La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Adherir al Día Internacional del Trabajador a celebrarse el día 1º de mayo, conmemoración incorporada en nuestro país por la Ley 21.329 de Feriados Nacionales y Días no Laborables.

Señor presidente:

Como debiera ocurrir con una muchas otras fechas conmemorativas, el 1º de Mayo puede servirnos no sólo para recordar a aquellos obreros que con su lucha se ganaron un lugar en la historia mundial, sino también -y más que nada- para reflexionar sobre el hecho de que ha pasado más de un siglo desde aquel entonces y muchos trabajadores en todo el mundo siguen sin gozar de los derechos que les corresponden.

Es más, en la mayoría de los países vastos grupos de personas ni siquiera pueden ejercer su derecho a trabajar; y nuestra Argentina, más allá de los logros alcanzados, no es la excepción.

Son muchos los factores que han influido en la configuración de esta realidad. Uno de ellos -la nueva estructura económica mundial- ha provocado que distintos sectores productivos deban enfrentar grandes desafíos en lo relativo a la desigualdad de ingresos, el desempleo y la pobreza persistentes, la vulnerabilidad de las economías locales frente a las crisis externas y el aumento tanto del trabajo en negro como de la economía informal, que influyen en la organización laboral y en la protección que ésta puede y debe ofrecer a sus representados.

Ante estas circunstancias, es dable reconocer la necesidad de avanzar cada día más en la obtención de mayores beneficios para que sean repartidos de manera equitativa entre todas las partes involucradas a fin de responder a aquella aspiración universalista ícono del partido justicialista como lo es la justicia social alcanzada mediante el pleno empleo, prólogo indiscutido para lograr la cohesión social y la disminución de la pobreza y las desigualdades.

En este marco, valores fundamentales como libertad, dignidad humana, justicia social, seguridad y no discriminación se constituyen en pilares esenciales para el desarrollo y consolidación de una comunidad bien integrada en lo social y económicamente sostenible en el tiempo.

Así, es nuestro deber como representantes del pueblo el promover el trabajo genuino mediante el fortalecimiento de un entorno institucional donde: las personas puedan adquirir y actualizar sus capacidades y competencias para desarrollarse laboralmente alcanzando su propia realización personal -y por consiguiente el bienestar común-; las empresas sean sostenibles para hacer posible el crecimiento y la generación de mayores oportunidades y perspectivas laborales y de ingresos para todos; y la sociedad pueda conseguir sus objetivos de progreso social y desarrollo humano.

Para terminar, sería bueno recordar palabras del ex presidente Néstor Kirchner "la obligación primordial de todo argentino orgulloso de sus orígenes y amante de su patria, es la de trabajar, porque siendo el trabajo la única fuente de riqueza individual, es también, el único origen de riqueza colectiva".

Por todo lo expresado anteriormente con motivo de la conmemoración aludida, estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.-