PROYECTO DE TP
Expediente 2313-D-2014
Sumario: DESIGNAR A LA RUTA NACIONAL 9 CON EL NOMBRE DE "PATRIA GRANDE"; DEROGACION DE LA LEY 12760 Y DEL DECRETO 17/81.
Fecha: 09/04/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 24
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º. Deróguense la Ley N°
12.760/42 y el decreto N° 17/81.
Artículo 2°. Desígnese con el
nombre "Patria Grande" a la Ruta Nacional N° 9.
Artículo 3°. Encomiéndese al
Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios para que, a
través de la Dirección Nacional de Vialidad, realice la señalización conforme lo
prescrito en el artículo primero.
Artículo 4°. Comuníquese al Poder
Ejecutivo Nacional.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Las rutas son un camino de
integración e intercambio. Proponemos renombrar la ruta Nacional Nº 9,
persuadidos de que el vínculo que hoy estamos construyendo con los países
latinoamericanos y el esfuerzo por intensificarlo, merecen patentarse
simbólicamente en esta vía que nos conecta con países vecinos. El proyecto
de Patria Grande de nuestros libertadores al romper el vínculo colonial con
España, hoy se reactualiza con el avance en la integración regional que
Argentina viene asumiendo y promoviendo activamente.
Esta ruta vincula la Ciudad de
Buenos Aires con las provincias del centro y del norte de nuestro país, y desde
allí con Bolivia y Perú hasta Lima. Su trazado coincide con partes del antiguo
Camino Real al Cuzco, que uniera a nuestros antepasados nativos americanos
en regiones más amplias e integradas de lo que posteriormente permitieron los
límites geopolíticos de los Estados nacionales conformados entonces. En
aquellas épocas el norte de nuestro actual territorio formaba un mismo espacio
con lo que se conocía como el Alto Perú, un espacio de altísima circulación
mercantil que daba lugar a un activo mercado interno en torno a
especializaciones regionales que suplían las demandas del centro de
producción de plata alrededor de Potosí. Estos vínculos se reconfiguraron al
establecerse los límites políticos de las nuevas naciones independientes, pero
los nexos culturales con toda la región andina continuaron y siguen vivos hasta
hoy.
El segmento de la Ruta 9 que une
Córdoba, Rosario y Buenos Aires, conocido como carretera Panamericana,
forma parte de un sistema de carreteras que vincula a casi todos los países del
continente americano. Es por ello que a menudo se lo nombra como
Panamericana. El panamericanismo como un proyecto histórico de integración
predominantemente económica y comercial, bajo los lineamientos y
condiciones de la hegemonía de los Estados Unidos de América sobre toda la
región, no cobra vigencia en el proceso actual de integración que ejercen
nuestros países. En efecto, cuando los países de América Latina acceden a la
independencia, España, la antigua metrópoli, y sus aliados europeos,
comienzan a desarrollar planes con miras a reconquistar los frágiles nuevos
estados. Es entonces cuando Estados Unidos perfila su doctrina Monroe, con
el objeto primordial de defender la libertad americana, y la idea de garantizar su
presencia y su expansionismo sobre América Latina. Desde entonces el
"Panamericanismo" se identificó con la estrategia continental de ese país sobre
los países de la región, orientada a un control estratégico, en ocasiones
avasallante, de sus soberanías políticas y económicas.
Hoy el Panamericanismo no nos
identifica.
En nuestras luchas por la
Independencia, la liberación de España se pensaba desde una perspectiva
sudamericana y los proyectos de Patria Grande que esbozaron nuestros
libertadores así lo reflejaron. Moreno, Castelli, Belgrano, San Martín,
Monteagudo, Güemes y Artigas pensaban que la unidad de nuestros pueblos
sería el resguardo y la garantía contra dominaciones extranjeras. "De allí
nuestra revolución inconclusa, transformada al cabo de unos años en una
nueva dominación imperial, primero británica y luego norteamericana. Causa y
efecto de la fragmentación de la nación latinoamericana" (1) .
El Plan Continental
que avizoraba una unión de naciones como unidad política posible una vez roto
el vínculo colonial, fue la piedra angular de la estrategia sanmartiniana y de su
estrecha alianza con Belgrano, Güemes y O'Higgins. Este Plan estaba además
en perfecta sintonía con el de Simón Bolívar (Carta de Jamaica, setiembre de
1815). El Plan pensaba en la gran nación americana, la Patria Grande. Dicha
nación tenía como sustrato esencial y aglutinante de la americanidad, los 1000
años del Imperio Incaico que se extendió entre Panamá y Mendoza. Una
nación organizada con propiedad estatal de la tierra, el agua, las simientes, las
herramientas, los recursos y los productos, destinando su organización social
para atender a los ancianos, los huérfanos, las viudas y los inválidos. El Plan
se inscribe en el tono sudamericano de la Declaración de la Independencia que
fue hecha a nombre de las 'Provincias Unidas en Sud América'. La declaración
de la independencia de las Provincias Unidas de Sud América del 9 de julio de
1816 fue publicada simultáneamente en tres idiomas: castellano, quechua y
aymará, y hasta hubo una versión en la escritura jeroglífica de los pueblos de
Tiahuanaco.
Sobre los mil años del Incario y su
extensión territorial continental construyeron nuestros próceres fundantes la
idea de la gran nación americana. Una nación extendida desde México hasta el
Cabo de Hornos, tal cual soñara Miranda. En particular una nación que
abarcara casi toda Sud América con capital en el Cuzco, como planteó
Belgrano en Tucumán. La que propondrá San Martín desde Lima en 1822,
cuando envíe infructuosamente a Antonio Gutiérrez de La Fuente a negociar
con Buenos Aires, luego de entrar victorioso en el Perú. La misma propuesta
que hará Simón Bolívar.
La "Patria Grande" se expresó, en
un principio, en la bandera de la liberación del despotismo colonial.
Posteriormente, se convirtió en una doctrina al interior de los nuevos estados
nacionales para la derrota del imperialismo capitalista; y, ahora, se revela en
ideal de las identidades locales en su oposición al proceso de globalización
neoliberal. La Patria Grande aparece como referente -utópico y ucrónico- que
interpreta diversas visiones de liberación e independencia en la región de
Latinoamérica.
Queremos también con esta
propuesta reactualizar las apreciaciones de Juan Domingo Perón cuando
enunciaba: "Ahora es preciso que, sin pérdida de tiempo, se unan férreamente
para conformar una integración que nos lleve de una buena vez a constituir la
Patria Grande que la historia está demandando desde hace casi dos siglos, y
por la que debemos luchar todos los que anhelamos que nuestros actuales
países dejen de ser factorías del imperialismo y tomen de una vez el camino de
grandeza que nos corresponde por derecho propio. El futuro de un mundo
superpoblado y superindustrializado será de los que dispongan de mayores
reservas de comida y de materia prima. Pero la historia prueba que tales
reservas son solución sólo si se las sabe y se las quiere defender contra el
atropello abierto o disimulado de los imperialistas". Era en referencia a esta
realidad precisamente, que Perón se expresara, ya en el año 1949 con motivo
del Tratado de Complementación Económica que buscaba conformar una
comunidad económica latinoamericana, con su célebre dicho de que el año
2000 nos encontraría unidos o dominados.
América Latina reorientó
colectivamente sus prioridades alejándose de la propuesta del tratado de libre
comercio que proponía el ALCA, lo que quedó manifiesto desde la Cumbre de
las Américas de Mar del Plata en el 2005 hacia adelante.
El camino de integración y mayor
intercambio con nuestros países vecinos que se ha afianzado en los últimos
años resultan de una política de conocimiento, complementación, respeto y
apoyo mutuo, reinaugurada con el impulso del ex presidente Néstor Kirchner.
Desde entonces se ha avanzado en una institucionalidad representativa del
proceso de integración efectivo que se viene desarrollando. Con la
conformación del UNASUR en 2008 las naciones "multiétnicas, plurilingües y
multiculturales" sudamericanas, "apoyadas en la historia compartida y solidaria"
acordaron los esfuerzos de un accionar conjunto, convencidas de que la
integración y la unión suramericanas son necesarias para avanzar en el
desarrollo sostenible y el bienestar de nuestros pueblos, así como para
contribuir a resolver los problemas que aún afectan a la región, como son la
pobreza, la exclusión y la desigualdad social persistentes" (Tratado constitutivo
de la UNASUR, 2008).
La ruta que proponemos renombrar
como Patria Grande, siempre nos ha comunicado con el resto del continente,
lazos de intercambio e integración que hoy revalorizamos y reconstruimos.
En este sentido, creemos oportuna
la derogación de la Ley 12760 de 1942 que denominaba a esta vía con el
nombre de Juan Bautista Alberdi, no porque no sea merecido éste y cualquier
otro homenaje al padre de nuestra Constitución Nacional, sino porque en estos
más de 70 años desde la sanción de la mencionada ley, el nombre de J. B.
Alberdi no ha quedado asociado a la ruta, como sí ha quedado plasmado en
cantidad de calles, escuelas, teatros y demás bienes públicos que lo recuerdan
a lo largo y ancho del país.
El decreto que se propone derogar
por medio de la presente ley es el que designa un
tramo de la ruta con el nombre del
ingeniero Pascual Palazzo, en honor a quien trabajara en confeccionar el
proyecto de la Avenida General Paz. Pero el mismo fue dictado por un gobierno
ilegítimo e ilegal en todos los planos y en homenaje a quien fuera interventor de
Vialidad Nacional para el gobierno que tras el golpe de estado de 1955,
instaurara un poder antipopular y anticonstitucional sin antecedentes al
momento, en su envergadura represiva.
Presentamos el presente proyecto
desde la firme convicción de que cada generación tiene derecho a expresarse
colectiva y soberanamente sobre su proyecto político, y así reinterpretar su
historia. Compartimos los cometidos de un espacio regional integrado en lo
político, económico, social, cultural, ambiental, energético e infraestructural con
los países de nuestra propia región.
Por los motivos expuestos pido a
mis colegas que me acompañen en el presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BRAWER, MARA | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
KUNKEL, CARLOS MIGUEL | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
DEPETRI, EDGARDO FERNANDO | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CARLOTTO, REMO GERARDO | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GARCIA, MARIA TERESA | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
ZAMARREÑO, MARIA EUGENIA | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
DIAZ BANCALARI, JOSE MARIA | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
FELETTI, ROBERTO JOSE | CIUDAD de BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
OPORTO, MARIO NESTOR | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
MAGARIO, VERONICA MARIA | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
GIACCONE, CLAUDIA ALEJANDRA | SANTA FE | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CIAMPINI, JOSE ALBERTO | NEUQUEN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
CARMONA, GUILLERMO RAMON | MENDOZA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
IANNI, ANA MARIA | SANTA CRUZ | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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