PROYECTO DE TP
Expediente 2152-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE EL ESTADO EN QUE SE ENCUENTRAN LOS ESTUDIOS DE FACTIBILIDAD PARA LA CONSTRUCCION DE UNA CUARTA CENTRAL NUCLEAR EN EL PAIS ANUNCIADA POR EL GOBIERNO EL DIA 23 DE AGOSTO DE 2006.
Fecha: 08/05/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 40
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional
para que a través de los organismos que corresponda informe a esta Cámara sobre
las siguientes cuestiones:
1. En qué estado se encuentran
los estudios de factibilidad para la construcción de una cuarta central nuclear en el
país, anunciada por el Ministro de Planificación Federal, Inversiones Públicas y
Servicios el 23 de agosto de 2006.
2. Enumere y detalle las
solicitudes de autorización para extraer uranio y torio que el Estado Nacional ha
presentado en los últimos diez años ante la Secretaría de Minería de la provincia
de Córdoba y cuáles han sido las respuestas a los mismos.
3. Enumere y detalle en qué
sitios de la provincia de Córdoba el Estado Nacional realiza actualmente trabajos
de exploración y cateo para extraer uranio y torio, así como las empresas u
organismos del Estado responsables de los mismos y sus resultados.
4. Enumere y detalle los
Estudios de Impacto Ambiental realizados en los últimos diez años en los sitios de
extracción de uranio y torio ubicados en la provincia de Córdoba, y cuáles han sido
los organismos públicos o privados encargados de elaborarlos. Adjunte el
contenido de los mismos.
1. Enumere y detalle los
Estudios de Impacto Ambiental realizados y presentados junto a los trámites de
permiso para extraer uranio y torio en la provincia de Córdoba, y organismos
públicos o privados encargados de elaborarlos. Adjunte el contenido de los
mismos.
2. Si es cierto que el trámite de
permiso de exploración y cateo Expediente Nº 1924/2006 presentado por la
Comisión Nacional de Energía Atómica ante la Secretaría de Minería de la provincia
de Córdoba corresponde a terrenos que coinciden en un 80% con la "Reserva
Hídrica Provincial Pampa de Achala". En caso afirmativo, informar qué impactos
potenciales sobre el medioambiente se han previsto y las vías posibles de
contaminación.
3. Si la Comisión Nacional de
Energía Atómica ha considerado en su trámite de permiso las ordenanzas
municipales Nº 429 y 025 que declaran a las localidades de Mina Clavero y Nono,
respectivamente, como "zonas no nucleares" desde 1992.
4. Si ha considerado algún tipo
de mecanismo de participación ciudadana a fin de difundir las metas del proyecto,
sus metodologías, riesgos y eventuales beneficios de su implementación.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Motiva el presente pedido de informes
la inquietud que ha generado en los habitantes del Valle de Traslasierra de la
provincia de Córdoba el trámite de permiso de exploración y cateo para extraer
uranio que presentó la Comisión Nacional de Energía Atómica ante la Secretaría de
Minería de Córdoba en 2006, con Expediente Nº 1924 /2006.
Tal como sostiene la Asociación de
Profesionales de la Comisión de Energía Atómica y la Actividad Nuclear
(APCNEAN), el mundo actual se caracteriza por una creciente demanda de
recursos energéticos, reservas limitadas de petróleo y gas y un escaso desarrollo
de energías complementarias. (1) Y al tiempo que decrecen las reservas de
combustibles fósiles en nuestro país y la voluntad de las empresas para seguir
explorando el territorio, las reservas de uranio adquieren cada vez mayor
relevancia estratégica.
La minería de uranio es la primera
etapa de la secuencia de operaciones interdependientes encaminadas a producir
armas nucleares o combustible para el funcionamiento de reactores nucleares.
Aunque es posible encontrar este mineral en pequeñas cantidades en casi todas
partes, sólo hay uranio lo suficientemente concentrado como para que su
extracción resulte rentable en muy pocos lugares. Incluso en estas áreas, hay que
remover ingentes cantidades de tierra para conseguir cantidades apreciables de
mineral útil, lo que genera toneladas de residuos radioactivos.
En la actualidad, Argentina cuenta
con dos centrales nucleares -Embalse Río Tercero y Atucha I- y una tercera en
construcción -Atucha II-. Los reactores de estas centrales nucleares utilizan uranio
como combustible.
El Ministro de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios anunció el 23 de agosto de 2006 la reactivación del
Plan Nuclear Nacional, que incluía entre otros puntos:
- la extensión de la vida útil del
reactor nuclear de Embalse, que saldrá de servicio para 2010; y
- la realización de estudios de
factibilidad para la construcción de una cuarta central nuclear, en el marco de un
acuerdo global tripartito entre la NASA, la CNEA y la Atomic Energy Canada Limited
(AECL).
El Ministro De Vido adelantó también
que la decisión de contar con generación nucleoeléctrica implicaba "la necesidad
de impulsar la minería del uranio en nuestro país, tal que permita la prospección
en todo el ámbito del territorio nacional y la constitución de una reserva
estratégica nacional de este mineral, a ser destinada al consumo de nuestras
centrales de potencia, actuales y futuras, de magnitud adecuada a los planes
nucleoeléctricos del país...". (2)
Lo cierto es que en todas las
explotaciones de mineral de uranio y en las instalaciones industriales para el
tratamiento de este mineral quedan restos de material denominados "colas de
procesamiento" o "colas de mineral". Tal como lo reconoce la propia CNEA, estos
residuos constituyen fuentes potenciales de repercusión química y radiológica,
tanto para los trabajadores de la industria como para los individuos del público que
resulten expuestos, si los mismos residuos se dispersan en el ambiente. (3)
En la provincia de Córdoba, el
depósito de los residuos de uranio del Complejo Minero Los Gigantes y de la
planta Dioxitek S.A. del barrio Alta Córdoba, en la ciudad capital, son dos muestras
claras de cómo la actividad extractiva y el procesamiento del mineral suelen
hipotecar la salud de las generaciones futuras y la calidad del medioambiente.
También ha sido la CNEA la que, en
su Documento Marco de Evaluación Ambiental para el Proyecto de Restitución
Ambiental de la Minería del Uranio (PRAMU), reconoce:
- que los residuos de mina pueden
presentar riesgo ambiental, "si contienen sulfuros que son una fuente potencial de
generación de drenaje ácido";
- que el agua de mina puede
contener contaminantes radiológicos y convencionales y las cantidades excedentes
deben ser tratadas para ser descargadas al ambiente;
- que los efluentes líquidos que se
generan en el procesamiento de los minerales de uranio son soluciones que
contienen acidez residual, uranio, radio, cationes y aniones convencionales, todas
ellas fuentes potenciales de contaminación;
- que la dispersión de las colas
mediante el viento o el agua puede trasladar partículas de radioactividad y otros
compuestos tóxicos a capas de agua superficiales o subterráneas que constituyen
fuentes de agua potable, a los suelos, a la cadena trófica y a los alimentos;
El organismo concluye que la minería
de uranio provoca distintas combinaciones de efectos que implican, por ejemplo,
limitaciones al uso del suelo y del agua, impedimentos para el desarrollo de
determinadas actividades productivas, aumento en el índice de probabilidad de
contraer cáncer, afectación a la diversidad biológica e incapacidad de asegurar a
las generaciones futuras el máximo aprovechamiento de los recursos naturales, tal
como exige al Estado Nacional la Ley General de Ambiente Nº 25.675.
En octubre de 2006, dos meses
después del anuncio del Ministro de Planificación, la Autoridad Regulatoria Nuclear
-un ente autárquico dependiente del Poder Ejecutivo Nacional que tiene como
función ejercer la autoridad de regulación en el área nuclear- respondió a un
pedido de informes del senador Carlos A. Rossi, y aseguró que no había recibido
información oficial en relación a la construcción de nuevas centrales nucleares en
el país ni su eventual emplazamiento. Sin embargo, ese mismo año, la CNEA
presentó un trámite de permiso para exploración y cateo ante la Secretaría de
Minería de Córdoba, en terrenos que coinciden en un 80% con la "Reserva Hídrica
Provincial de Pampa de Achala", según consta en el Informe de Impacto Ambiental
que integra el Expediente Nº 1924 /2006.
El área bajo futura prospección limita
al este con el Parque Nacional Quebrada de Condorito; al oeste con el Valle de
Traslasierra, y al norte con la Ruta Nacional Nº 20 -también conocida como
Camino de las Altas Cumbres-. Las localidades más cercanas al terreno donde la
CNEA planea realizar trabajos de exploración y cateo son Mina Clavero, ubicada a
15 kilómetros al noroeste; Nono, emplazada a 19.5 kilómetros por el oeste; y Las
Calles, que se encuentra a 25 kilómetros por el Sudoeste.
La Reserva Hídrica Provincial de
Pampa de Achala posee 146 mil hectáreas. Fue creada por Decreto Provincial Nº
361 del año 1999 con el objeto de conservar el ecosistema de Sierras Grandes y
Pampa de Achala, dado su valor estratégico como el gran colector de aguas de
Córdoba, del que depende la calidad y la cantidad del elemento que alimenta y
provee a la mayoría de los embalses artificiales y al 60% de la población de la
provincia. La mayoría de los arroyos de la Reserva Hídrica colectan las aguas de
lluvia superficiales en dirección este-oeste y desembocan finalmente en el Arroyo
Chico de Nono, que recorre el pueblo del mismo nombre y vuelca sus aguas en el
río Los Sauces, sobre cuyo cauce se encuentra el Dique La Viña.
En el inciso b) del artículo 4º del
mencionado decreto se explicita que uno de los objetivos de la constitución de la
Reserva Hídrica Provincial es el de "preservar las cabeceras de cuencas,
contribuyendo así a asegurar la provisión de agua, tanto en su calidad como en su
regularidad, en territorios ubicados a menor altitud". La misma resolución provincial
calificó a los ambientes de la Pampa de Achala "de alta fragilidad, por el escaso
desarrollo edáfico con pronunciadas pendientes, por su clima de abundantes lluvias
y vientos,..., por la vulnerabilidad de su fauna silvestre, todas ellas causas
limitantes de los usos humanos extractivos". (4) En la Reserva Hídrica confluyen
flora y fauna silvestre de distintos ambientes del país, con predominio del andino-
patagónico, lo que genera un fenómeno biogeográfico único. Achala reúne en su
superficie especies animales endémicas como el sapo de Achala, el lagarto verde
de Achala, la loica o pecho colorado grande y el zorro colorado. Entre las especies
vegetales típicas de la zona se encuentran el molle, el quebracho colorado serrano,
el romerillo y el maitén.
La movilización de los ciudadanos del
Valle de Traslasierra no sólo nos advierte acerca del peligro potencial al que puede
quedar expuesta esa región de Córdoba sino que nos exige un debate que la
Nación y las provincias todavía adeudamos. La intranquilidad que genera en la
población cualquier iniciativa de explotación minera revela la carencia o la
fragilidad de las leyes de protección ambiental, muchas veces subordinadas a
intereses que desconocen el impacto que provoca una actividad de esta
envergadura en las comunidades locales. Será necesario, entonces, definir de qué
manera y a qué costos nuestro país va a desarrollar energía nuclear, con qué
tecnología, con qué infraestructura y, sobre todo, qué mecanismos de participación
pondremos a disposición de la ciudadanía para que las políticas en esta materia
sean definitivamente transparentes e indiscutiblemente públicas.
Por los motivos expuestos, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto
de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORANDINI, NORMA ELENA | CORDOBA | MEMORIA Y DEMOCRACIA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ENERGIA Y COMBUSTIBLES (Primera Competencia) |