La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo de la Nación informe, a través de la Secretaría de Energía, sobre los siguientes puntos:

1 - Ante los problemas de desabastecimiento de combustibles líquidos -nafta y gasoil- en diversos puntos del país, detalle cuáles son las medidas o procedimientos que ha implementado dicha Secretaría ante la emergencia en que se encuentra el abastecimiento de este insumo;

2 - Sumado al problema del desabastecimiento mencionado en el punto 1, se encuentra el problema del fraccionamiento en la venta y la variación en los precios de los combustibles; detalle al respecto qué controles está implementado respecto al acuerdo de precios de estos productos y cuáles son los resultados a la fecha;

3 - Indique si se está estudiando la implementación de la Ley 20.680 para regularizar en forma urgente la situación;

4 - Detalle cuáles son las causas del faltante y escasez de nafta y gasoil en estaciones de servicios de todo el país;

5 - Indique cuáles son las sanciones correspondientes que implementará dicha Secretaría con las empresas petroleras encargadas de abastecer el mercado, ante el incumplimiento en relación al normal abastecimiento de naftas y gasoil.

Señor presidente:

Desde principios del mes de mayo de 2008, ha recrudecido una situación que ya se registra desde el pasado año: en diversos puntos de todo el país se advierte una notable escasez de nafta y gasoil en las estaciones de servicio.

Asimismo se registra -según la denuncia del Comité Nacional de Defensa del Usuario Vial recogida en diversos medios de comunicación de circulación nacional- una disparidad en los precios de estos combustibles entre la Capital federal y el interior del país, llegando a registrarse diferencias de precios cercanas a un 50 por ciento.

Creemos que esta situación no puede analizarse por fuera de la crisis energética que vive nuestra Nación, donde cada vez más se hacen visibles los síntomas de una política energética que, desde la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, no ha traído para el país, su producción y sus habitantes más que problemas.

Y la escasez o desabastecimiento de estos combustibles líquidos es uno de los síntomas más visibles y peligrosos de este modelo energético que sólo tiene por objetivo la rentabilidad de las empresas y deja fuera de sus metas el acceso igualitario y eficiente a este insumo tan importante para la producción y el desarrollo de nuestra economía toda.

Sorprende encontrarse que un país como el nuestro, con una inmensa riqueza petrolera y gasífera, se halla en estos momentos al borde del desabastecimiento. Y sorprende más aun escuchar declarar al Secretario de Energía, Daniel Cameron, que se van a importar 600 mil metros cúbicos de gasoil en las próximas semanas (Diario Clarín, pag 9, 07/05/08). Vale preguntarse entonces porqué desde el Estado nacional se permite a las empresas seguir saqueando los recursos petroleros del país y exportar nuestros combustibles, con el único objetivo de maximizar ganancias por parte de las empresas petroleras, mientras el mercado interno padece una crisis de desabastecimiento.

No está de más recordar que estas empresas registran ganancias fabulosas. En el año 2006 las petroleras obtuvieron una renta por minuto de más de 41 mil pesos. A la fecha se estima que el total de las ganancias anuales de las petroleras será de más de 10 mil millones de dólares, y a esto debemos sumarle que se les permite exportar hasta el 75 por ciento de lo que extraen de nuestro suelo. Un negocio redondo que no contempla las necesidades actuales del mercado interno.

Sin embargo, el Estado posee una herramienta capaz de brindar equilibrio a esta situación: la ley 20.680, llamada Ley de Abastecimiento. Esta legislación otorga al Gobierno las herramientas que permitirían, en este caso, no estar hablando de desabastecimiento. Herramientas que permitirían que los productores rurales, automovilistas, expendedores de combustible, taxistas, etc, no estén padeciendo una situación que lleva inestabilidad y falta de trabajo a muchos de ellos.

En el caso del gasoil la situación es crítica para los sectores productivos relacionados con el agro, ya que este combustible líquido es considerado una herramienta tanto para el agro como para el transporte. Y no podemos olvidar que nos encontramos en época de cosechas, por lo cual, la intervención del Estado para garantizar el acceso a los combustibles es vital para miles de productores de todo el país.

Sostenemos que debe implementarse una rápida intervención estatal en este tema, no sólo para paliar la actual situación de emergencia tanto en lo referido al abastecimiento como a los precios, sino para subsanar el gran peligro que supone a futuro la falta de una política estatal que aliente menos la exportación de nuestros recursos y avance más en la investigación, inversión y financiamiento de energías alternativas. Creemos que tanto ante la continencia como estratégicamente, el Gobierno debe intervenir rápidamente y plantear las políticas que permitan que nuestros recursos estén nuevamente al servicio de la producción y el desarrollo de nuestro país.