muchos otros deportes se aprovecha la tecnología para aclarar situaciones, aun en ámbitos amateurs. En el caso del fútbol, la tecnología también está: Desde hace ya varios años, fácilmente puede comprobarse en segundos durante cualquier transmisión televisiva en vivo de un partido de primera división si, por caso, hubo o no una posición adelantada (con indicación precisa incluso en centímetros); si algún jugador toco el balón con la mano, si una falta fue involuntaria, etc, etc. Siendo así, no existe razón valedera alguna entonces para no aplicar estos avances tecnológicos en nuestros estadios, y mas cuando con ello se contribuiría a aventar una de las causas que provocan los graves incidentes comentados.