La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

...Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, concretamente al INSTITUTO NACIONAL DE VITIVINICULTURA, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, a efectos de expresarle:

- Su satisfacción por la acertada política, puesta en ejecución por dicho organismo, de crear receptorías del mismo en distintos municipios de las zonas productoras del país.

- Que alentamos y veríamos con agrado que se profundice ésta política vitivinícola, y se continúe con la apertura de más receptorías (de las mismas características que las existentes) en la mayor cantidad de municipios productores restantes; en combinación con los mismos y dentro de las posibilidades que de común acuerdo se preste. En particular, en las zonas y localidades que concentran la mayor plantación de viñedos y producción de uvas, mostos y vinos.

Señor presidente:

El INSTITUTO NACIONAL DE VITIVINICULTURA es un organismo descentralizado, en jurisdicción de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Ministerio de Economía y Producción, creado por la Ley Nacional de Vinos Nº 14.878, del 6 de noviembre de 1959.

Cuenta, además de su sede central, con 15 Delegaciones o Dependencias distribuidas en los principales centros de producción y de consumo del país. Así tenemos a Mendoza (asiento de la sede central), sus Delegaciones en la misma ciudad, San Martín, San Rafael y la Sub-Delegación de Gral. Alvear; la Delegación de la Prov. de San Juan, la Delegación de la Prov. de La Rioja y su Sub-Delegación de Chilecito, la Inspectoría de Tinogasta en la Prov. de Catamarca; la Delegación Cafayate en la Prov. de Salta; la Delegación Gral. Roca en Río Negro, la Delegación Buenos Aires; la delegación Mar del Plata; la Delegación Córdoba; la Delegación Rosario, la Delegación Resistencia y la Sub-Delegación de Santa Fé.

Constituye un organismo de avanzada que cuenta con una dotación de técnicos especializados para cumplir con sus objetivos

Dispone de una infraestructura de 10 laboratorios ubicados en distintas provincias del país, equipados con un instrumental analítico de alta tecnología.

Entre sus funciones principales podemos destacar las de:

Verificar el cumplimiento de las Leyes 14.878, 24.566 y 25.163, dictando las normas necesarias para el logro de los fines inherentes a las mismas.

Aprobar y coordinar la ejecución de planes y programas para el control de la genuinidad de los productos vitivinícolas, en las etapas de producción, elaboración, fraccionamiento y comercialización, de acuerdo a lo dispuesto por la Ley Nº 14.878 y sus modificatorias.

El control de la producción se efectúa en todas las etapas del proceso vitivinícola, desde el viñedo hasta el consumo. Se verifica la composición de los productos derivados de la uva, lo que debe corresponder con las características de las regiones de origen, con las materias primas utilizadas y con las técnicas de elaboración empleadas.

El ámbito de fiscalización comprende unos 25.680 viñedos y alrededor de 1.150 bodegas y establecimientos industriales para la elaboración de diversos productos derivados de la uva.

Aprobar y coordinar, con el Sistema Nacional de Alimentos, la ejecución de planes y programas para ejercer el control de la producción, circulación, fraccionamiento y comercialización de alcoholes, conforme a lo normado por la Ley Nacional de Alcoholes Nº 24.566.

Como ente de aplicación de dicha ley, el I.N.V. tiene a su cargo el control de más de 750 establecimientos distribuidos en todo el país

Actuar como Organismo Técnico Administrativo de Aplicación del sistema de reconocimiento, protección y registro de nombres geográficos argentinos, conforme a lo normado por la Ley Nº 25.163, para designar el origen de los vinos y de las bebidas espirituosas de naturaleza vínica.

Promover investigaciones tendientes a eficientizar la fiscalización de los productos vitivinícolas y los alcoholes, etílico y metanol, lograr la permanente actualización de los mecanismos de control a las innovaciones tecnológicas y desarrollar las nuevas técnicas de análisis puestas en vigencia en los distintos países.

Entender en las certificaciones correspondientes a las exportaciones, interviniendo en la adopción de medidas destinadas a solucionar diferendos planteados en el comercio internacional.

Diversas acciones se realizan para acompañar el proceso de incremento de las exportaciones a los principales mercados mundiales.

Coordinar la actualización permanente de las estadísticas vitivinícolas y de alcoholes, siendo responsable de aportar esta información al Sistema Estadístico Nacional.

Asimismo, remite anualmente la información a la O.I.V. para su inclusión en la Estadística Vitivinícola Mundial.

Participar activamente en reuniones técnicas de organismos internacionales, vinculados al sector vitivinícola.

Ejerce la representación del país, en razón de su calidad de Estado miembro, ante la Organización Internacional de la Vid y del Vino (O.I.V.), con participación de técnicos en los Grupos de Expertos, Comisiones y Subcomisiones y ante las Comisiones pertinentes en el ámbito del MERCOSUR.

Además de prestar asesoramiento técnico a empresas y a la Cancillería de la Nación, respaldando al sector privado y dando soluciones convincentes a las barreras técnicas que pudieran interponerse en el mercado internacional.

Representa el organismo nacional rector fiscalizador en la materia vitivinícola que debe velar por el calidad y genuinidad de tan noble como universal bebida que elaboran nuestros productores, bodegueros y fraccionadores, en sus distintas variedades, como una de los mejores del mundo. Demás está destacar que, gracias a los aciertos de la actual política económica, la inserción de los productos argentinos atraviesan un buen momento en materia de consumo interno y particularmente en materia de exportación a los distintos mercados internacionales.

Advirtiendo las actuales necesidades y requerimientos de muchos sectores involucrados, en particular, de los pequeños productores, con buen criterio y acierto (conforme los resultados que pueden exhibirse), desde las últimas gestiones en el Instituto a la fecha, se ha diseñado un programa de apertura de receptorías en distintos municipios que, sin dudas, aportan una forma de acercamiento del organismo a los productores, gracias a la combinación de esfuerzos y aportes de las autoridades del mismo y las municipales. Ejemplos a señalar son las receptorías en San Patricio del Chañar (Neuquen) y la de Lavalle en Mendoza.

Estas receptorías no requieren de enorme recursos humanos y económicos tanto para el Municipio como para el Instituto, basta solamente con una mínima infraestructura, que, con la tecnología que ofrecen hoy los sistemas de conexión en red ayudan enormemente a los fines de su instalación y contacto con el interesado y vinculado legalmente con el INV. Como están diseñadas las receptorías?: el Municipio aporta simplemente de un espacio físico adecuado con una computadora de soporte con el organismo y toda la información que el mismo suministra, y éste último la capacitación del recurso humano adecuado para satisfacer muchas de las demandas y necesidades, sobre todo como se dijo antes, de los "pequeños productores". La realidad indica la incomodidad y a veces la falta de tiempo de éstos para acercarse a alguna de las delegaciones competentes de sus fincas a cumplir con requerimientos formales exigidos para el cumplimiento de lo normado en la creación y reglamentaciones del INV (declaraciones juradas, formularios, etc..), o muchas veces simplemente para información y/o asesoramiento. La intención es acercar y facilitar la tarea en el cumplimiento de una buena gestión estatal a través del organismo y el acabado cumplimiento de su normativa por todos los involucrados. Seguramente el pequeño productor es quien más obtiene beneficios al encontrar en su propia jurisdicción, esto es, "su" municipio, al propio INV. Con tan poco se puede tanto.

Evidentemente que la apertura de las receptorías que propugnamos con el presente proyecto (al que por otro lado consideramos como un aporte más a la gestión de las actuales autoridades competentes), no debe entenderse abarcativa para todas las provincias donde el Instituto cuenta con representación. Demás está destacar que el propósito es hacer cundir ésta buena idea, ya puesta en practica, en los Municipios que concentren la mayor actividad vitivinícola, fundamental y prioritariamente en las zonas de asentamiento de fincas productoras y sus productores, privilegiando obviamente a quienes califican como "pequeños" por la escala y envergadura de su producción.

Como esto resulta una tarea con esfuerzos compartidos de dos actores estatales, uno nacional y otro municipal, entendemos y propiciamos la profundización de la política de apertura de receptorías en la medida de las posibilidades de ambos. No podría ser de otra forma.

En función de lo expuesto, además de las argumentaciones que podrán brindarse en el momento de su tratamiento, es que solicitamos desde ya la aprobación del presente proyecto.