PROYECTO DE TP
Expediente 2224-D-2011
Sumario: RENDIR HOMENAJE A ERNESTO SABATO "EL GRAN NOVELISTA ARGENTINO".
Fecha: 03/05/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 40
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
RENDIR HOMENAJE A ERNESTO
SABATO, "EL GRAN NOVELISTA ARGENTINO"
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
A la edad de 99 años, el
sábado 30 de abril de 2011, falleció el escritor argentino Ernesto
Sábato luego de una neumonía que le dificultó aún más su ya
debilitada salud.
Se trata de uno de los
escritores más importantes que tuvo la Argentina en el siglo XX.
Nació el 24 de junio de 1911 en la
ciudad de Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina, hijo de inmigrantes
italianos provenientes de Calabria.
Ernesto Sábato se
doctoró en física en la Universidad de la Plata e inició una prometedora carrera
como investigador científico en París, donde había ido becado para trabajar en el
célebre Laboratorio Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del
movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó la vocación
literaria de Sábato. En París comenzó a escribir su primera novela, La fuente
muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
En 1945, de regreso
en Argentina, comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero
se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra a causa de unos
artículos que escribió contra Perón. Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el
Universo (1945), en el que criticaba el reduccionismo en el que desembocaba el
enfoque científico. El ensayo prefiguraba buena parte de los rasgos fundamentales
de su producción: brillantez expositiva, introspección, psicologismo y cierta
grandilocuencia retórica.
Su carrera literaria
estuvo influida desde el principio por el experimentalismo y por el alto contenido
intelectual de sus obras, marcadas por una problemática de raíz existencialista. Así,
El túnel (1948) ahonda en las contradicciones e imposibilidades del amor, mientras
que Sobre héroes y tumbas (1962) presenta una estructura más compleja, en que
los diversos niveles de la narración enlazan vivencias personales del autor y
episodios de la historia argentina en una reflexión caracterizada por un creciente
pesimismo. Ambas novelas tuvieron gran repercusión y situaron a Sábato entre los
grandes novelistas latinoamericanos del siglo.
El Túnel fue
rápidamente traducida a diversos idiomas y llevada al cine. La narración tiene
indudable originalidad y valores psicológicos relevantes: la confesión de Castel,
que ha cometido un crimen, enfrenta al hombre de hoy con una sociedad
desquiciada y resalta los contrastes con pincel agudo y lleno de color. El estilo está
en consonancia con el tema, dentro de un desequilibrado equilibrio.
Sobre héroes y
tumbas (aunque publicada en 1962, la edición definitiva es de 1966) es su obra
más ambiciosa. La compleja construcción de esta novela, y los diversos registros
del habla rioplatense que el autor plasma en ella se alejan tanto del tecnicismo
formal como de la dispersión. La pericia narrativa de Sábato consiste, justamente,
en hacer pasar desapercibidas para el lector las evidentes dificultades compositivas
que supone la historia de la joven Alejandra y, a través de ella, la del país. Destaca
sobre todo el capítulo titulado "Informe sobre ciegos", que puede ser leído, como
de hecho lo fue, con entera autonomía.
Sobre héroes y
tumbas obtuvo un éxito de público impresionante, que acabó por convertir a su
autor en una autoridad moral dentro de la sociedad argentina, una suerte de
formador de opinión que, por paradójico que parezca, al asumir ese papel se fue
alejando progresivamente de la actividad literaria. Su tercera novela, Abaddón el
exterminador (1974), se centra en torno a consideraciones sobre la sociedad
contemporánea y sobre el pueblo argentino, su condición "babilónica" y su
presente, que adquieren en la novela una dimensión surreal, en que se funden
realidad y ficción en una visión apocalíptica.
A partir de la década de 1970, más
que un escritor, Sábato representó una conciencia moral que actuaba como un
llamado de alerta frente a una época que él no dudó en calificar de "sombría". Esa
identificación entre Sábato y la autoridad ética quedó muy reforzada por su labor
como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas
(CONADEP), para la que fue designado en 1983 por el entonces presidente de la
República, Raúl Alfonsín. Los años que dedicó a investigar "el infierno" de la
represión durante el anterior gobierno militar, según sus propias palabras, no le
dejaron aliento ni espacio para la literatura.
Es por todo lo expuesto,
que solicito a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de
resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CONTI, DIANA BEATRIZ | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |