PROYECTO DE TP
Expediente 1955-D-2011
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA INCLUIR A LOS HUMEDALES DEL DELTA DEL PARANA EN LA LISTA DE HUMEDALES DE IMPORTANCIA INTERNACIONAL (SITIOS RAMSAR)
Fecha: 19/04/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 32
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Solicitar al Poder Ejecutivo
Nacional disponga incluir a los humedales del delta del Paraná en "la lista de
humedales de importancia internacional (sitios RAMSAR)".
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El Delta del Paraná puede ser
considerado como un macrosistema de humedales con características
biogeográficas y ecológicas únicas. Posee una singularidad, a diferencia de
otros deltas, desemboca en un estuario de aguas dulces, el Río de la Plata. Este
mosaico de humedales pertenece al corredor más importante del mundo, que
se extiende desde el Gran Pantanal del Alto Paraguay hasta el estuario
homónimo. El Delta del Paraná, situado en la parte final de la Cuenca del Plata,
tiene una longitud de más de 300 km. y ocupa una superficie aprox. de 17.500
km2 ( (1) ) en las provincias de Buenos Aires (15 % del área), Entre Ríos
(80%) y Santa Fé (5%). Se divide en tres grandes regiones: el Delta Superior
(desde Diamante, Entre Ríos hasta Villa Constitución, Santa Fé), el Delta Medio
(desde Villa Constitución hasta Puerto Ibicuy, Entre Ríos) y el Delta Inferior
(desde Puerto Ibicuy hasta la desembocadura en el Río de la Plata).
Jorge Cappato, Director General de
la Fundación Proteger, describe de manera precisa la diversidad existente en el
Delta del Paraná "La complejidad de los humedales se traduce en paisajes
diversos como islas fluviales con bosques y praderas, vegetación flotante y un
predominio de praderas de herbáceas. En el Delta se encuentran 700 especies
vegetales. La fauna registra 543 especies de vertebrados: 47 mamíferos, 260
aves, 37 reptiles, 27 anfibios y 172 peces. El Delta tiene una gran riqueza en
aves: las 260 especies estimadas, representan el 31% de la avifauna de la
Argentina".
El 2 de febrero del año 1971 se
firmó un tratado intergubernamental en la ciudad de Ramsar (Irán) a orillas del
mar Caspio, que proporciona el marco para la acción nacional y la cooperación
internacional en pos de la conservación y uso racional de los humedales y sus
recursos. Este acuerdo internacional (único por centrarse en un ecosistema
específico, los humedales) entró en vigor en el año 1975 y tiene como misión"
la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y
nacionales y la cooperación internacional, como contribución al logro del
desarrollo sostenible en todo el mundo".
En la actualidad están adheridos a
la Convención 160 países de todas partes del mundo, con un total de 1.925
sitios y una superficie de 187.107.180 has (2) .
Dieciséis años más tarde,
exactamente el 16 de abril de 1991 se promulgó la ley nacional Nº 23.919. En
su artículo 1º expresa que la República Argentina aprueba la "CONVENCION
RELATIVA A LOS HUMEDALES DE IMPORTANCIA INTERNACIONAL
ESPECIALMENTE COMO HABITAT DE AVES ACUÁTICAS, firmada en Ramsar el
2 de febrero de 1971...". Dicha ley entró en vigor el 4 de septiembre del año
1992. Así, nuestro país inició la participación en la Convención con la inclusión
de tres sitios en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (Sitios
Ramsar): los Parques Nacionales Río Pilcomayo (Formosa), la Laguna Blanca
(Neuquén) y el Monumento Natural Laguna de los Pozuelos (Jujuy). En la
actualidad, Argentina cuenta con 19 Sitios Ramsar con una superficie de
5.318.376 has (3) .
En el año 1994 se creó el Comité
Nacional Ramsar por Resolución de la ex Secretaría de Recursos Naturales y
Ambiente Humano, para coordinar y asesorar en
relación a la aplicación de la
Convención sobre los Humedales en la Argentina. Dado el carácter federal de
nuestro país, la designación de humedales que se encuentran en territorio
provincial para la Lista de Humedales de Importancia Internacional, debe
proponerse por solicitud de las autoridades jurisdiccionales.
La Convención Ramsar define a los
humedales como "las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o
superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial,
permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas,
incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad
en marea baja no exceda de seis
metros". De esta definición se deduce, que el agua es el principal factor con
capacidad de controlar el medio vegetal y animal que lo rodea.
Los humedales ocupan entre el 5 y
el 8% de la superficie terrestre (4) . Sin embargo, estos han adquirido una gran
importancia a lo largo de la historia (aspectos religiosos, culturales,
arqueológicos, históricos, etc.) para con las comunidades locales gracias a la
oferta de agua, recursos naturales y servicios ecosistémicos. Contrariamente a
lo que ocurre a escala global, en la Argentina la superficie asociada a
humedales se estima en 600.000 km2, lo que representa el 21,5% de nuestro
territorio nacional (5) .
Además de los aspectos
nombrados anteriormente, los humedales proveen innumerables bienes y
servicios ecosistémicos de alto valor para el desarrollo de la vida humana, entre
los que se destacan: la amortiguación de las inundaciones, depuración de
aguas, productividad primaria y almacenaje de carbono, biodiversidad de flora y
fauna, turismo y recreación, etc.
Si bien es cierto que los
humedales del Delta del Paraná no impiden las inundaciones, reducen los picos
de crecida gracias a su topografía y cobertura vegetal, reteniendo los
excedentes para luego liberarlos por evaporación o escorrentía. La regulación
hídrica permite evitar inundaciones de ciudades y centros industriales ubicados
a lo largo de los márgenes del Paraná, además de retardar la descarga de agua
al Río de la Plata.
Cerca del 96% de la superficie
del Delta del Paraná está dominada por vegetación herbácea: juncales,
pajonales, pastizales, y praderas acuáticas (6) . Gracias a este tipo de plantas,
que poseen importantes propiedades para la depuración del agua, los
humedales actúan como un enorme riñón. Es decir, favorecen la
sedimentación y retención de
materiales, la degradación de compuestos orgánicos, el reciclado del nitrógeno
y de otros metales.
Sabiendo que el CO2 es uno de
los principales gases causantes del efecto invernadero, el servicio prestado por
los humedales es de vital importancia. Aunque ocupan entre el 5 y el 8% de la
superficie terrestre global, albergan entre el 20-25% del carbono mundial (7) .
Al contener abundante agua durante largos períodos de tiempo favorecen la
producción de biomasa gracias a la conversión del carbono. A su vez, esto
genera una elevada productividad primaria (cantidad de materia orgánica
producida por las plantas verdes), que dependiendo del régimen hidrológico al
cual están sometidos, en algunos casos supera al de las cosechas agrícolas.
Esto permite, en todo el Delta, sostener una importante producción ganadera,
cosechar el junco para la utilización en cesterías y cortinados y la paja para
construcción de techos de viviendas, entre otras.
Entre las diversas actividades
productivas y recreativas desarrolladas en el Delta del Paraná, se destaca la
pesca, particularmente en la zona próxima a la localidad de Victoria. La especie
más explotada es el sábalo, dominante por su biomasa en el bajo Paraná. En
los últimos años, la instalación de frigoríficos transformó a la pesca de una
modalidad artesanal y estacional a una industrial y permanente para la
exportación.
Gracias a la amplia variedad de
ambientes y floraciones, la apicultura ha logrado altos niveles de productividad
y calidad en sus productos. Según el lugar de trabajo, se observan dos modos
de producción; la apicultura transitoria (trashumante) o permanente (en
albardones, caballetes, etc.). La ausencia de agroquímicos (no existen grandes
extensiones de monocultivo) permite el desarrollo de una producción orgánica
que, sumado a la calidad nutritiva de la vegetación nativa y de las plantaciones
otorga un alto valor agregado en los productos. Además de las actividades
productivas señaladas anteriormente, la variada oferta turística y las zonas
Establecidas para la recreación y el
descanso confirman la importancia de proteger el Delta del Paraná. Por
consiguiente, para que la sociedad pueda gozar de éstos amplios beneficios, se
debe mantener lo que los especialistas llaman "integridad ecológica" (8) de los
ecosistemas.
Sin embargo, dicha "integridad"
está en peligro, y la forma de vida de los pobladores locales también. Sus
actividades productivas y de recreación se encuentran íntimamente ligadas al
normal funcionamiento de los humedales. Esto está siendo alterado por los
avances desmedidos de emprendimientos agro-ganaderos, forestales y en
menor medida, urbanísticos. Se han identificado 202 polígonos
correspondientes a áreas endicadas que representan el 11,60% de la región del
Delta del Paraná (9) . Estos endicamientos tienen como objeto, además de
regular la entrada y salida de agua, evitar inundaciones frecuentes. Además, en
su gran mayoría, las cotas de las obras se encuentran por debajo de las
crecientes extraordinarias (Ej.: 2009-2010), siendo destruidas cuando éstas
ocurren. Luego de estos sucesos, quedan abandonadas maquinarias pesadas,
depósitos de combustibles, etc., demostrando en forma categórica la no
sustentabilidad de este tipo de emprendimientos. Por otra parte, existen 875
km. de terraplenes correspondientes a rutas nacionales, provinciales y caminos
internos (10) . Por su magnitud, sobresalen la conexión Rosario-Victoria y el de
la Ruta Nacional 14 con el complejo Zárate-Brazo Largo. No solo se debe tener
en cuenta que, las obras de infraestructura modifican el régimen hidrológico
(factor fundamental de la peculiaridad de estos ecosistemas), sino las
consecuencias que traen aparejadas las actividades productivas intensivas en
este tipo de ambientes. Asimismo, Daniel Blanco y Florencia Méndez en su libro
citado anteriormente explican "Si se pretende conservar la diversidad ecológica
de la región, debemos contribuir a
mantener o al menos no afectar
significativamente, los factores que la determinan. Estos son,
fundamentalmente, la heterogeneidad espacial, la heterogeneidad temporal y
las interconexiones dentro de las distintas unidades de paisaje del Delta y entre
éstas y el exterior".
Por lo dicho anteriormente, es de
suma urgencia e importancia la inclusión del Delta del Paraná en la Lista de
Humedales de Importancia Internacional (Sitios Ramsar). Los sitios son
designados por los Estados Parte del Convenio, del cual Argentina es miembro
desde el año 1991.
Sin hacer mención a los
numerosos incumplimientos de las normativas vigentes en los municipios y
provincias (Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fé) con jurisdicción en la región
del Delta del Paraná, se debe recordar que la cuestión ambiental fue
incorporada en la Constitución a partir de la reforma del año 1994. En la
primera parte del artículo 41 establece " todos los habitantes gozan del derecho
a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que
las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin
comprometer las de las generaciones futuras".
Asimismo, al poseer los tratados
internacionales una jerarquía superior a las leyes nacionales y demás
regulaciones, es importante destacar algunas de las obligaciones contraídas al
adherir a dicha Convención.
En el artículo 3.1 se establece "
Elaborar y aplicar su planificación de forma que favorezca la conservación de
los humedales incluidos en la Lista, y en la medida de lo posible, el uso racional
de los humedales de su territorio". Por "uso racional" se entiende "el
mantenimiento de sus características ecológicas, logrado mediante la
implementación de enfoques por ecosistemas, dentro del contexto del
desarrollo sostenible". Es decir, se los debe utilizar de manera que produzca el
mayor beneficio continuo para las generaciones presentes, manteniendo su
potencial para satisfacer necesidades y aspiraciones de las generaciones
futuras. También, en el artículo 4.1 dice "Fomentar la conservación de los
humedales y de las aves acuáticas creando reservas naturales en aquéllos,
estén o no incluidos en la Lista, y tomar las medidas adecuadas para su
custodia".
La adición de un sitio a esta Lista
le confiere el prestigio del reconocimiento internacional y expresa el
compromiso del gobierno de tomar todas las medidas necesarias para asegurar
el mantenimiento de sus características ecológicas (11) .
En su 7a. Reunión (mayo de
1999) la Conferencia de las Partes adoptó un Marco estratégico y lineamientos
para el futuro de la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la
Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971) (Resolución VII.11). La
visión para la Lista adoptada en este marco, tal como se modificó mediante la
Resolución IX.1, Anexo B (2005), es: "Crear y mantener una red internacional
de humedales que revistan importancia para la conservación de la diversidad
biológica mundial y para el sustento de la vida humana a través del
mantenimiento de los componentes, procesos y beneficios/servicios de sus
ecosistemas." (12)
Por todo lo argumentado, solicito
a mis pares el acompañamiento de éste proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
VIALE, LISANDRO ALFREDO | ENTRE RIOS | PARTIDO SOCIALISTA |
DONDA PEREZ, VICTORIA ANALIA | BUENOS AIRES | LIBRES DEL SUR |
FEIN, MONICA HAYDE | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
BARRIOS, MIGUEL ANGEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
INTERESES MARITIMOS, FLUVIALES, PESQUEROS Y PORTUARIOS (Primera Competencia) |