La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Erigir estatuas que representen a los Caudillos Federales, Juan Facundo Quiroga, Francisco Ramírez, Estanislao López, José Félix Aldao y Ángel Vicente Peñaloza, y gestionar ante la autoridad pertinente su colocación en la Plaza del Congreso.

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que por la vía que corresponda se sufraguen los gastos que demande la medida adoptada, a los efectos de su concreción en el corriente año 2.010.

Señor presidente:

La ocasión del Bicentenario de la Revolución de Mayo amerita que redoblemos nuestros ejercicios de memoria colectiva respecto de los sucesos que forjaron nuestra patria, pero también respecto de quienes fueron protagonistas de un hilo histórico que tiene su génesis en aquella época, pero que continúa infatigable hasta nuestros días, pasando, en el mismo siglo XIX, por hechos de incontrastable importancia, y figuras de notoria significancia e influencia.

Muchos de aquellos hombres y mujeres tienen reconocimiento en las páginas de nuestra historia, pero muchos otros han caído en el olvido, o se han relegado a un papel de reparto, o bien han caído denostados por la tergiversación, a veces interesada, sobre los acontecimientos que protagonizaron.

Por eso me parece adecuado que, a manera de reivindicación de su lucha, de sus ideales, de su sentimiento de patria, y para acrecentar el conocimiento que los argentinos podamos tener de ellos, se erijan en un lugar de importancia en la Ciudad Capital de la República, monumentos a los caudillos federales.

Nombres como los de Juan Facundo Quiroga, Francisco Ramírez, Estanislao López, José Félix Aldao, Ángel Vicente Peñaloza, y sin perjuicio de la inclusión de quién esta H. Cámara estime pertinente, merecen un reconocimiento profundo de la sociedad argentina en general. Demás estaría explayarme aquí sobre su historial o sobre su significancia, sobre su trascendencia para la construcción institucional, histórica, sociológica, política y hasta económica de la Nación. Su lucha, a veces sórdida y mal interpretada, debe perdurar siempre en la memoria de los argentinos.

Estimo, salvo mejor idea, que desde ya acompañaré, que sería un justo homenaje para estos forjadores de la Patria que se erijan estatuas que representen su figura; y que las mismas sean colocadas en la Plaza del Congreso. Porque el Congreso representa la universalidad de la Nación. La convergencia de los pueblos con sus ideas y sus necesidades, sus propuestas y sus requerimientos. La presencia viva del interior del país.

Se propone que, siendo propicio concretar la medida en el curso de este año, y no habiéndose previsto el gasto en el presupuesto corriente de esta Cámara, se solicite al Ejecutivo que corra con los mismos, mediante la asignación de una partida especial.

Formulo entonces este proyecto de Resolución, del que espero el acompañamiento, especialmente de todos quienes pensamos que el federalismo es una lucha, en cuya perseverancia debemos militar.