La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo nacional la pronta incorporación de la República Argentina al Consejo Oleícola Internacional (International Olive Oil Council), dependiente de Naciones Unidas, dada la importancia y jerarquía que para la producción olivícola nacional adquiere dicha adhesión y la mejora sustantiva que significará para las economías regionales implicadas.-

Señor presidente:

El Consejo Oleícola Internacional (International Olive Oil Council) es una organización intergubernamental a cargo de la administración del Acuerdo Internacional del Olivo logrado en 1956. Las múltiples actividades desarrolladas por más de 40 años, lo han convertido en la organización líder a nivel mundial en el campo de la promoción y cuidado de la producción del árbol de oliva, extendiendo su participación, además, al ordenamiento comercial de dicha actividad.

De esta manera las iniciativas llevadas a cabo por este consejo, han permitido desarrollar, defender y difundir la olivicultura, tomando para ello las labores de campo, el empleo rural, la población rural, el comercio de productos alimenticios, y muchos otros parámetros de importancia socioeconómica.

Aspectos como la coordinación internacional y el desarrollo de políticas de mercado para el aceite de oliva y la aceituna de mesa, han permitido asimilar reglas y estándares homogéneos para asegurar la autenticidad de los productos, así como también la implementación de actividades interdisciplinarias en los campos de la agricultura, la tecnología, la ciencia y la información.

De esta manera el Consejo Oleícola Internacional se ha constituido en el líder de distintas actividades multilaterales, en pos de defender y promover la olivicultura y sus productos derivados. Por tal motivo, y a lo largo de los años, se ha erigido en un organismo internacional de sumo prestigio en el marco de organizaciones similares, y en la máxima palabra en olivicultura.

Sin embargo, la Argentina no es miembro parte de este consejo. Nuestro país ha tenido una participación fugaz desde los años 1965 a 1974. En el último año las condiciones del mercado internacional con fuertes protecciones al comercio agropecuario de los países en vías de desarrollo, produjeron la decisión de salir de dicho organismo, en tanto en el orden interno se produjo un avance de la actividad impulsado básicamente por las organizaciones de productores del sector.

Hoy la situación de la producción nacional y la dinámica que ha adquirido la producción internacional, requieren una revisión con relación a esta decisión adoptada hace algo más de treinta años.

La importancia que adquiere para la competitividad de la producción nacional, exige encarar las estrategias de crecimiento desde la óptica de cadena productiva y no en compartimientos estancos, así como para la inserción en los mercados internacionales la pertenencia a reconocidas organizaciones internacionales, dado que, su sola adhesión garantiza ventas por el encuadramiento productivo a disposiciones técnicas reconocidas y avaladas; son acciones que deben complementar las actividades desarrolladas en nuestro país en los últimos años, reforzando, además, la importante expansión cuantitativa del sector.

El ingreso al COOI implica para la Argentina un aporte monetario inicial de esta entidad para el desarrollo y realización de una campaña de promoción del producto, lo que significaría para la olivicultura nacional reforzar su presencia y su identidad en las góndolas internacionales, compitiendo con las producciones mundiales hoy consideradas de primer nivel.

Desde el punto de vista económico, no debe desconocerse el hecho de que la producción nacional se ha visto amenazada en los últimos años por aquellos que pretenden usufructuar el prestigio y esfuerzo realizado por los productores y elaboradores que siguen pautas de producción y de calidad únicas y reconocidas a nivel internacional, colocando en el mercado productos que dicen ser lo que no son.

Desde el punto de vista social, nadie desconoce el hecho de que el fortalecimiento de la producción olivícola, su comercialización y la incorporación de ésta dentro de las pautas de consumo, puede significar una mejora sustantiva para los sistemas productivos de provincias de nuestro país, donde las alternativas de producción agrícola son limitadas dadas las características de suelo y clima, por lo que toda acción nacional destinada al fortalecimiento de dichas producciones regionales, tendrá un impacto no sólo en la producción nacional y su valor agregado, sino en las condiciones de desarrollo social de los productores.

De esta manera, corresponde destacar que durante el período enero-octubre de 2007 las ventas de productos olivícolas de nuestro país alcanzaron el mayor registro desde el año 2000, llegando a los u$s148,8 millones FOB, según un informe de la Dirección Nacional de Alimentos.

En el caso particular del aceite de oliva, las exportaciones fueron de 14.104 toneladas, generando divisas por u$s50,3 millones FOB, tratándose de un valor histórico de venta de estos productos, de acuerdo a información también de la Dirección Nacional de Alimentos, en base a datos de la Aduana.

Así es como, en virtud de las cifras mencionadas, entendemos que el costo del ingreso del país al COOI será recuperado con creces a partir de una mejora de posicionamiento de la producción nacional olivícola en los mercados externos.

Por lo expuesto anteriormente es que solicito a mis pares que me acompañen en la aprobación del presente proyecto de resolución.