La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Declarar que vería con agrado que el Poder Ejecutivo implementara campañas de concientización sobre el consumo responsable del agua.

Señor presidente:

A nivel mundial, si bien el volumen de agua no ha cambiado en los últimos 30 mil años, la necesidad de agua dulce crece cada año: el consumo se multiplicó por nueve en los últimos 100 años, mientras que la población se multiplicó sólo por seis. Además, no sólo demandamos agua dulce a un ritmo cada vez mayor, sino que hemos contaminado buena parte de los recursos hídricos: el crecimiento de la población global, el nacimiento de las grandes urbes, el desarrollo industrial y los cambios en las técnicas agrícolas, han generado una enorme cantidad de sustancias contaminantes. De este modo, la naturaleza no puede ya depurar los recursos hídricos mediante sus mecanismos naturales. Por otro lado, la construcción de represas hidroeléctricas y el desvío de caudales importantes hacia regadíos, están afectando a los ecosistemas. Además, aunque la superficie de agua sobre el planeta supera abundantemente a la continental, el 97,5% del total existente en el planeta es agua salada, mientras que solo el 2,5% restante es agua dulce. Del porcentaje total de agua dulce casi el 79% se encuentra en forma de hielo permanente en los hielos polares y glaciares, por lo tanto no está disponible para su uso. Del agua dulce en estado líquido, el 20% se encuentra en acuíferos de difícil acceso por el nivel de profundidad en el que se hallan. Sólo el 1% restante es agua dulce superficial de fácil acceso. Esto representa el 0,025% del agua del planeta. Por todas estas razones, hoy en día, el agua dulce es considerada un recurso limitado. En nuestro país, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo realizó una investigación para conocer la actitud de los ciudadanos residentes en la Ciudad Autónoma de Buenos y en el Gran Buenos Aires con respecto al consumo domiciliario del agua, tomando una muestra de 1126 personas. Algunos de los resultados fueron:

- El 14,65% admitió tener un grifo con pérdida en el hogar, mientras que el 4,28% tenían dos o más grifos con pérdida. Una canilla goteando desperdicia 46 litros de agua por día.

- El 44% de los encuestados deja el grifo abierto durante todo el tiempo que dura el baño. En una ducha de 10 minutos gastamos 100 litros de agua.

- El 45,87% deja la canilla abierta durante la limpieza bucal. Una canilla abierta durante el lavado de dientes desperdicia aproximadamente 30 litros de agua.

- El 89% de los encuestados tienen lavarropa. Mientras que el 54,34% selecciona el programa corto de acuerdo a la suciedad de la ropa o por tipo de tela o tipo de ropa, el 41,68% de los encuestados utiliza habitualmente el programa largo. En un ciclo de lavarropas corto se gastan aproximadamente 60 litros de agua, mientras que en programa largo, el consumo puede llegar a los 100 litros de agua por ciclo.

- El 59,45 % de los encuestados declaró poseer automóvil. Entre ellos, el 31,26 % reconoció que lava el auto en casa, dejando abierta la canilla durante todo el tiempo que dura el proceso. En un lavado de auto mediano se utilizan alrededor de 360 litros de agua.

- El 42,95 % de los que respondieron acerca del lavado de la vereda, deja abierta la canilla todo el tiempo. Una manguera abierta durante una hora consume 1.140 litros de agua.

- El 59% de los que respondieron sobre el lavado de la vajilla, habitualmente deja abierta todo el tiempo la canilla mientras dura el lavado. En un lavado de platos sin dosificar el agua se desperdician 100 litros de agua.

- El 67% de las personas encuestadas deja abierto todo el tiempo la canilla durante la limpieza de la verdura y/o fruta.

- El 50,56% de los que tienen plantas riegan de día. El horario oficialmente recomendado para actividades tales como riego, lavado de autos ó veredas y llenado de piletas, es después de las 22.00 h.

En la misma investigación se afirma que: "La cantidad de agua diaria mínima indispensable para la vida de un ser humano es de 5 litros diarios. La Organización Mundial de la Salud fija el consumo diario razonable en 50 litros por día. En los países de la Unión Europea se gasta un promedio de 200 litros diarios por persona. En nuestro país, en la zona abastecida por la empresa AySA, el consumo diario por persona es superior a los 500 litros por día, alcanzando picos de 613 litros por persona/día...", es decir, el consumo de agua es diez veces mayor de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Además, según el diario La Nación, el consumo en el área metropolitana creció un 4% respecto de 2012, y si se tiene en cuenta que cuando se privatizó el servicio se utilizaban 500 litros diarios per cápita, hubo un 26% de aumento desde la década del 90.

Toda la producción de agua potable proviene del Río de la Plata, que representa el 80% de la disponibilidad de ese recurso en la Argentina, pero la contaminación de esta fuente acuífera muchas veces dificulta los procesos de potabilización.

Otro factor que hace peligrar el recurso es la cantidad de agua necesaria para producir alimentos, y bienes y productos que se utilizan todos los días. A nivel mundial, el 70% del agua utilizada es destinada a la agricultura, el 22% a la industria y sólo el 8% al uso doméstico. Producir un kilo de carne cuesta 15497 litros de agua; un pantalón, 4000 litros de agua. Al tirar comida, tiramos agua; al exportar productos, exportamos agua. En granos, por ejemplo, nuestro país vende casi 46.000 millones de metros cúbicos de agua e importa 3100 millones.

Dado que, según el panorama mundial, el agua dulce no es considerada un recurso inagotable, ya que su accesibilidad es limitada y, además, muchas de las actividades humanas requieren la utilización de grandes cantidad de este recurso, es necesario concientizar a la población sobre el uso racional de este recurso. El estudio realizado por la Universidad de Palermo destaca que la utilización irresponsable es característica de todos los segmentos de la población. Por eso, considero que es ineludible realizar campañas dirigidas a todos los habitantes de nuestro país, para despertar interés y compromiso frente a este problemática que nos afecta a todos.

Por todas estas razones invito a mis pares al acompañamiento de este proyecto.