La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar el beneplácito de esta H. Cámara por la decisión del Gobierno de la Provincia de Formosa de posibilitar a los pequeños productores agropecuarios la industrialización de su producción algodonera mediante la instalación de una hilandería y tejeduría como inicio de una actividad industrial gestionada por los propios productores.-

Señor presidente:

En la provincia de Formosa funciona el Instituto para la Asistencia Integral para el pequeño productor agropecuario (PAIPPA) que garantiza a los propietarios de pequeñas parcelas asistencia técnica y crediticia, comercialización y justo precio de la producción, vivienda digna, escolaridad y seguro de salud.

En una nueva etapa de esta política agraria destinada a superar mediante el asociativismo y la presencia del Estado provincial los males del minifundio, el gobierno de Formosa aspira a que las 10.000 familias de pequeños productores actualmente beneficiados con ese programa inicien su actividad industrial, para lo cual dispuso la compra de las maquinarias necesarias para el desarrollo de la industria textil a fin de que los campesinos no solamente sean dueños del algodón, sino también de la fibra y que a partir de allí se beneficien con el valor agregado.

Esto se suma a otras tareas preparatorias de la etapa agroindustrial ya cumplidas mediante la capacitación y apoyo para la transformación principalmente de alimentos.

Quienes hasta 1996 eran las víctimas de todos los males que resultan del minifundio se han convertido hoy en auténticos agentes del desarrollo agrario de la provincia gracias a la superación del individualismo, el accionar de los emprendimientos asociativos organizados y gestionados por los propios productores y las políticas activas del Estado provincial. Tal transformación no solamente implica un beneficio económico para los pequeños productores sino también una positiva transformación educativa, cultural y espiritual que cierra el camino a todo tipo de clientelismo y eleva la dignidad personal de cada campesino que ha podido constituirse en artífice de su propio destino y que, por lo tanto, no puede ser instrumento de la ambición de nadie.