La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo nacional para requerirle que, por intermedio de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, disponga incrementar los recursos presupuestarios, la contratación de personal con idoneidad y capacitación necesarias, la construcción de la infraestructura edilicia y demás medidas que fueran menester para asegurar el adecuado funcionamiento de la editorial nacional para ciegos "Editora Nacional Braille y Libro Parlante" y la "Biblioteca de Braille Julián Baquero", como medio de garantizar la prestación de servicios esenciales para las personas con discapacidad visual.

Señor presidente:

El presente proyecto de resolución contiene un requerimiento al Poder ejecutivo nacional referido a la necesidad de asegurar el adecuado funcionamiento de la "Editora Nacional Braille y Libro Parlante", dependiente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que es la repartición encargada naturalmente de proveer materiales de estudio para decenas de escuelas especiales en todo el territorio argentino, dedicadas a las personas con discapacidad visual.

Un nuevo cartel en su sede del edificio de Hipólito Yrigoyen 2850 de la Ciudad de Buenos Aires, da cuenta de su reapertura a los discapacitados visuales luego que desde noviembre de 2012 se intensificaron en parte los trabajos, permitiendo a los usuarios acceder a la biblioteca del Libro Parlante y la biblioteca de braille Julián Baquero. Pero aunque la editora para ciegos y sus bibliotecas se reabrieron recientemente, su funcionamiento sigue siendo parcial y casi nulo.

La Editora Nacional Braille supo ser la editorial para ciegos más grande de América Latina, hasta que la desidia de los poderes públicos y las mudanzas oficiales la condenaran a su estado actual. Aunque las obras para reacondicionar la sede comenzaron en junio de 2011, nunca terminaron.

Las imágenes disponibles en las redes sociales dan cuenta de trabajos sin terminar, humedades en los techos, puertas invertidas, libros desparramados, baños rotos. Los trabajadores- en su mayoría ciegos-, se quejan además de la seguridad casi nula del edificio. Entre las últimas novedades edilicias - luego de varios años sin gas, sin electricidad ni calefacción, sin baños y sin libros-, también señalan que habrá que tirar abajo las flamantes cabinas de grabación que nunca se habilitaron, no son acústicas, no tienen ventilación ni espacio suficiente.

No se ha editado un solo libro desde 2009, pero esa importante Editora para ciegos producía, diseñaba, diagramaba y suministraba material educativo impreso en relieve sobre papel, sobre mapas o gráficos diversos, hecho con equipamientos especiales. A su vez, Libro Parlante se ocupaba del registro oral, digitalización y clasificación de textos ya no sólo educativos, sino de un amplio espectro literario, tanto en cassettes como en discos compactos.

Según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad que arrojó el Censo de 2001, ya que la de 2010 no se ha hecho aún, en la Argentina hay 317.000 discapacitados visuales. Sólo el 15% de las personas con discapacidad visual que leen emplean el sistema Braille; el resto escucha libros y unos pocos usan sistemas digitales táctiles.

Por otra parte el sitio en Internet de la Editora Nacional Braille y Biblioteca Parlante (http://editorabraille.com.ar), con índice pero sin contenidos ni información alguna, es la mejor imagen de lo que la Editora puede ofrecerles. Ello sucede hoy en día, a pesar de los 4 mil volúmenes de la Biblioteca de Braille Julián Baquero y los más de mil que atesora la Biblioteca Parlante.

Creemos que el Poder Ejecutivo nacional debe brindar una explicación oficial sobre el estado de una institución tan relevante para la atención de las personas con discapacidad visual, a la que se debe proveer los medios y los recursos presupuestarios para la contratación de personal con idoneidad y capacitación necesarias, la adecuación de la infraestructura edilicia y demás medidas que fueren menester para asegurar su más pleno funcionamiento.

A modo de ejemplo de la desidia oficial sobre esta materia, cabe recordar que una propuesta para que Aerolíneas Argentinas imprimiera el instructivo de seguridad para pasajeros en Braille por medio de la Editora Nacional, a pedido de la colega Diputada nacional por Tucumán, Miriam Gallardo, no tuvo efecto, porque finalmente la empresa elaboró el instructivo recurriendo a una imprenta privada.

Nuestro país no puede desconocer las obligaciones que resultan de la Convención de naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada en el año 2008 mediante la Ley 26378.

Según dicho instrumento internacional los Estados Partes se han comprometido a asegurar y promover el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas con discapacidad sin discriminación alguna por motivos de discapacidad, debiendo adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad.

Es preciso tener en cuenta que actualmente, alrededor del 15% de la población mundial, vive con algún tipo de discapacidad y en general se encuentra en situación de vulnerabilidad porque no se respetan, entre otros, sus derechos referidos a educación, salud y trabajo.

Debemos reconocer que la discapacidad de las personas es el resultado de la interacción de deficiencias físicas, sensoriales o mentales con el ambiente físico, y cultural; y las instituciones sociales. Por lo tanto, una persona puede tener una condición que lo limite en algunos aspectos de su funcionamiento, pero ésta condición solo se convierte en "dicapacitante", si se enfrenta a barreras en el ambiente físico o social que tiene como entorno.

Por ello, la discapacidad de las personas exige luchar contra las barreras de accesibilidad, no sólo de tipo arquitectónico, sino principalmente las impuestas por la sociedad, así como garantizar el derecho a la información y la cultura de las personas.

Es así como entre los servicios bibliotecarios gratuitos para cubrir las necesidades de los usuarios que atienden a personas ciegas y con baja visión, se destacan en la actualidad la grabación de textos, la lectura asistida, la digitalización de textos, la conversión de texto a audio, la transcripción de textos al sistema Braille, el acompañamiento bibliotecario a las salas de lectura, la búsqueda asistida de información y cabinas de internet con programas accesibles, como "jaws" y "zoomtext" entre otros.

Debemos asumir que los servicios para personas con discapacidad no implican darles una limosna, ni se trata de hacer beneficencia, sino que se está haciendo justicia contribuyendo a que puedan ejercer sus derechos en plenitud. Por ello, los requerimientos planteados en este proyecto, han de considerarse imprescindibles para contribuir a la plena integración de las personas con discapacidad visual en la sociedad.

Y todo lo que podamos hacer en ese sentido cobra importancia cuando se trata de promover una nueva conciencia social sobre sus derechos humanos fundamentales. A modo de ejemplo, paralelamente quiero destacar mi pedido del beneplácito a declarar por esta Honorable Cámara, en con motivo de la muestra de arte con acceso a los no videntes, que presentará próximamente en nuestra Provincia del Chaco, el artista plástico Luis Leal.

Por todo lo expuesto, solicito el apoyo de mis colegas en esta Honorable Cámara al presente Proyecto de Resolución.