La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

1) Expresar preocupación por la grave situación que padece el Teatro Nacional Cervantes (TNC), única sala nacional de teatro de la Argentina, atento al defectuoso mantenimiento de sus instalaciones y a la falta de entendimiento salarial entre trabajadores y autoridades, lo que ha llevado al cese de las actividades culturales de esa sala teatral.

2) Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de los organismos que correspondan, incluya al mencionado teatro entre los edificios históricos a ser restaurados con motivo del festejo del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810.

Señor presidente:

El Teatro Nacional Cervantes (TNC) es la única sala nacional de teatro de la Argentina. A partir del año 2005 ha padecido diversos problemas, entre ellos la falta de mantenimiento edilicio, escaso presupuesto, conflictos salariales y, además, el cierre de la sala durante la mitad del año 2006. Esta situación provoca que su estructura material y su funcionamiento estén en riesgo (La Nación, 23 de marzo de 2007). Por ejemplo, en su página web ya no se exhiben las obras de teatro programadas para este año 2007.

Cabe recordar que en el año 1995 fue declarado Monumento Histórico Nacional (Ley Nº 12.665), por tratarse de un edificio cuya fachada es réplica de la Universidad de Alcalá de Henares y por haber sido inaugurado en 1921 por iniciativa de la actriz española María Guerrero y su esposo, Fernando Díaz de Mendoza. Con motivo de esa declaración, la preservación y restauración de su edificio depende de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Por otra parte, el teatro es uno de los tres organismos de la Secretaria de Cultura que lograron su autarquía en el año 1997.

A raíz de la situación crítica que atraviesa, varias agrupaciones del quehacer escénico -entre ellas la Asociación Argentina de Actores, Argentores, el Círculo de Críticos de las Artes Escénicas (Critea), la Asociación de Cronistas del Espectáculo y el Celcit- convocaron a una reunión en diciembre de 2006, en la que se debatieron los conflictos salariales y presupuestarios del teatro (Página 12, 15 de diciembre de 2006).

Por los motivos expuestos, y en el entendimiento que debemos preservar un bien cultural que nos pertenece a todos, es que solicito el tratamiento y posterior aprobación de la presente iniciativa.