La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio al carácter intimidatorio que involucra la sustracción de documentación relacionada con las investigaciones que desarrolla el periodista Carlos Russo, en ocasión del hecho delictivo de que fuera victima en su domicilio privado, el 27 de marzo de 2007.

La incondicional defensa de la libertad de prensa ante todo hecho que vulnere el libre ejercicio de la actividad profesional y de investigación periodística.

Señor presidente:

El 27 de marzo de 2007 tres individuos armados entraron violentamente en el domicilio de Carlos Russo; Según declaraciones del propio Russo ante la comisión de libertad de expresión de esta Honorable Cámara, le sustrajeron luego de encerrarlo junto con su esposa e hija en una habitación, entre otros objetos, algunos dólares, alhajas, un lector de DVD, dos teléfonos móviles, una agenda electrónica, y documentos relacionados con sus investigaciones periodísticas. Además agregó que es posible que no se trate más de un simple robo, pero también cree que puede ser una mensaje de amenaza: "entramos en tu casa como queremos, todavía no lo sé", amplio Russo.

La justicia será quien dictamine la realidad de estos hechos y condene a quien los hubiera cometido, pero sí debe quedar claro que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación repudia todo hecho que implique una afectación de la libertad de prensa y del libre ejercicio profesional del trabajo de investigación periodística.

Es preciso que este episodio no se minimice y se esclarezca rápidamente.

El derecho a la libertad de prensa y expresión no es exclusivo de las empresas periodísticas, ni de sus dueños, ni siquiera de los periodistas. Es para el ciudadano, que tiene en ella la garantía de que encontrará una información libre en los medios de comunicación.

La declaración de principios sobre la libertad de expresión, aprobada durante el 108° periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, sostiene que: "La Libertad de Expresión, en todas sus formas y manifestaciones, es un derecho fundamental e inalienable, inherente a todas las personas. Es además, un requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática".

Esta Honorable Cámara de Diputados no puede permanecer al margen cuando de preservar y asegurar las libertades, derechos y garantías de los ciudadanos se trata. Toda agresión sufrida por un periodista constituye un avasallamiento a la libertad de expresión. Nuestro deber es garantizar una prensa que aun desde el disenso, sirva para enriquecer la construcción de la democracia. El riesgo del silencio es mil veces mayor que el de la palabra. La historia de los procesos dictatoriales así lo demuestra.

Por todo lo expuesto solicito el acompañamiento de mis pares a la presente iniciativa.