PROYECTO DE TP
Expediente 2104-D-2009
Sumario: RENDIR HOMENAJE A LAS VICTIMAS DE LA MASACRE DE LA PLAZA LOREA OCURRIDA EL 1 DE MAYO DE 1909.
Fecha: 30/04/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 39
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje a las víctimas de la
masacre de la Plaza Lorea ocurrida el 1º de Mayo de 1909, al cumplirse el
centenario de tan fatídica jornada.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El 1º de mayo de
1909, los trabajadores de la Argentina cumplieron con el mandato del Congreso de
la Internacional Socialista que veinte años antes había declarado a esa fecha como
"Día Mundial de la lucha obrera" en homenaje a los trabajadores estadounidenses
que en 1886 habían sido masacrados por reclamar la jornada laboral de ocho
horas.
Debido a las
diferencias existentes en el movimiento obrero de entonces, la Ciudad de Buenos
Aires iba a ser escenario de dos actos conmemorativos. Uno había sido organizado
por el Partido Socialista que convocó a sus adherentes a concentrarse en Plaza
Constitución para marchar desde allí a la Plaza Colón, donde se realizaría el acto.
El otro, llamado por los anarquistas nucleados en la Federación Obrera Regional
Argentina (FORA) debería realizarse en la Plaza Lorea.
Eran tiempos duros
para el movimiento obrero. Regía la Ley de Residencia que le confería al Poder
Ejecutivo atributos para expulsar del país a los extranjeros catalogados como
peligrosos por sus ideas libertarias. Las conmemoraciones del 1º de Mayo eran
habitualmente reprimidas. En la de 1904, hubo dos trabajadores muertos y 24
heridos. En 1905 regía el estado de sitio y el acto del 1º de Mayo se realizó veinte
días después luego de contar con la autorización policial que impuso la condición
de que "no se enarbolara ninguna bandera roja". A pesar de ello, los concurrentes
fueron reprimidos y hubo dos nuevos muertos y una veintena de heridos entre los
trabajadores.
Volviendo a 1909, digamos que el acto convocado por la central anarquista
en Plaza Lorea debía comenzar a las cinco de la tarde. Cuando aún los oradores no
habían iniciado sus discursos, el entonces jefe de la Policía, Ramón L. Falcón,
ordenó reprimir a la concurrencia. Refiriéndose a aquella jornada, el escritor
Osvaldo Bayer escribió: "Ese día ocurrirá la más grande tragedia obrera hasta ese
momento de nuestra historia social. La policía montada al mando del comisario
Jolly Medrano, después de que sonara el clarinazo de ataque ordenado por el
propio coronel Falcón, se lanza sobre las columnas obreras en la Plaza Lorea.
Parece una estampa de la Rusia imperial cuando los cosacos atacaban
concentraciones de famélicos proletarios en San Petersburgo o en Moscú. En la
historia de las represiones obreras, la del coronel Falcón quedó como una de las
más cobardes y alevosas. En un primer momento se cuentan treinta y seis charcos
de sangre. Para explicar el drama, el militar traerá el argumento que todavía hoy
se emplea en la Argentina: le echa la culpa a los agitadores".
La represión ordenada por Falcón
dejó un saldo de 12 muertos y más de 80 heridos. Los que lograron eludir los
sablazos y los tiros que disparaban los "cosacos" de Jolly Medrano, corrieron por
avenida de Mayo y se toparon con una columna de 20 mil socialistas. Ambos
grupos se hicieron uno solo que marchó en silencio hasta la Plaza Colón. Los que
allí hablaron propusieron a la multitud declarar una "huelga general por tiempo
indefinido como desagravio a la clase obrera, ofendida en las víctimas de Plaza
Lorea y para exigir la renuncia del jefe de policía y el castigo de todos los
responsables de la masacre".
La propuesta fue aprobada y de esa
manera comenzó lo que pasaría a la historia como "La Semana Roja". En su
transcurso, se paralizaron la industria, el comercio y los servicios, y -según se
calcula- adhirieron a ella unos 200 mil trabajadores.
Desde el Estado, se
respondió con más represión: los locales sindicales y políticos fueron clausurados;
los socialistas y anarquistas encarcelados se contaban por centenas y se intentó
sin resultado impedir que sus órganos periodísticos -La Vanguardia y La Protesta,
respectivamente- fuesen distribuidos.
El 8 de mayo, el
Comité Ejecutivo del Partido Socialista recibió una propuesta del gobierno en la
que se ofrecía la liberación de los presos y la reapertura de los locales a cambio del
levantamiento de la huelga.
El día 10 de mayo se
resolvió levantar la larga huelga general.
Un testigo presencial
de los hechos de aquel 1º de mayo de 1909, Álvaro Yunque, se ha referido a ellos
en una sentida página que culmina con una reflexión: "Recordar -dice- no es
siempre dulce. A veces, recordar es terrible. Pero también recordar es útil. Útil
para nosotros, los que hemos vivido, más aún para los que van a vivir y
amaneciendo a la vida argentina (...) cantan: "Libertad, libertad, libertad." Es que
la lucha de los trabajadores ha sido siempre una lucha por la libertad; y aquella
jornada de 1909, un hito trascendente en la historia del movimiento obrero.
Por lo expuesto,
solicito la aprobación de este proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BASTEIRO, SERGIO ARIEL | BUENOS AIRES | ENCUENTRO POPULAR Y SOCIAL |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |