PROYECTO DE TP
Expediente 1841-D-2009
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR EL AUMENTO DE LA TASA DE MORTALIDAD INFANTIL DURANTE EL AÑO 2007.
Fecha: 22/04/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 33
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar preocupación por el
aumento de la tasa de mortalidad infantil registrado durante el año 2007 en
nuestro país, como informara el Ministerio de Salud de la Nación en la IV Reunión
Ordinaria del Consejo Federal de Salud (COFESA) que fuera realizada en el mes de
noviembre de 2008, y que se diera a conocer recién en el presente mes de abril de
2009.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La tasa de mortalidad infantil en
Argentina se incrementó en el año 2007: mientras en el año 2006 se registraron
12,9 muertes cada mil nacimientos, en 2007 aumentó a 13,3 por mil. La cifra fue
reportada por el Ministerio de Salud de la Nación en la IV Reunión Ordinaria del
Consejo Federal de Salud (COFESA), la cual fuera realizada en el mes de
noviembre de 2008, dándose a conocer recién en el presente mes de abril de
2009.
La tasa de mortalidad infantil
relaciona las defunciones anuales de menores de un año y los nacidos vivos
registrados en el mismo año. Tiene dos componentes: el neonatal que comprende
las defunciones de menores de 28 días, y el posneonatal que incluye las
defunciones de mayores de 27 días y menores de un año, y que también se
expresan como tasas. La suma de la tasa de mortalidad neonatal y posneonatal da
por resultado la tasa de mortalidad infantil.
Este aumento de la tasa de
mortalidad infantil en nuestro país anunciado por el Ministerio de Salud de la
Nación termina con una tendencia histórica descendente de este índice que sólo se
había visto alterada luego de la crisis de 2001.
Un incremento notorio se produjo en
Chaco donde la tasa aumentó de 18,9 en 2006 a 21,2 en 2007. La provincia con
mayor mortalidad infantil sigue siendo Formosa con 22,9. En la provincia de
Buenos Aires la tasa se elevó de 12,5 a 13,6; llegando en el conurbano a 14,2 por
mil; mientras que en la ciudad de Buenos Aires, paso de 8,3 a 8,4 por mil. En
Córdoba, subió de 11,6 a 12,7 por mil. En Santa Fe pasó de 11 a 11,6 por mil; en
San Luis, de 12,8 a 15,7 por mil; en Salta, de 14,9 subió a 15,4 por mil; en
Santiago del Estero pasó de 12,1 a 13,8; en Chaco, aumentó de 18,9 a 21,2 por
mil; en La Pampa de 10 a 11,8 por ciento y en Río Negro subió de 9,3 a 9,8 por
mil.
Según informara el Ministerio de
Salud de la Nación la misma bajó en las provincias de Mendoza, donde pasó de
11,9 por mil en 2006 a 11,3 en 2007; Entre Ríos, de 12,6 a 11,9 por mil;
Catamarca pasó de 15,4 a 14,9 por mil; La Rioja bajó a 12,9 por mil, desde 14,1
en 2006; San Juan, de 14 por mil bajó a 13,2; en Jujuy, la tasa bajó de 17 a 15,2;
Tucumán, de 13,5 a 12,9; Corrientes, de 17,5 a 15,6 por mil; Formosa, que como
dijimos tiene la mortalidad infantil más elevada del país, bajó al 22,9 por mil,
desde el 24,2 en 2006; Misiones bajó del 17,1 al 14,6 por mil; Chubut bajó del
11,5 al 11 por mil; Neuquén bajó del 9,8 al 9,6 por mil; Santa Cruz, del 15,4 bajó
al 12,9; Tierra del Fuego bajó a 10,2, desde el 10,9 por mil en 2006.
Recordemos que a fines del año
pasado la Sra. Ministra de Salud de la Nación, Lic. Graciela Ocaña, en
declaraciones realizadas ante los medios de comunicación, anunciaba públicamente
un aumento de la tasa de mortalidad en nuestro país sin especificar la cifra exacta.
Recordemos también que en sus declaraciones la Sra. Ministra justificaba el
aumento de la tasa de mortalidad infantil por el duro invierno que se sufrió en
2007, junto con la falta de infraestructura hospitalaria suficiente para afrontar la
epidemia de enfermedades respiratorias, entre ellas la bronquiolitis. Estas
declaraciones informales resultaron indignantes para numerosos especialistas en la
materia, resultaban poco serias y extremadamente reduccionistas al momento de
analizar un problema que presenta infinidad de variables que deben ser tomadas
en cuenta al momento de hacer un relevamiento oficial. Relevamiento que debería
haber tenido una difusión acorde, en tiempo y forma -no cinco meses después de
que se conocieran las cifras-, y no verse reducido a meras declaraciones informales
como las que realizó la Sra. Ocaña. Asimismo, dichos especialistas se preocuparon
en resaltar que la extensión de enfermedades respiratorias se encuentra
íntimamente asociada a las condiciones sociales de vida, y que bajo ningún
aspecto pueden justificarse a partir de la presencia de un invierno especialmente
frío.
En la misma línea, y según se puede
leer en el acta del Consejo Federal de Salud (COFESA) en la cual han sido
publicadas las cifras del aumento de la tasa de mortalidad para el año 2007, las
principales causas que concentraron el aumento han sido las septicemias y las
enfermedades respiratorias. En tal sentido, el subsecretario de Salud Comunitaria
del Ministerio de Salud de la Nación, Dr. Aldo Marconetto, atribuyó el incremento a
que cada tres o cuatro años se producen picos de enfermedades respiratorias
como bronquioloitis y neumonía.
En el referido informe del COFESA, la
Lic. Elida Marconi, directora de Estadísticas e Información en Salud del Ministerio,
afirma que hubo un leve aumento de la tasa entre 2006 y 2007. "Leve" porque
subió 0,4. Para tener una idea, en 2007 nacieron 703.000 bebés. Un índice de
mortalidad de 13,3 son 9.350 bebés muertos. El 0,4 de tal cifra son casi 300 bebés
fallecidos.
Es necesario destacar nuevamente
que estas cifras y causas del aumento de la tasa de mortalidad infantil se dan a
conocer en un informe reportado por el Ministerio de Salud en la reunión del
COFESA realizada en el mes de noviembre de 2008. No hubo avisos oficiales
respecto del tema, sólo silencios. Las cifras oficiales se dieron a conocer recién
ahora -abril de 2009-, tarde, en una reunión donde se trataba el tema
dengue.
Según la Sociedad
Argentina de Pediatría (SAP), si bien en forma mucho más lenta que lo que se
suponía podía producirse, la mortalidad infantil venía descendiendo año a año.
Pero en los últimos tres años, luego del pico de ascenso tras la crisis del año 2001,
frenó su velocidad de descenso. Actualmente se halla en leve alza, no como
fenómeno aislado, sino como parte y consecuencia de una serie de factores que se
encuentran ampliamente descritos en el informe elaborado junto a Unicef,
denominado Salud materno-infanto-juvenil 2009.
En dicho informe se revela un dato
preocupante: casi el 60 por ciento de las muertes de bebés en los primeros meses
de vida ocurren por causas que pueden prevenirse. El informe advierte un
deterioro general de la calidad de vida asociada con la salud de los chicos y
adolescentes en los últimos años. Los resultados más impactantes los proporcionan
la alta cantidad de muertes de bebés que se podrían evitar en los primeros meses
de la vida si se aplicara el conocimiento científico disponible con una
infraestructura adecuada para la atención de la salud.
El informe destaca asimismo que es
importante el aumento de las muertes neonatales, que son las más difíciles de
manejar y tienen que ver principalmente con el manejo del embarazo y el parto.
Según el informe, el 44 por ciento de las muertes neonatales se podrían haber
reducido en 2007 con el diagnóstico y el tratamiento oportuno de los problemas
durante la gestación y el parto, y un 12 por ciento de los decesos de recién
nacidos se podrían haber evitado si ese diagnóstico y tratamiento hubiese llegado
a tiempo.
En el mencionado informe se destaca
también la preocupación que genera el aumento de la cantidad de muertes por
problemas relacionados con la edad gestacional, la sepsis bacteriana (infecciones
en el recién nacido por bacterias transmitidas por la madre en el momento del
parto) y los trastornos hemorrágicos. Problemas que merecen un seguimiento
integral e intensivo por parte del sistema de salud.
A partir del mes de vida el informe
sostiene que la mortalidad se debe principalmente a factores sociales, como la
desnutrición y los problemas de acceso a la atención médica. De hecho en el
período posneonatal el 26,5 por ciento de las defunciones se podrían haber evitado
mediante prevención y tratamiento.
El tema es sumamente preocupante.
El crecimiento de la mortalidad infantil en nuestro país no es más que una clara
señal del abandono por parte del gobierno del sistema de salud y la aplicación de
políticas equivocadas desarrolladas en los últimos años. Es el gobierno quien debe
brindar los medios e instrumentos a poner en práctica para disminuir la tasa de
mortalidad infantil. Hay que ser claros: la mortalidad infantil ha crecido en la
Argentina porque no ha habido, ni hay, políticas sanitarias y económicas
redistributivas.
La suba de la tasa de mortalidad
infantil no deja de ser una expresión de la profundización de la inequidad. Dicha
situación de vulnerabilidad se hace más evidente en las provincias con menores
recursos del país. Las cifras así lo reflejan: mientras la tasa de mortalidad de la
Ciudad de Buenos Aires es de 8,4 por mil, en la provincia de Formosa es de 22,9 y
en Chaco de 21,2.
Una parte importante del aumento se
debe a las cifras de la provincia de Buenos Aires, que concentra 263.343
nacimientos con 3590 defunciones: esto da una mortalidad del 13,6 por mil,
mientras en 2006 había sido del 12,5 por mil. Si se toman sólo los partidos del
Gran Buenos Aires, con 185.339 nacimientos y 2638 defunciones, la mortalidad se
eleva -como ya dijimos- al 14,2 por mil.
La mortalidad infantil es un indicador
crítico de la salud de una población, refleja el estado global de salud materna y el
acceso al cuidado primario de salud disponible a las mujeres embarazadas y niños
menores de un año. El descenso de la tasa materna sigue siendo una gran
asignatura pendiente de los planes de salud.
La tasa de mortalidad infantil
constituye un indicador relacionado con la pobreza, utilizado para medir el
desarrollo de los países. Es necesario recordar que la reducción de la mortalidad
infantil es uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio de la Organización
de las Naciones Unidas para el 2015. El objetivo es reducir en dos tercios la
mortalidad infantil de los niños menores de cinco años, de los 93 niños por cada
1.000 que morían antes de cumplir cinco años en 1990, a 31 por cada 1.000 en
2015.
Por todo lo expuesto, y considerando
que el aumento de la mortalidad infantil en la Argentina pone de manifiesto la
necesidad de fortalecer las estrategias de atención sanitaria y su articulación con
políticas sociales y educativas, es que solicito a las Sras. Diputadas y los Sres.
Diputados me acompañen en la sanción del presente Proyecto de Declaración.-
Firmante | Distrito | Bloque |
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LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
CARCA, ELISA BEATRIZ | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
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Diputados | SOLICITUD DE REPRODUCCION DEL PROYECTO PARA EL PERIODO 128 (2010), SEGUN LOS TERMINOS DEL ARTICULO 7 DE LA RESOLUCION DE LA HCD DEL 05/06/1996 | 17/03/2010 |