PROYECTO DE TP
Expediente 1872-D-2010
Sumario: ESPECIE ANIMAL TATU CARRETA (PRIODONTES MAXIMUS, KERR 1792): DECLARAR AL MISMO MONUMENTO NATURAL NACIONAL Y DE INTERES PUBLICO A FIN DE LOGRAR SU CONSERVACION.
Fecha: 08/04/2010
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 29
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1º -
Declárese monumento natural nacional y de interés público a la especie tatú
carreta (Priodontes Maximus, Kerr 1792), a fin de lograr la conservación de
esta especie.
Artículo 2º - Comuníquese al
Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El propósito de este proyecto
es proveer un marco legal nacional para la protección de una especie animal
que en nuestro país se encuentra en peligro de extinción.
En efecto, el tatú carreta
(Priodontes maximus Kerr, 1792), a pesar de presentar una distribución
relativamente amplia, es una especie muy poco abundante. Esta
característica poblacional se ve sumamente agravada por el accionar del
hombre, su principal enemigo, quien no solo la utiliza como alimento
exclusivo, sino también lo captura por su fama de "fósil viviente" llegándose
a pagar miles de dólares por la obtención de un solo ejemplar.
Cuando se encuentran animales
vivos, son utilizados como mascotas en el ámbito local o capturados con la
intención de venderlos y así obtener algún beneficio económico. Con
frecuencia se exhiben ejemplares como curiosidad en zoológicos o centros
poblados, con la desventaja que en cautiverio estos animales carecen de
descendencia. El hecho que el tatú viva muy poco tiempo en cautiverio
incide en que no pueda reproducirse ex-situ y en consecuencia aumenta aún
más el valor de los ejemplares recogidos en el medio silvestre alentando el
comercio ilegal. A todas estas causas de su disminución poblacional también
debe sumarse la permanente modificación de su hábitat debido al
incremento del avance de la frontera agropecuaria.
El tatú ha sido, desde siempre,
una especie muy respetada por todas las culturas aborígenes ya que es el
más grande armadillo viviente. No se lo encuentra en zonas alteradas
antrópicamente, pues su hábito alimenticio consiste en excavar
intensamente en busca de hormigas, termitas, larvas de insectos, arañas,
lombrices, pequeños ofidios, carroña y demás animales que viven bajo
tierra, y así les es imposible habitar en las áreas chaqueñas donde el ganado
bovino o caprino se establecen, pues estos territorios terminan siendo zonas
totalmente degradadas, sus suelos pisoteados y afectados por procesos
erosivos que disminuyen drásticamente la vida animal y vegetal
preexistentes.
El tatú carreta está considerado
en la actualidad como en Peligro Crítico a nivel nacional y está incluido en el
apéndice I de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en
Peligro de Flora y Fauna (1973), ratificado por Argentina. Ha sido declarado
Monumento Natural Provincial en las provincias de Formosa por ley nº 1.038
(1993) y Chaco por ley nº 4.306 (1996). No hay museo de importancia
mundial que no tenga un ejemplar de esta especie entre sus reliquias.
Es un animal muy difícil de
observar debido a sus hábitos crepusculares y cavadores, con lo cual no se
posee información de poblaciones estables. En nuestro país no se han
realizado relevamientos poblacionales integrales de validez y estudios
etoecológicos, por lo cual sólo se encuentran ejemplares en forma muy
dispersa. Debido a que es una especie solitaria, es muy difícil el encontrar
grupos familiares considerables, ya que habitualmente pare una sola cría por
vez y no hay estudios de vida de los recién nacidos. Lamentablemente, en
los últimos años, se tiene conocimiento de algunos de ellos por los datos
que aparecen en las páginas policiales, ya que en la mayoría de los casos los
ejemplares hallados son el resultado de contrabandos frustrados.
Como dijimos, el tatú carreta es
el mayor armadillo viviente, con unos 150 a 160 centímetros de longitud
total, de los cuales 50 corresponden a la cola. Este animal está recubierto de
un gran caparazón formado por numerosas placas de coloración amarillenta
en los flancos y más parda en lo dorsal. Sus manos poseen largas uñas, la
mayor de las cuales alcanza hasta 20,3 centímetros de longitud. Su cola al
igual que las patas está revestida de pequeñas placas. El hocico es
pronunciado y las orejas si bien son notables no son muy grandes al igual
que el escudete cefálico. Las patas son fuertes y musculosas y en
comparación con su largo, un poco cortas. El caparazón está integrado por
placas rectangulares no superpuestas y dispuestas en hileras bien definidas
que le otorgan al animal una gran flexibilidad y carece totalmente de pelos.
Su peso se ha estimado en unos 60 kilogramos, aunque pueden existir
individuos con un peso superior. La hembra posee sólo dos mamas. El
cráneo es inconfundible por sus mandíbulas delgadas en comparación con el
tamaño del animal y porque llega a 25 dientes en las maxilas todos
pequeños y achatados lateralmente e indiferenciados.
Solitario y de hábitos
nocturnos, abandona sus túneles solo para alimentarse y buscar pareja. Sin
embargo, el tatú es buen caminador y nadador. A pesar de su tamaño es
capaz de levantarse sobre sus patas traseras utilizando su cola como apoyo
pasa husmear el aire y adoptar una postura de defensa exponiendo sus
garras. Sus cuevas son grandes con entradas abovedadas ubicadas en
lomadas o barrancas, a menudo en la base de un hormiguero activo. Su
dieta está basada en termitas y hormigas, aunque puede incluir también
otros artrópodos coloniales subterráneos, ocasionalmente carroña y ciertos
vertebrados (por ejemplo serpientes). Su área de acción fue estimada en
450 hectáreas como mínimo, con traslados diarios que superan los 3
kilómetros. Habita selvas tropicales y subtropicales de Sudamérica, sabanas
arboladas y llanuras de inundación. En la Argentina habita principalmente
montes xerófilos y semixerófilos correspondientes a la ecorregión chaqueña.
Solamente subtropicales, su distribución ocupa el sudeste de Venezuela, por
la Cuenca Amazónica (Colombia, Perú, Ecuador, Brasil y Bolivia) hasta
Paraguay y el norte de la Argentina, donde se distribuye por las provincias
de Formosa, Chaco, Salta y norte de Santiago del Estero. Antiguamente se
lo encontraba en las provincias de Córdoba y Santa Fe, probablemente hasta
el paralelo 31º sur.
Dado que en nuestro país se
encuentra el límite sur de la distribución de esta especie, es necesario
protegerla a ella y a su ambiente para evitar el continuo retroceso de su
distribución global, ya que actualmente la ecorregión chaqueña no posee
suficientes áreas protegidas, siendo las existentes de reducido tamaño, sin
conexión entre ellas ni adecuados monitoreos.
Creemos que nuestro país
debería dar el ejemplo y dar la máxima categoría de Monumento Natural
Nacional para constituir el importante marco legal de protección que
requiere esta frágil especie. Es de esperar que la medida, una vez
implementada, funcione como punto de partida para la realización de todas
las acciones necesarias para su efectiva conservación, para asegurar la
subsistencia de esta especie, proteger su ambiente natural, y evitar que se
lleven nuestros animales al extranjero. Logrando la protección nacional del
tatú carreta se podrá incentivar una mayor protección y cuidado de las
reservas y parques de la zona donde habita esta especie, renovar sus planes
de acción y mantener un monitoreo constante. Esto es fundamental para
dicho animal, debido al rápido avance de la frontera agropecuaria que
disminuye drásticamente su hábitat natural. Si como legisladores no
hacemos nada al respecto, lo más probable es que el extraño tatú carreta
engrose en un futuro muy cercano en el listado de las especies extinguidas
de la Argentina.
Por las razones expuestas, y
por las que se darán en oportunidad de su tratamiento, se solicita la
aprobación del presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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IRRAZABAL, JUAN MANUEL | MISIONES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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