PROYECTO DE TP
Expediente 1880-D-2006
Sumario: REGIMEN DE ELIMINACION DE LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES DE TRIGO EN FUNCION DE LAS HECTAREAS SEMBRADAS.
Fecha: 21/04/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 35
El Senado y Cámara de Diputados...
PROYECTO DE LEY DE ELIMINACIÓN DE LAS RETENCIONES A LAS EXPORTACIONES DEL TRIGO EN FUNCIÓN DE LAS HECTÁREAS SEMBRADAS.
ARTÍCULO 1º: El Poder Ejecutivo no podrá hacer uso, en materia de impuestos al comercio exterior (Retenciones a la Exportaciones), de las facultades conferidas por: los artículos Nº 724, 725 y 726 de la Ley Nº 22.415 (Código Aduanero de la Nación); la Ley Nº 25.561 (de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario); el artículo 20 de la Ley de Ministerios (texto ordenado por Decreto 438/92 y modificado por las Leyes Nº 24.190 y 25.233); los Decretos Nº 1343 del 24 de octubre de 2001, Nº 1366 del 26 de octubre de 2001, Nº 1454 del 8 de noviembre de 2001, Nº 355 del 21 de febrero de 2002, Nº 751 del 8 de marzo de 1974 y Nº 2752 de fecha 26 diciembre de 1991, en el caso de las exportaciones de los productos consignados en el artículo 2º de la presente y toda vez que se verificaren los supuestos establecidos en el artículo 4º.
ARTÍCULO 2º: Los productos sujetos a las disposiciones de esta ley son aquellos consignados bajo posición de la Nomenclatura Común MERSOSUR (NCM) 1001 - Trigo y Morcajo (Tranquillón).
ARTÍCULO 3º: Son objetivos de la presente Ley los siguientes:
a) promover la rotación de cultivos,
b) estimular la agricultura sustentable y coadyuvar al mantenimiento de la estructura de los suelos argentinos,
c) estimular de diversificación de la oferta agrícola exportable argentina,
d) asegurar una adecuada oferta de trigo en el mercado interno.
e) recuperar mercados internacionales para la República sobre la base de mayores volúmenes de exportación triguera y de una mayor calidad en los despachos de este cereal, conforme los requerimientos de los mercados de mayor demanda.
ARTÍCULO 4º: Lo dispuesto en el Artículo 1º será de aplicación cuando la superficie sembrada de Trigo de la campaña anual inmediatamente posterior a la observada en un año dado sea mayor o igual que el promedio simple de las hectáreas sembradas para tal cultivo de las cinco anteriores campañas agrícolas más un DIEZ POR CIENTO (10%) adicional, conforme a la siguiente fórmula:
ARTÍCULO 5º: La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA) será la Autoridad de Aplicación de la presente Ley. A tales efectos, deberá llevar adelante las siguientes acciones y cometidos:
a) Establecer y publicar la metodología de determinación de hectáreas sembradas con Trigo, especificando la fecha dentro del año en la que dará a conocer la superficie sembrada de dicho cultivar a los fines de la presente.
b) Coordinar con la ADMINISTRACIÓN FEDERAL DE INGRESOS PÚBLICOS (AFIP) la adecuada difusión y establecimiento de esta norma.
c) Establecer un programa, conjuntamente con INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGÍA AGROPECUARIA (INTA) tendiente a maximizar los beneficios de la presente, incentivando una mayor calidad en los cultivares de trigo y una expansión continuar de su área sembrada.
d) Entender en todos los aspectos relacionados con la aplicación de esta Ley.
ARTÍCULO 6º: Esta Ley se entenderá vigente toda vez que el Poder Ejecutivo establezca, conforme a sus facultades, impuestos sobre el comercio exterior de los productos consignados en el artículo 2º.
ARTÍCULO 7º: Lo dispuesto en la presente se aplicará anualmente, conforme lo determine la autoridad de aplicación en uso de la facultad conferida en el artículo 5º, inciso a) y toda vez que, concomitantemente, se mantenga vigente la condición establecida en el artículo 6º.
ARTÍCULO 8º: De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El cultivo del trigo posee toda una dimensión simbólica en el imaginario humano. El trigo es la fuente del pan, alimento bíblico por excelencia e invocación permanente y primaria del producto del esfuerzo humano.
Hasta el 5.000 antes de Cristo, no existían escritos que pudieran dar testimonio de las actividades humanas. Recién por esos años, los sumerios, habitantes de los valles situados entre los ríos Tigris y Eufrates, idearon un sistema de escritura. Por los años 3200 antes de Cristo, se inventó en Egipto la escritura cuneiforme y el sistema decimal. Desde entonces abundan las referencias sobre la agricultura y el trigo, dando origen a las más variadas teorías en torno a su origen y cultivo.
Las especies actualmente más difundidas en el mundo, el trigo común o de pan (Triticum aestivum) y el trigo duro o de fideo (Triticum durum) son relativamente nuevas en comparación con la extraordinaria antigüedad de las especies progenitoras.
Las referencias de las antiguas civilizaciones corresponden a formas primitivas del género Triticum.
En Argentina, las primeras semillas fueron sembradas en el primer establecimiento español, conocido con el nombre de Sancti Spiritu, fundado por Sebastián Gaboto el 9 de junio de 1527, en la confluencia de los ríos Carcarañá y Coronda, dentro del actual departamento de San Jerónimo de la Provincia de Santa Fe. Agrega la documentación histórica que fueron sembrados 52 semillas en septiembre, de los que se cosecharon los primeros granos en diciembre. Se sugiere que el trigo sembrado puede haber sido candeal y que hay razones fundadas para suponer que la siguiente de las siembras iniciales de 1527 a 1529 fue propagada posteriormente por los cultivadores indígenas, existiendo constancia documental que 10 años después de la partida a España de Sebastián Gaboto, ya se conocía en el Río de La Plata la época oportuna para la siembra de trigo y hortalizas, lo que prueba que en el decenio 1530-1540 se continuaron estos cultivos. El primer molino harinero se estableció en Córdoba en el año 1580.
La expansión del cultivo de trigo en la Argentina comienza a partir de 1850 y no sólo produjo una profunda transformación en el agro argentino, sino que más precisamente, fue el fundador de la agricultura extensiva en Argentina.
Su desarrollo no sólo está íntimamente ligado a las importantes transformaciones económicas que produjera, sino que también, y de la mano del inmigrante europeo, cambió radicalmente la estructura social y cultural de nuestro pueblo.
El cultivo comienza a expandirse y en 1878, las exportaciones de trigo superan por primera vez a las importaciones y a partir de 1899 Argentina se transforma en un exportador neto. Tres factores se unen para permitir esta notable expansión: por un lado, sucesivas campañas con condiciones climáticas muy favorables para el desarrollo de los cultivos. En segundo lugar, los altos precios recibidos por los productores al comenzar una etapa de sustitución de importaciones y finalmente, un importante aumento en el consumo interno, ya que la mayor cantidad de inmigrantes se asienta en las ciudades costeras y termina imponiendo en el resto de la población el gusto europeo por el consumo de pan.
Pocos años después, en 1908, la cifra exportada alcanza las 3,6 millones de toneladas, dato que adquiere gran relevancia si se piensa que en ese momento, gran parte de la producción se comercializaba embolsada y debía ser transportada desde las zonas de cultivo a los puertos de embarque, en un país de amplia geografía en el cual las áreas de producción se encuentran muy alejadas de las terminales de embarque.
La cifra mencionada implicó en ese momento, que el trigo explicara el 36,5% de las exportaciones totales argentinas. La última década del siglo XIX marca el inicio del desplazamiento del cultivo de trigo hacia el sur, desde las colonias de Santa Fe a las fértiles tierras pastoriles de Buenos Aires. Paulatinamente, se observa una traspaso de la producción de este cereal de Colonos a Arrendatarios, significando entonces que el crecimiento y la evolución del cultivo de trigo en la Argentina representa mucho más que un fenómeno agronómico y económico. Está indisolublemente unido al nacimiento de la Nación y al surgimiento de una nueva estructura social y cultural, que a pesar del tiempo transcurrido y las lógicas transformaciones, de alguna manera persiste hasta nuestros días.
Sin embargo, en los últimos años, la siembra de este cultivo ha declinado notoriamente, desplazado por alteraciones en el régimen de lluvias y por la elección, por parte de los productores, de cultivares con mayor rentabilidad y mejores performances derivadas de la biotecnología.
En palabras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA), "(l)a pérdida de competitividad del trigo argentino y los menores precios que el mismo recibe en los mercados internacionales se trasladan indefectiblemente a menores precios obtenidos por los productores y a menor ingreso de divisas para el país.
"Nuestros principales competidores están en condiciones de ofrecer una variedad de trigos capaces de adecuarse a distintos requerimientos de uso. Hasta el momento, el trigo argentino, si bien ha llegado a muchos destinos desde el punto de vista cuantitativo, concentra sus ventas en América del Sur y en Africa, mientras que otros países son prácticamente inexistentes como clientes.
"La Región de América del Sur reconoce en el MERCOSUR y en la cercanía geográfica, los dos factores que permiten que el grueso de nuestras colocaciones externas se realicen en esta región. Los destinos africanos están ligados principalmente a las ventas realizadas sobre los meses inmediatos a la cosecha, en los cuales compite con el trigo blando francés y muchas veces con precios inferiores al mismo.
"La comercialización de trigo en Argentina ha estado ligada históricamente al concepto de "mezcla" y de "pérdida de identidad", pero la realidad actual del mercado internacional ya no es la misma. Se han producido profundos cambios principalmente desde el punto de vista de la demanda que han modificado las reglas de juego y establecido un nuevo escenario de comercialización mundial en el que la diferenciación de los trigos comienza a cumplir un rol fundamental.
"Proyecciones de producción recientes hablan de la posibilidad que en pocos años, Argentina alcance un piso de cosecha de 100 millones de toneladas de granos. En volúmenes en esos niveles, es dable esperar que el trigo pueda participar con alrededor de 20 millones de tons de producción anual. Si estimamos que el consumo interno siga evolucionando como hasta ahora, Argentina contaría entonces con excedentes exportables anuales de alrededor de 13,0/14,0 millones de toneladas para volcar en el mercado internacional, cifra que consolidaría definitivamente la imagen de nuestro país como importante exportador de trigo en el mundo, al menos en cuanto a volumen se refiere.
"Ahora bien, hasta el momento y salvo algunas pocas excepciones, Argentina ha vendido solamente trigo pan sin ningún tipo de diferenciación, digamos trigo 'clase única'. Existen en el mundo y más precisamente en los países competidores, diferentes clases de trigo y dentro de las mismas, diferentes subclases y diferentes grados. Todas estas alternativas permiten una amplia variedad en la oferta y determinan que frente a ellas, el trigo argentino pierda competitividad y como consecuencia directa, obtenga menores precios y le sean negados destinos importantes.
"El camino de la diferenciación en nuestro trigo duro y la posibilidad de contar con otras clases de trigo, como por ejemplo trigo blando o trigo blanco, parecería ser una forma posible de aumentar la competitividad del cereal argentino en el mundo, ya que de hecho muchos países han logrado posicionarse en el comercio internacional a partir de una oferta diferenciada. Frente a esta decisión, nos enfrentamos a una situación que hasta el momento parece tener muchas más asignaturas pendientes que las ya aprobadas, al tiempo de necesitar un cambio de rumbo importante desde el mismo inicio de la cadena triguera, es decir, desde la actual política de semillas hasta el embarque hacia el país de destino.
"Sin embargo y después de haber escuchado en extenso a todos los sectores involucrados en la cadena triguera argentina, por encima de las lógicas desavenencias existe un acuerdo tácito general en que algo hay que hacer y que hay que hacerlo ya"
A este respecto, las estadísticas no nos dejan mentir. Obsérvese la siguiente tabla, que describe la evolución de la superficie sembrada del Trigo vs. Soja en los últimos 11 años:
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Proyecto
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ACCASTELLO, EDUARDO LUIS | CORDOBA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
HEREDIA, ARTURO MIGUEL | CORDOBA | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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