La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su profundo repudio por el escrache realizado el 21 de Abril de 2016 al ensayista y designado Director de la Biblioteca Nacional –Alberto Manguel- en oportunidad de brindar su discurso en el marco de la inauguración de la 42 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Señor presidente:

El prestigioso escritor y ensayista Alberto Manguel, designado director de nuestra Biblioteca Nacional a partir de julio de 2016, fue víctima de actos de intolerancia en el marco de la inauguración de la 42 Feria Internacional del Libro de Buenos Aires,

En ese destacado espacio de encuentro cultural, un grupo de personas autoproclamadas “intelectuales”, entre otros, organizados por Paola Crotez –investigadora del CONICET, decidió escrachar a Alberto Manguel durante su discurso de apertura, enturbiando lo que debió ser la inauguración de un prestigioso evento destinado a toda la población y compartida al mundo.

En una sociedad pluralista nadie debiera arrogarse el derecho a interrumpir la palabra de otro, por lo que destacamos la templanza del ensayista, quién decidió no dejarse amedrentar por una acción de violencia pasiva sobre su persona, y continuar con su discurso de apertura.

La manifestación de violencia del que fuera objeto el escritor, contraria a las prácticas democráticas, implica una violación de tratados y acuerdos internacionales en materia de derechos humanos, que los argentinos no nos merecemos.

Seguramente, gran cantidad de los libros exhibidos en esta Feria, reconocida internacionalmente como una de las más importantes a nivel mundial y que representa y facilita la toma de contacto con nuestras obras literarias y sus autores, enseñen la tolerancia y convivencia pacífica. Por ello el escrache en época de democracia, es un acto nefasto, propio de personas intolerantes y poco civilizadas, que adultera en su significado lo que fuera una herramienta que nació para señalar a los protagonistas de la represión del régimen militar.

Hoy tenemos la oportunidad de acercarnos los unos a los otros sin ideas preconcebidas. Aceptemos el desafió de escucharnos mutuamente con atención, con el deber de dialogar. Es por ello que transcurridos 200 años de nuestra independencia, debemos independizarnos también de estos actos barbáricos y definitivamente, aprender a convivir entre todos, en un marco de libertad, democracia y respeto por el prójimo, respetando a aquel que piensa distinto. La peor crisis cultural, es la de no aceptar el diálogo, debemos focalizar en el ejercicio de superar nuestras diferencia y construir fraternidad.

Borges escribió que el mal mayor fue la estupidez, la dirigida y fomentada barbarie, la pedagogía del odio, el régimen embrutecedor de divisas vivas y muertas.

Nuestra diversidad pareciera que a veces resulta problemática, pero ha sido y es fuente de creación y ofrece la oportunidad de ver el mundo con otros ojos y aprehenderlo desde distintos ángulos. También en este terreno tenemos que ir al encuentro del otro y reforzar la interlocución. Citando el “Martín Fierro”: “Bien lo pasa hasta entre Pampas, el que respeta a la

gente. El hombre ha de ser prudente para librarse de enojos. Cauteloso entre flojos, moderado entre valientes”.

Intentemos ser receptivos y entrar en diálogo respetuoso. Si suscita la adhesión de muchos, nos hallaremos en disposición de redescubrir desde una perspectiva totalmente diferente a nuestro país y las potencialidades que encierra.

Por ello solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación de este proyecto.