La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los organismos correspondientes, informe:

a) Si se han realizado inspecciones de control y fiscalización del cumplimiento de las normas laborales, de la seguridad social y de detección de trabajo infantil en empresas agrícolas, específicamente establecimientos de producción de arándanos, de la Ciudad de Concordia, provincia de Entre Ríos.

b) De ser afirmativa la respuesta, especificar a qué empresas y cuál fue la fecha en la que fue llevada a cabo la inspección.

c) Cuáles han sido los resultados de dichas inspecciones en relación a:

cantidad de niños/as y adolescentes detectados que trabajen en estas condiciones y situación educativa de los mismos

edades y lugar de residencia de los mismos

si se detectaron irregularidades en los documentos de identidad de niños/as y adolescentes en las arandaneras y medidas tomadas al respecto

d) Cuáles fueron las penalidades aplicadas.

e) Si se aplicaron penas pecuniarias, monto de las mismas y destino de esos fondos.

f) Si se han detectado empresas "contratistas" o "agencias de servicios" no registradas, que trasladen personas para trabajos estacionales en establecimientos de producción de arándanos.-

Señor presidente:

Desde hace tiempo, todos los años, durante los meses en que se realiza la cosecha del arándano en la provincia de Entre Ríos -septiembre a diciembre-, se suceden las noticias en los medios de comunicación en relación a la existencia de trabajo infantil y acerca de la precariedad laboral y las pésimas condiciones de vida de esos trabajadores rurales.

La denuncia pública, sin embargo, no ha venido a modificar ni un ápice la situación que viven los menores.

Como todos ya sabemos, el trabajo infantil incide directamente en la educación de los niños/as y adolescentes, en tanto tiene graves implicancias tales como el analfabetismo, la deserción escolar, la repitencia y una baja calidad de aprendizaje.

Por otra parte, y con independencia de la edad, la agricultura constituye uno de los tres sectores más peligrosos en lo que se refiere a víctimas por accidentes de trabajo. Según las estadísticas de la OIT, la mitad de los accidentes mortales se producen en la agricultura (OIT, 2000, p.3), los peligros potenciales son numerosos, y los niveles de riesgo, elevados.

Particularmente, el trabajo infantil en la agricultura, es un problema especialmente difícil de abordar debido a factores específicos tales como el uso de herramientas afiladas diseñadas para adultos, transporte de cargas demasiado pesadas para sus cuerpos inmaduros y empleo de maquinaria peligrosa. Así como la exposición a agroquímicos y condiciones meteorológicas adversas. Asimismo, cuando los niños se ven obligados a afrontar largas jornadas de trabajo en los campos, su capacidad para asistir al colegio o cursar estudios profesionales queda limitada, lo que les impide adquirir la formación que podría sacarles de la pobreza en el futuro.

Todo esto sumado a cuestiones vinculadas a la peligrosidad del trabajo rural en si y a las condiciones adversas del trabajo infantil en cualquier ámbito.

Datos otorgados por la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) del año 2004, nos muestran un panorama de la problemática en el país. Esta encuesta realizada por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) - relevó información acerca de una población de alrededor de 4 millones de niños, niñas y adolescentes de cuatro regiones

del país: Gran Buenos Aires, la provincia de Mendoza y dos subregiones, una del Noroeste, integrada por tres provincias: Jujuy, Salta y Tucumán, y la restante del Noreste por las provincias de Formosa y Chaco.

A pesar que la EANNA no incluyó a la provincia de Entre Ríos que nos ocupa en particular en el presente proyecto, nos interesa mencionar algunos resultados de la misma; como por ejemplo, que el 25% de los adolescentes que trabajan no asiste a la escuela, mientras que en las zonas rurales ese porcentaje llega al 62% y en las ciudades, al 21%. Paralelamente, el ingreso temprano a las tareas agropecuarias lleva a que el 10% de los niños de 10 a 13 años que trabajan en áreas rurales no concurren a la escuela. La repitencia se agrava entre los niños que trabajan, pues alcanza al 30%, el doble de los que no trabajan; en los adolescentes las cifras de repetición llegan al 43% mientras que entre los que no trabajaron llega al 26% (1) .

Cabe destacar que con la sanción en 2008 de la Ley 26.390 se elevó la edad mínima de admisión al empleo de 14 a 15 años transitoriamente hasta el año 2010. Además esta en ejecución desde 2006 el Plan Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil que tiene entre sus principales líneas de acción el "fortalecimiento de la inspección de Trabajo y creación de nuevos mecanismos de detección del trabajo infantil y lograr la reinserción de los niños/as trabajadores en el sistema educativo formal" entre otras acciones.

En relación a las inspecciones se creó por Resolución MTEySS N° 1191/08 la Coordinación de Monitoreo de Inspección en Materia de Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente que tiene entre sus objetivos "Implementar inspecciones periódicas para detectar trabajo infantil y trabajo adolescente irregular en ámbitos urbanos y rurales".

Asimismo en 2004 fue sancionada la Ley N° 25.877 por medio de la cual se creó el Sistema Integral de Inspección del Trabajo y de la Seguridad Social (SIDITYSS), cuya misión es controlar y fiscalizar el cumplimiento de las normas del trabajo y de la seguridad social en todo el territorio nacional y combatir el trabajo no registrado. Establece que el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social es la autoridad de aplicación de este sistema y está facultado para verificar infracciones de los empleadores a las obligaciones de la seguridad social y aplicar las penalidades correspondientes. La ejecución operativa, según informa el Ministerio de Trabajo, se realiza de manera descentralizada, siendo las 36 Delegaciones Regionales del MTEySS distribuidas en todo el país y la Dirección de Inspección Federal, con jurisdicción en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las encargadas de llevar a cabo la fiscalización.

En relación al trabajo infantil esta ley brinda herramientas concretas para su persecución, estipula en el art. 35: Sin perjuicio de las facultades propias en materia de inspección del trabajo de los Gobiernos Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social realizará en todo el territorio nacional acciones coordinadas con las respectivas jurisdicciones de fiscalización para la erradicación del trabajo infantil. Las actuaciones labradas por dicho Ministerio en las que se verifiquen incumplimientos, deberán ser remitidas a dichas administraciones locales, las que continuarán con el procedimiento para la aplicación de las sanciones correspondientes.

A pesar de las normas existentes en lo que refiere a la fiscalización del trabajo infantil, los problemas continúan.

Este es el caso de la provincia de Entre Ríos, particularmente de la ciudad de Concordia en lo que refiere a la producción de arándanos.

La fruta, de la familia de los berrys, ha tenido un significativo crecimiento en los últimos años, al punto que hoy Entre Ríos concentra la mitad de la producción de arándanos del país: los últimos datos dicen que en la cosecha 2009/2010 se produjeron 20 mil toneladas, de las cuales se exportaron 14.000, la mayor parte a Estados Unidos e Inglaterra.

En Concordia hay 100 establecimientos que, en su conjunto, representan 1.800 hectáreas de plantaciones de arándanos.

El trabajo infantil es muy fuerte en este sector de producción. Según el Diario de Paraná (2) , un relevamiento del INDEC arrojó que el 6,7 % de los chicos de entre 10 y 17 años está en el mercado laboral en esta ciudad.

Según la ONG Educatio.org, en agosto de 2006, a poco de comenzar la cosecha del arándano, en la Dirección Provincial del Trabajo, seccional Concordia, Entre Ríos, se labraban de 7 a 8 solicitudes diarias, un promedio semanal de 50 actas, en las que los padres autorizaban que sus hijos, de entre 14 a 17 años, trabajaran en la zafra.

De todos esos niños/as que debían ausentarse de las aulas durante los tres o cuatro meses que dura la cosecha, la gran mayoría, en septiembre (fecha en que comienza la zafra) abandona el ciclo lectivo (3) .

Dos años después se presentaba la misma situación. "Este año (por el 2008) hubo 600 familias que solicitaron autorización ante la dirección de Trabajo provincial para que sus hijos mayores de 14 años puedan trabajar con jornada reducida en la cosecha del arándano en Concordia, las que se otorgaron dado que se acreditó la documentación requerida por ley. ... según el último relevamiento que hizo el Consejo general de educación (CGE), por intermedio de la departamental de Escuelas más la dirección de Trabajo, se constató que había 361 chicos trabajando que tenían que estar concurriendo a la escuela" (4) .

Según datos de la web del COPNAF (5) de fines del año pasado, en referencia a jóvenes de Concordia, Santa Fe y Misiones podía leerse que "Al menos seis adolescentes fueron detectados en un operativo rutero efectuado en conjunto por personal policial y del Consejo del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), en la zona de Villa Zorraquín, al norte de Concordia. Algunos de ellos son oriundos de Santa Fe y Misiones, y aparentemente se encuentran en la Capital del Citrus por la temporada del arándano. Desde el organismo provincial, Fernando Rouger informó que los menores serán devueltos a sus provincias de origen".

En relación a esta situación, un equipo de técnicos del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) determinó que los menores, de entre 14 y 16 años, fueron contratados por agencias de trabajo, que actúan como intermediarias entre la mano de obra disponible y los quinteros, y les fraguan la identidad: en los listados, aparecen con los documentos de identidad cambiados para evitar los controles.

La primera denuncia se radicó, a través de la delegación Concordia de la Policía Federal, ante el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay, pero la causa fue rechazada "in limine", esto es, sin que siquiera se haya considerado el fondo del asunto, según explicó el abogado Eduardo Estevez, asesor del Copnaf en la costa del Uruguay.

Tampoco prosperó una presentación similar que ingresó a los tribunales concordienses. El titular de la Fiscalía Auxiliar Nº 1 de Concordia, Fabio Zabaleta, se declaró incompetente, al sostener que el ocultamiento de identidad es un delito que sólo puede investigar la Justicia Federal (6) .

En una misiva firmada por funcionarios del norte provincial, se denunciaron los nombres de los productores arandaneros de Concordia que empleaban menores de edad en la zafra del fruto. En la misma exhortan a que el Ministerio de Trabajo y la Secretaria de Trabajo de la Provincia, adopten contra este tipo de abusos que se vienen registrando las medidas administrativas de rigor y aplicando las máximas penas previstas. Asimismo solicitan tanto al Poder Judicial Provincial, como al Fuero Federal a que se aboquen con la mayor premura para sancionar los delitos que se vienen denunciando de una magnitud tal como la trata de menores, abuso infantil, trabajo en negro, transporte irregular de personas, evasión impositiva. Según consignó Diario Río Uruguay, los responsables de la carta son el presidente del Concejo Deliberante de Concordia, Mariano Giampaollo, el intendente de Puerto Yeruá, Fabián Cevey, la concejal Dora Galli; el coordinador del COPNAF, Fernando Rougier el secretario general del Sindicato Obrero de la Fruta, Domingo Alcides Camejo y y los comisarios Luis Albarracín y Lucio Villalba, de la Jefatura Departamental Concordia.

Sin embargo, y a pesar de las voces de alarma y las denuncias públicas que vienen efectuándose hace años; poco se hace, ningún control se concreta de modo prolijo, y todo sigue más o menos igual, con las graves consecuencias que implica esta situación para el desarrollo de la niñez y la adolescencia.

Por lo antedicho, es que solicito a mis pares me acompañen en el presente Proyecto de Resolución.-