PROYECTO DE TP
Expediente 2207-D-2014
Sumario: "DIA DEL OYENTE DE RADIO ": SE ESTABLECE COMO TAL EL 7 DE MARZO DE CADA AÑO.
Fecha: 08/04/2014
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 23
El Senado y Cámara de Diputados...
"DÍA DEL OYENTE DE RADIO"
ARTÍCULO 1°: Se establece el 7 de
marzo de cada año como "Día del Oyente de Radio" en reconocimiento a las miles
de historias personales que acontecen, se viven o se dan a conocer en la radio,
donde emisores y receptores interactúan, se acompañan, comparten y dinamizan
la cultura nacional.
ARTÍCULO 2°: Se declara de interés
cultural nacional su difusión como día de conmemoración para los oyentes que ya
no están, y de celebración para los que día a día forman parte de la audiencia de
la programación de todas las radios del país.
ARTÍCULO 3°: El 7 de marzo pasa a
formar parte del calendario de efemérides culturales.
ARTÍCULO 4°: Comuníquese al Poder
Ejecutivo Nacional
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los presentantes de este proyecto,
diputados, entusiastas radioescuchas y conscientes de la importancia que tiene la
radio como medio de comunicación, información y compañía, hemos considerado
la idea implementada por el periodista Pablo Martín, tendiente a introducir un
nuevo hito en nuestras efemérides culturales, declarando al 7 de marzo "Día del
oyente de radio". Las razones son contundentes y las desarrollamos a
continuación.
Comenzamos los fundamentos
de este proyecto con un fragmento del libro "Días de radio" de Carlos Ulanovsky,
Marta Merkin, Juan Jose Panno y Graciela Tijman. "Hay oyentes de todo tipo:
aburridos, interesantes, indignantes, emotivos, violentos, tiernos, débiles,
provocativos, informativos y opinadores. La gente se comunica con las radios para
protestar, para animarse a comprometerse, para amenazar desde las sombras,
para denunciar, para alcanzar algún protagonismo, para decir algo que tiene
muchas ganas de decir. Así, como cada radio tiene su propia hinchada, cada
programa tiene su elenco estable de llamadores. Las radios basan una
considerable parte de su contenido en la opinión de desconocidos que, a cambio
de un segundo de posteridad, aceptaron ceder sus apellidos y pasaron a ser
señoras y señores del anonimato".
Pero lo cierto es que este
diálogo, este formato tan especial de comunicación construye cultura, con sus
diversos matices y estilos de lenguaje.
La periodista Dionisia Fontán
incluida en el estudio de Pablo Martín, recuerda que casi todos los oyentes que se
comunicaban al programa "Aquí está su pedido", de radio Libertad, a mediados de
los años 50, tenían sobrenombres: "Chiche, Chochi, Pirucha, Chela, etc." Y esos
sobrenombres caracterizaban una época. "Hable ahora que el aire es suyo",
avisaba Oscar Gómez Castañón en "Tiempos modernos", por Continental y
entonces se escuchaban las voces de "Lucy de Almagro", "Susana de Montserrat" o
"Álvaro de Lanús".
.
"La gente llama y ese llamado
le está dando identidad. Aunque sea por un minuto le permite participar y le ofrece
un lugar que no le da el consejo vecinal, el concejal o el gobernador. Se siente
escuchada, reconocida, y salvo que haga una imputación demasiado grave sabe
que no será censurado, que su mensaje irá al aire tal como lo envió", explica Oscar
Gómez Castañón. Un relevamiento realizado por la revista La Maga en abril de
1994 permitió verificar que cada una de las radios de Buenos Aires recibe entre 30
y 50 llamados por hora y que la mayoría de ellos se refieren a reclamos por
servicios públicos incumplidos y por respuestas diversas que los organismos
oficiales y empresas privadas no dan.
Con mucha frecuencia, las
denuncias de índole vecinal sobre maltrato a jubilados, niños, marginados o lo que
sea, originan que la producción envíe móviles para ampliarlas.
Es estimulante oír a los oyentes
cuando opinan sobre causas comunitarias, pero hay muchos que hablan solo para
escucharse mencionados o, sencillamente, para pedir un tema musical, o
simplemente para sentirse acompañados.
El auge de los llamados
telefónicos de los oyentes data de la década del 60 cuando Hugo Guerrero
Marthineitz, lo introdujo como forma de dar rienda suelta a su irónico estilo
periodístico.
Actualmente, especialmente
para las AM, los oyentes no solo son fundamentales para sumar audiencia (rating),
sino también para intervenir en un proceso de feedback, enriquecen a los servicios
informativos con datos inéditos (robos, accidentes en la vía pública, incendios,
denuncias, etc).
El promotor de la idea nos
relata que en el 2003 la AM 950 basó toda su programación en lo que el oyente le
pedía. El lunes 12 y martes 13 de junio de ese
año, al cumplir 90 días al aire,
salieron al aire dos programas especiales llamados "Tu opinión nos importa"
conducidos por Moria Casán y Jorge Santo (gerente de programación). En estos
espacios los oyentes opinaron sobre la radio y expresaban sus pedidos para cada
programa.
Actualmente la mayoría de los
programas de AM y FM, realizan segmentos con los mensajes telefónicos de los
oyentes, en algunos casos estos responden a consignas, en otros dejan su opinión
sobre algún tema en especial.
Si analizamos, casi el 90 por
ciento de los programas trasmitidos en trasnoche (AM y FM), se nutren de los
llamados telefónicos de los oyentes. En las FM podemos encontrar varios que sin el
aporte de los oyentes no existirían, ya que se basan en los llamados telefónicos.
Entre ellos podemos mencionar: Perros de la calle (Metro), Basta de todo (Metro),
Los 40 principales (FM Hit), la mayoría de los programas de Radio Pop, Rock and
Pop, TKM, etc. Los programas de ranking de todas las FM los construyen los
oyentes, ya que ellos son los que votan los temas.
Recordemos que en su
momento, la privatización de la frecuencia AM 710 de Radio Municipal generó que
en marzo de 1995 más de medio millar de sus oyentes participaran de un abrazo a
la emisora.
En marzo de 1995, Quique
Pesoa desde dos de sus programas (Club 103 y La oreja por radio Rivadavia),
organizó reuniones de oyentes a las que denominó "mingas". De esta manera
buscaba trasladar a la radio una tradición pueblerina de reunir familiares y amigos
con un objetivo común como reparar el techo de su casa o levantar una pared.
Esta tradición la trasladó a temas de encuentros con temas de interés común. La
primera "minga" se realizó el primer domingo de marzo en un boliche de San
Telmo con 700 oyentes. La última contó con 12 mil.
Nos cuenta el periodista Pablo
Martín que en la década del 80 el oyente de Radio Belgrano tenía un alto grado de
identificación con la emisora y sus elencos al punto que muchos de ellos se
movilizaron cuando en 1989 -el nuevo director- Horacio Frega, levantó algunos de
los ciclos que habían empezado en la democracia, como fue el caso de
"Ciudadanas".
En ese mismo año seguidoras
del programa "Eva y sus hermanas" (Graciela Dufau, Laura Ubfal y Moira Soto), se
manifestaron públicamente en contra de la decisión de Radio Nacional de sacarlo
de programación.
Esta relación de los oyentes
con los conductores de los programas evolucionó al punto de reunirse en clubes de
oyentes, aún cuando todavía no existía el facebook, ni ninguna de las redes
sociales que hoy nos proporciona la tecnología. Entre estos clubes Pablo Martín
destaca las siguientes experiencias:
1) La Asociación sin Anestesia:
Cuando a principios de 1986 los oyentes se enteraron que Sin Anestesia, el
programa que conducía Eduardo Aliverti estaba a punto de levantarse, empezaron
a llamar espontáneamente a la radio para armar una cadena telefónica con el fin
de coordinar alguna acción que evitara el fin del ciclo. Una asamblea resolvió
juntar firmas y llevarlas hasta la Casa de Gobierno. Más de 3.000 personas
marcharon a la Plaza de Mayo pero no pudieron cambiar la decisión.
2) Programa: "Con algunas cosas
claras", Rock and Pop: Cuando el ciclo, que entonces salía por la Rock and Pop,
había comenzado a tener problemas de financiación, los oyentes hicieron una
cadena telefónica y convocaron a una reunión en la cual se decidió abrir una
cuenta bancaria para sostener el programa. Después la actividad creció y se realizó
un ciclo de conferencias que duró un año y medio. El conductor del programa,
Gustavo López, explica que el club siguió cuando pasaron a La Red. "Los socios
armaron carpetas para presentar al programa en distintas emisoras". Además se
organizaron mesas redondas, reuniones y fiestas de fin de año.
3) Programa: "La linterna", Radio del
Plata: El club de oyentes del programa que conducía Laura Ubfal, se lanzó con una
Kermés del Espectáculo. Nueve oyentes ayudaron a Ubfal con la organización. "Lo
pensé como un servicio y como lugar de encuentros y solidaridad entre los
oyentes", explica la periodista.
4) Programa: "Contacto directo",
Rivadavia: Según la productora ejecutiva del ciclo, María de las Nieves Buitrago,
los insistentes llamados de los oyentes para aportar datos y también para pedir
datos que les permitan resolver pequeños problemas cotidianos, llevó a los
responsables del programa a crear un club. Hasta 1995 había 30.000 socios.
"Cualquier tipo de problema que ellos tienen sabemos cómo ubicarlos y qué
servicios les podemos brindar", contó Buitrago.
5) Programa: "Te escucho", varias
emisoras.: En 1990 Luisa Delfino inicia lo que cinco años después calificó con
orgullo "el primer programa con salida terapéutica". Hoy volvió con su clásico
programa en Radio del Plata. En los primeros 5 años el programa recibió unas 60
mil llamadas de oyentes (a razón de 50 diarias, mil mensuales) que "sienten
pánico, diversas fobias o soledad" y lo expresan al aire. A partir de una pregunta
ya clásica de la conductora -"¿Cómo te va la vida?"- la gente habla sin límite de
tiempo. A principio de marzo de 1991 un joven con SIDA que se hizo conocer - y
querer, asegura Delfino - entre la audiencia, salió por primera vez al aire y durante
un año relató su enfermedad, con sus mejorías y recaídas. Hasta que un día llamó
para despedirse porque sentía muy cercana la muerte y a las 48 horas un familiar
avisó que había fallecido. Aquella noche (7 de marzo), atacada por un exceso de
llanto, Luisa Delfino no pudo seguir con el programa.
6) La soledad del oyente: Oscar
Cerasuolo, Continental, reflexionó en 1993 acerca de la soledad de los oyentes:
"En nuestro país hay por lo menos cuatro millones de personas solas, mujeres y
hombres".
Ese mismo año publicó el libro Cartas
a la radio, una recopilación de cartas de los oyentes, como la siguiente: "Si supone
que siempre lo estoy escuchando, está en lo cierto. Pero nunca me animaré a
llamarlo ni nunca lo iré a ver porque no quiero conocerlo personalmente. Lo que
me gusta es seguir imaginándomelo, porque así es perfecto".
Marcelo Simón se casó con una
oyente. Susana Moncayo faltaba a la escuela para escucharlo por la radio.
Finalmente, el locutor y la cantante de ópera del Colón se conocieron, se casaron y
ahora tienen un hijo.
Estos son tan solo algunos de los
programas que abrieron el camino, muchos de los cuales ya no están, al aire, los
que están actualmente están presentes en todos y se consideran incluidos también
en los fundamentos de este proyecto.
Razones por las que se eligió el
7 de marzo
Pablo Martín, valoró desde sus inicios
como periodista, la importancia del oyente. Y sintió que esa persona, que
encarnamos todos los que nos sentimos identificados con los programas de radio,
merecíamos un día. Se puso entonces a investigar los distintos acontecimientos de
la historia de la radio donde los oyentes habían sido los protagonistas. Se detuvo
en la historia del joven con HIV que conmovió a tanta gente en el programa "Te
escucho" que conducía Luisa Delfino. El joven que un día llamó para despedirse
porque sentía que iba a partir, que había llegado su hora y a las 48 horas su
madre llamó para avisar que había fallecido. Aquella noche impactó a muchas
personas: era un 7 de marzo y marcó la historia del periodismo radial.
En el programa Eclipse
Nocturno, conducido por el periodista investigador se hizo una votación y la
audiencia decidió que el día del oyente iba a ser el 7 de marzo en homenaje a ese
gran oyente.
La idea siguió rondando en el
medio radial de manera informal. En el 2002, Pablo Martín pensó en que debía
darse verdadera relevancia a este día, y según él mismo lo cuenta propuso
inventar el "acontecimiento" con la ayuda de sus radioescuchas. La propuesta que
hizo el conductor al aire fue que toda su audiencia tenía que llamar a las radios de
Buenos Aires, y afirmar que el 7 de marzo era el Día Internacional del Oyente.
El hecho relevante es que
muchos programas antes del 7 de marzo salieron al aire diciendo que en esa fecha
se celebraba el día del oyente. Llegado el día todas las grandes emisoras de radio
festejaron junto a sus radioescuchas (La 100, FM Hit, Rock and Pop, X4, Radio
Disney, La Mega, etc.). La idea se convirtió en un objetivo cumplido.
En este sentido y ante el
resultado del evento, consultada Argentores, la Presidente de la Comisión - Mabel
Loisi- sostuvo por carta dirigida al Periodista Pablo Martín: "La idea de que el 7 de
Marzo se pueda celebrar el Día del Oyente, es muy buena, porque es el oyente el
protagonista y destinatario de nuestro trabajo. No existen antecedentes, a saber
de esta idea, por lo que sugiero eleve la documentación a las Autoridades del
Congreso de la Nación, para que se legalice oficialmente la originalidad de tal
iniciativa que este Consejo Profesional de Radio, considera de muy buena
autoría..."
Por las razones expuestas, solicitamos
la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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PLAINI, FRANCISCO OMAR | BUENOS AIRES | CULTURA, EDUCACION Y TRABAJO |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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