La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de Interés la muestra retrospectiva "Juan Carlos Castagnino. Humanismo, poesía y representación", a realizarse en el Museo Nacional de Bellas Artes entre los días 23 de julio y 21 de septiembre de 2008, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Señor presidente:

El 18 de noviembre del 2008 se cumplen cien años del nacimiento de Juan Carlos Castagnino, artista plástico contemporáneo argentino y en conmemoración, el Museo Nacional de Bellas Artes organiza la muestra "Castagnino. Humanismo, poesía y representación", retrospectiva de su obra.

Juan Carlos Castagnino tenía formación de pintor, arquitecto y dibujante, y fue discípulo de los precursores del modernismo en Argentina, Sipilimbergo y el santiagueño Gómez Cornet. Participó de nucleamientos de trabajadores de la cultura, en resonancia con el movimiento de vanguardia comprometido con la construcción de una sociedad más justa -como la Asociación Intelectuales, Periodistas y Escritores y el primer sindicato argentino de artistas plásticos-. Sus opciones políticas lo llevaron a conectarse con importantes figuras de la cultura que adherían al ideario socialista como David Alfaro Siqueiros, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, Vladimiro Acosta y otros. En Europa asistió al taller de André Lothe, y conoció las obras de los maestros de la pintura universal. En París se perfeccionó junto a sus compañeros cubistas Georges Braqué, Fernand Léger y Pablo Picasso.

El recorrido de su obra fue profundamente estudiado a través de las inigualables notas que dejo, en las que vinculaba el motivo de sus representaciones con las luchas de los convulsionados

años que le tocó vivir. En ellas manifestó tener "el propósito de la invención de una forma actual".

Retrató el mundo del trabajo, de las "gentes atada a la tierra", aunque su trazo mostró claramente su devoción por la naturaleza. Según su amigo Enrique Aguirrezabala, en Castagnino "animales y humanidades intercambian roles y se confunden en un mismo aliento. Perros, caballos, niños, hombres y mujeres resultan parientes. Se enredan en si mismo, se desovillan, o se dejan estar simplemente." Caballos, osamentas, quemazones, olas comparten relevancia con las convulsiones políticas - en forma de represiones o mítines obreros-.

Sus premios más conocidos fueron: en 1958 la Medalla de Honor en Pintura de la Feria Internacional de Bruselas, en 1961 con el Gran Premio de Honor Salón Nacional de nuestro país y en 1962 el Premio Especial de Dibujo II Bienal de México

Buscó el telurismo en la representación del mestizo argentino. Según León Benaros: "Castagnino centra su pintura en el hombre. Integra la figura humana en el paisaje, ennoblece la presencia de sus criaturas de carne y hueso, sin atemperarles demasiado la dureza del gesto con que las ha señalado la vida. Advertimos de pronto una serenidad "giacondesca " en algunos de sus retratos de mujeres de pueblo, cuyas manos repiten el gesto del cuadro de Leonardo. Gentes del norte, paisajes del Paraná o del Uruguay, orillas marplatenses, arrabales porteños: muchos y diversos ámbitos del país han dado a Castagnino tema para su interpretación entrañable. Su impronta nacional, sin embargo, no se alcanza por la sola virtud de su temática tan nuestra, sino, sobre todo, por una atmósfera, por un particular resplandor de los cielos, por un color que parece aprendido de la tierra. Son de Castagnino esas barrancas rojizas junto a las aguas tendidas, con el agreste penacho de unas verdes matas. Le

pertenecen esos caballos criollos de acarnerado perfil en la nerviosa cabeza, sueltas las crines, anchas las narices que husmean la libertad en el aire; la osamenta vacuna, blanqueada por el sol y el viento, bajo cuya cornamenta, en las órbitas desmesuradas, el pasto joven o el cardo amoratado recomienzan la vida; ciertas maternidades obreras, en las que la ternura lírica no debilita el impacto de la dolorosa y muda protesta; son, por fin, de este seres y cosas del pueblo, a los que él ha sabido acercarse con solidario fervor"

En 1962 ilustró "Martín Fierro" de José Hernández, en una edición muy difundida que realizara la editorial de la Universidad de Buenos Aires y que fue considerado best seller argentino.

Relacionó la iconografía cristiana con la violencia del aparato de Estado - el hombre político urbano cuyo cuerpo fue "fusilado-atado-sumergido-quemado-colgado-maniatado- enterrado"-. Su obra fue crónica del Cordobazo, Vietnam, la muerte del Che y otras sagas de las luchas obrera y estudiantil.

A cien años de su nacimiento, Juan Carlos Castagnino nos sigue hablando desde su vida y su obra, su trazo y su complejo idealismo, sus simbolismo y la búsqueda de la utopía, su maravilloso enlazamiento de humanidad y naturaleza. Esto fundamenta la importancia de esta muestra retrospectiva, y que este cuerpo se expida con una declaración sobre la misma. Por estas razones anteriormente expresadas, solicito a los Señores Diputados acompañen con su firma este Proyecto.