La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos pertinentes, disponga fomentar la creación y el desarrollo de programas originados con software libre, tendientes a optimizar los rendimientos en las actividades agropecuarias.

Señor presidente:

La creación de programas originados con software libre en temas asociados a la investigación en la siembra directa, ya sea para plataformas linux ó windows, permiten un mayor dinamismo en el desarrollo de dicha actividad agrícola.

Esto se debe a que el código fuente (texto original del programa) se encuentra disponible para cualquier usuario que desee descargarlo, modificarlo y darle el uso que desee. Dicho de otra manera, el software libre permite desarrollar a partir de otro programa, adaptarlo a sus necesidades, modificarlo y enriquecerlo dando como resultante un avance rápido, constante, lineal en un esfuerzo ideal compartido del conocimiento y que no deba ser necesario el partir desde cero para un desarrollo dado.

Esta maleabilidad del código, lo convierte en una herramienta ideal de investigación para cualquier disciplina del área científica. Software libre no significa necesariamente "gratuidad", esto depende de las diversas licencias existentes para el mismo.

Significativamente, hace tan sólo treinta años atrás el sector agrícola era considerado uno de los segmentos más atrasados de la economía, con una cosmovisión feudal de la realidad que adoptaba un sistema de producción retrógrado, cuyo exponente más innovador era un viejo tractor. Hoy, en cambio, la producción agrícola dio un salto cualitativo y cuantitativo llamativo que empezó con la introducción de la genética, el desarrollo de nuevas tecnologías y la siembra directa, transformación que produjo saltos descollantes de la productividad granaría que oscilaron entre un 160 y un 300% en el caso del girasol, el maíz y la soja.

En la última década, comenzó a observarse progresivamente una 2ª Revolución Agrícola, cuyo tinte característico es la fuerte participación de la informática en los distintos eslabones del sector agropecuario y la ganadería. Esta simbiosis entre la informática y la agroindustria ya comenzó a mostrar avances significativos en la reducción de costos, mejora de la calidad, disminución del riesgo climático y del impacto ambiental, que sumado al fuerte aumento de la productividad que disparó el negocio transgénico puede sentar la base para resolver en la próxima década la peligrosa crisis alimentaria que se avecina.

La Argentina junto a Brasil son los países pioneros en la incorporación de la informática en el sector agrícola en Latinoamérica. Según un trabajo del Proyecto Nacional de Agricultura de Precisión hacia una agricultura sustentable, la Argentina se posiciona regionalmente como la nación de mayor adopción y fabricación de herramientas tecnológicas de agricultura de precisión y está en segundo lugar detrás de los Estados Unidos en la cantidad de monitores de rendimiento.

Por ejemplo, en el partido de Nueve de Julio, el experto Jorge Médica, presidente de la firma Yomel, está trabajando de forma experimental, junto a otros actores institucionales y privados como el INTA, Don Mario Semillas, Agco Allis, Geo Agro, y la brasileña Stara, en el Proyecto Optimus, un programa integral de agricultura de precisión que presenta el enorme desafío de superar la eficiencia que muestra el sistema de siembra directa y la reducción simultánea del impacto ambiental debido al menor uso de fertilizantes, agroquímicos, semillas, combustibles e incluso neumáticos.

El identificar en cada lote los ambientes de alto, medio y bajo rendimiento, permite obtener la información necesaria para administrar las dosis adecuadas de semillas, fertilizantes y agroquímicos indispensables para cada ambiente de acuerdo a su rendimiento. En la actualidad, se estima que sólo entre el 2 y el 5% de los cultivos granarios en la Argentina utilizan la agricultura de precisión.

Durante los últimos años, la informática también ha logrado avances significativos en la trazabilidad, es decir el seguimiento paso a paso de un producto desde el primer eslabón productivo hasta que llega a la góndola del supermercado. El coordinador del grupo de herramientas de calidad del INTA, Martín Irurueta explica que: "El impacto desde hace unos cinco o diez años ha sido muy alto. La trazabilidad antes se llevaba a cabo en forma manual y desde hace un tiempo se utilizan sistemas electrónicos que te facilitan mucho la toma de los datos a campo y mejora la confiabilidad del sistema".

A medida que crecieron los requisitos de los mercados desarrollados como la Unión Europea también aumentó la exigencia para conocer el origen de los productos y saber cómo responder y a quién responsabilizar en el hipotético caso de que se produzca un foco de añosa o de encefalopatía espongiforme bovina, enfermedad más conocida como "de la vaca loca". Desde el INTA informaron que en la ganadería se están ensayando varias alternativas: código de barras, radiofrecuencia a través de un chip que va montado en la oreja del animal y contiene la información; y que se está trabajando con la Unión Europea en unos collares que llevan GPS.

Sin embargo, este dispositivo, que permite conocer a ciencia cierta los movimientos de los animales las 24 horas del día, cuesta alrededor de 600 euros y recién tendrá un precio accesible en los próximos cinco años. La trazabilidad a través del GPS en la ganadería registra información clave para la gestión del negocio porque permite conocer todo acerca del animal. En este campo, el Mercosur aún está atrasado porque recién está discutiendo los criterios homologables de un país a otro.

En el ámbito la bioinformática aplicada también se han producido avances tendientes a acumular información mediante bases de datos genómicas que permiten a los expertos contar con la variabilidad genética necesaria para poder trabajar en la creación de alternativas más resistentes a la adversidad climática o a la aparición de nuevas plagas. Para ello, INTA a través del Proyecto de Bioinformática Aplicada a proyectos de interés agropecuario, integra la gestión del conocimiento para ponerla a disposición de la ciencia y de futuros descubrimientos gracias a que los científicos utilizan para sus desarrollos software libre, que enriquecen aportando sus propios conocimientos.

A medida que se incrementan las inversiones en el sector cada vez crece en importancia el valor de la geomática, es decir aquella disciplina que refiere a un conjunto de ciencias en las cuales se integran los medios para la captura, tratamiento, análisis, interpretación, difusión y almacenamiento de información geográfica.

Todo proyecto de producción agropecuario requiere de un programa de inversión que permita conocer los estudios del área; suelos adecuados, áreas de más productividad, riesgos y variables agro-climáticas. El experto del INTA Pablo Mercuri contó que hace poco una empresa que quería instalar una planta de silos recurrió a dicha institución para saber con certeza cuáles son los cultivos del área y obtuvo información vital para su logística. De la misma manera una firma japonesa antes de elegir entre dos lugares para colocar su planta automotriz pidió un informe sobre las características climáticas de ambas zonas para saber si eran afectas a sufrir lluvias de granizo o radiación. Asimismo, los emprendimientos vinculados al negocio de los biocombustibles obtienen los datos necesarios para garantizarse la viabilidad de este tipo de programas.

Los mapas de suelos y las imágenes satelitales resultan muy útiles para aquellos empresarios interesados en adquirir un campo ya que les permite identificar los riesgos climáticos y establecer la productividad media de dicho suelo. En tal sentido, INTA continúa trabajando en el uso de imágenes y datos disponibles a través de Geo INTA, un servicio que se halla al alcance de todos los productores y que, por ejemplo, le puede facilitar la logística a un productor lácteo conociendo los caminos que están cortados.

Por las razones expuestas, señor Presidente, y considerando los avances y beneficios hasta hoy alcanzados en la eficiencia productiva a través de la conjugación entre la informática y el agro, solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación del presente proyecto.