La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su más enérgico repudio a los actos de represión a la población civil perpetrados por fuerzas de seguridad en la República Árabe de Siria y, consiguientemente, condena la implementación de medios violentos como mecanismo de respuesta estatal a las expresiones pacíficas y democráticas de su población; solicitando al Poder Ejecutivo Nacional se dirija al Gobierno de dicho Estado, a fin de requerir el cese de tales acciones y articule acciones conjuntas con los Estados que integran el UNASUR y el MERCOSUR tendientes a lograr un pronunciamiento reprobatorio del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.-

Señor presidente:

Múltiples han sido los medios de comunicación, tanto nacionales como internacionales, que nos han impuesto de la cruenta realidad que hoy impera y azota a la República Árabe de Siria. La restricción informativa que ha impuesto su gobierno a las agencias internacionales no ha impedido que los mismos ciudadanos, a través de los medios electrónicos y digitales, expongan los acontecimientos.-

Si bien nos encontramos frente a una crisis de raigambre política que anida en el régimen de gobierno de dicho país, con suma angustia y pesar, nos hemos visto confrontados al enrostramiento de la violencia como única respuesta generada por el Estado a las expresiones populares de divergencia y reclamo de mayores derechos y libertades.-

El escarmiento a través del plomo y el acero al que han recurrido fuerzas de seguridad, identificadas o no como tales, que ya se manifestara en el inicio de la crisis política en la región meridional de la República Arabe de Siria se ha extendido y visto literalmente teñido de sangre con los luctuosos hechos ocurridos el viernes 22 de abril pasado que arrojaran más de un centenar de manifestantes muertos entre la población civil, sin distingo de sexo ni edad; agravado por quienes fueran propiamente asesinados al concurrir el sábado 23 de abril pasado a las ceremonias de exequias y funerales de los caídos con antelación.-

No existe normativa internacional que conciba como legítimas tales situaciones, y no puede aceptarse de modo alguno que ello sea solamente reprobable desde una ficticia mirada "occidental" o que deba respetarse el principio de no intromisión en asuntos internos de los estados soberanos que integran nuestro planeta, cuando se produce con incuestionable flagrancia la violación de derechos humanos, civiles y políticos.-

La Declaración Universal de Derechos Humanos nos ha enseñado que no puede realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus derechos económicos, sociales y culturales.-

Los argentinos hemos dado un doloroso testimonio a la humanidad del trauma que produce a la sociedad atravesar por etapas de sojuzgamiento de las libertades políticas y civiles, mediante su supresión, implementados por aparatos estatales y paraestatales; rotulando a dicha metodología como "Terrorismo de Estado".-

También ha sido nuestra sociedad la que ha generado la respuesta democrática a tan profundas heridas a través de la Justicia y el imperio de los derechos humanos, civiles y políticos a través de la vigencia del Estado de Derecho.-

Cuando existen actos que agravian directamente a la condición humana, y cuando frente a los reclamos de mayores derechos se responde directamente con la supresión del derecho a la vida y a la seguridad no existe ni puede existir lógica que se ampare en fronteras ni en ninguna región de nuestro mundo para su justificación; y tanto como ello consideramos que tampoco resulta admisible permanecer pasivos frente a tales situaciones.-

La expresión de condena legislativa que aquí propugno es la expresión de reprobación del pueblo argentino, pues somos sus representantes, frente al magnicidio que se está cometiendo sobre la población civil de la República Arabe de Siria; y conlleva también explicito un requerimiento al Poder Ejecutivo Nacional para que arbitre de modo directo ante el Gobierno sirio y, sin dudas, también ante las diversas instancias internacionales que nuestro país integra - fundamentalmente en coordinación con los Estados que integran el MERCOSUR y UNASUR y a través del Consejo de Derechos Humanos de la ONU- a fin de que coadyuven a hacer cesar a la inmediatez el estado de violencia, coerción y represión gubernamental a la población civil de la Republica Árabe de Siria mediante la implementación de políticas de diálogo entre los sectores divergentes y la revisión judicial que permita juzgar oportunamente a los responsables de los crímenes en que aberrantemente se ha visto sumida la población de la República Árabe de Siria.-

Es por respeto a la condición humana, a nuestra historia y a la fraternidad que debe existir entre todos los pueblos del orbe que solicito a los Señores Diputados acompañen la presente iniciativa.-