La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su preocupación y rechazo ante los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en la República Árabe Siria, en los que ha fallecido un alto e indeterminado número de personas, especialmente manifestantes opositores a manos de fuerzas gubernamentales de ese país. A su vez, solicita al Poder Ejecutivo Nacional que realice las presentaciones en repudio e investigación de estos hechos ante los organismos internacionales correspondientes.

Señor presidente:

Desde mediados de enero, varias manifestaciones populares conmueven a los regímenes del norte de África y Medio Oriente, amarrados por décadas a las estructuras del Estado. Las protestas en Túnez, que concluyeron con el exilio del ex presidente Ben Ali, inauguraron la saga de movilizaciones, y el fenómeno alcanzó ya a una decena de países.

A partir de marzo de 2011 se desataron en diferentes ciudades de la República Árabe Siria enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y protestantes. El motivo es el reclamo por reformas políticas, económicas y sociales.

Si bien no existen cifran exactas, ya que las cifras de muertos y heridos de los informes oficiales no coinciden con los que denuncian distintos grupos defensores de los derechos humanos, más de 350 personas han muerto desde que se iniciaron las protestas. En su mayoría manifestantes a manos de las fuerzas gubernamentales. Amnistía Internacional manifestó que la reacción del gobierno sirio ante las exigencias de cambio planteadas por la población ha alcanzado nuevas cotas de brutalidad, mientras tanques de las fuerzas armadas continuaban bombardeando zonas residenciales. Asimismo Human Rights Watch afirmó que las fuerzas armadas sirias utilizaron tanques para bombardear edificios civiles.

"Al recurrir a la artillería contra su propio pueblo, el gobierno sirio ha demostrado que está decidido a aplastar las protestas pacificas casi a cualquier precio y sin que le importen las muertes de ciudadanos y ciudadanas sirios", ha manifestado Malcolm Smart, director del programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

También se informa que las fuerzas gubernamentales no permiten que las víctimas de los ataques reciban asistencia humanitaria. Los servicios de agua y electricidad se han cortado en algunas ciudades, especialmente aquellas que han sido el centro de las protestas. Según las fuentes de Amnistía Internacional, los informes indican que también llegaron a algunas ciudades sirias francotiradores del gobierno que atacaron a quienes intentaban ayudar a personas heridas tendidas en las calles.

Sin vacilaciones creemos que es el pueblo sirio quien debe dirimir este conflicto, pero ni el derecho a su autodeterminación, ni la obvia inexistencia de "recetas mágicas" nos eximen del deber de denunciar las violaciones a los derechos humanos y contribuir a su remedio.

Además teniendo en cuenta que el estricto respeto del principio vinculado a los derechos humanos no debe ser tamizado en función de quienes los violan, y por el contrario no debe reconocer excepciones de ninguna índole, consideramos que es imperioso que el Poder Ejecutivo Nacional finalice a una actitud silenciosa ante hechos tan condenables que generan una displicente complicidad.

El prestigio ganado por nuestro país sobre la defensa de los derechos humanos en el ámbito internacional puede estar en juego en la medida que no se manifieste una reprobación hacia hechos de esta naturaleza teniendo en cuenta que no se puede continuar esperando que el número de víctimas inocentes aumente para generar una reacción oficial sobre esta crítica situación humanitaria.

Estamos convencidos que la República Argentina, por sí, o colectivamente a través de las organizaciones regionales, debe reclamar ante la Organización de las Naciones Unidas las acciones pertinentes para la defensa de los Derechos Humanos. Asimismo, encomiar la realización de las investigaciones necesarias sobre la violación a los derechos humanos. Esto contribuirá directamente en la consolidación de la conciencia internacional sobre estos terribles sucesos y condicionarán el accionar del gobierno sirio en este sentido.

El avasallamiento de los derechos humanos y de las libertades que el gobierno del Presidente Bashar Al-Asad auspicia desde la última semana, con el propósito de silenciar a los vastos sectores de la población movilizados, son intolerables.

Es por todo lo expuesto, Sr. Presidente, que solicitamos la aprobación del presente proyecto de declaración.