La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional, para que de acuerdo a las facultades establecidas en el articulo 100 de la Constitución Nacional, Segunda Parte: Autoridades de la Nación, Capitulo Cuarto, Del Jefe de Gabinete y demás ministros del Poder Ejecutivo, analice la posibilidad de la creación de un Ministerio de Producción, Agricultura, Ganadería y Pesca cuyo objetivo principal será el de generar información, analizar, debatir y planificar políticas agropecuarias, alimentarias y de desarrollo local y rural integral, garantizando la participación de las entidades representativos de cada sector así como el de cada uno de los Gobiernos Provinciales.

Señor presidente:

Los permanentes cambios que se producen en el mundo exigen de los gobiernos una permanente actualización y generación de iniciativas normativas y administrativas que permitan actuar al Estado con más eficacia y eficiencia ante las demandas cada vez más globalizadas.

En los últimos años, las crisis se suceden unas tras otras, pero quizás el gran desafío que tendrá la humanidad será la que deberemos afrontar ante el aumento constante de la demanda y los precios de los alimentos.

La falta de ellos ya han generado manifestaciones que trascendieron las fronteras geográficas como las que se produjeron en países tan distantes, política y económicamente como Líbano, Pakistán, Japón, Italia y otros. Manifestaciones que obligan a países como el nuestro a adoptar restricciones a la importación para controlar precios y garantizar abastecimiento interno.

De acuerdo a estadísticas de la FAO (Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura) en promedio mundial entre 2006 y 2007 los precios de los cereales subieron 42% , los oleaginosos más del 50% y los lácteos 80%, a lo cual hay que agregar el impacto del precio del petróleo a más de cien dólares el barril.

A estos factores, hay que sumar otros, económicos como la desvalorización del dólar frente al euro y otras monedas agravada por la crisis estadounidense, sociales como el crecimiento demográfico sin control de países asiáticos así como las consecuencias del cambio climático que provoca desastres naturales que influyen sobre la producción mundial de alimentos y del cual ningún país está exento en su responsabilidad.

En ese contexto, Argentina es un país privilegiado por el hombre y la naturaleza. Con millones de hectáreas sembradas y/o dedicadas a la ganadería, acompañadas por las condiciones económicas externas, nuestro país se encuentra actualmente en inmejorables condiciones para abastecer las demandas internacionales.

Hoy, aparecen en el mundo regiones que se han tornado inmediatamente competitivas por sus ventajas comparativas. Argentina y el MERCOSUR son una de esas regiones.

Sin embargo, al no considerarse en nuestro país todos los sectores productivos como integrantes de una sola y única política de estado, se han producido en los últimos tiempos conflictos que deben necesariamente enfocarse en forma integral, a fin de valorizar unos y otros con la real importancia que se merecen en conjunto, otorgándoles a ellos los medios que desde el Estado deben brindarse para producir más y mejor, sin dejar de visualizar el bienestar general sobre el individual.

En las nuevas condiciones generadas por la globalización del sistema productivo mundial, el grado de independencia económica de cada país, depende directamente de su nivel de productividad y por ende de su rentabilidad, a distribuir de manera equitativa y justa entre los diferentes sectores integrantes de esa gran red que significa la Producción Nacional.

No es casual que países como España, Chile, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Ecuador y muchos otros posean en sus estructuras orgánicas Ministerios de Agricultura que tratan temas relacionados como las referentes a la agroenergía, biocombustibles, recursos naturales, biodiversidad, unidades de emergencias agrícolas, componentes de políticas sanitarias, forestal, comercio, financiamiento, desarrollo rural. Para ello han incorporado organismos que permiten un sostenido y continuo debate y adaptación a los cambios, tanto internos como externos, relacionados al sector agropecuario primario y las industrias que ellos generan.

Por eso es necesario comenzar a planificar políticas integrales a largo plazo que contemplen no sólo las situaciones causadas por la aplicación de las medidas internas, sino que además, consideren el rol de nuestro país en el contexto regional y mundial.

La creación de un Ministerio de Producción, en el cual converjan todas las actividades y sectores productivos, y que junto Estado Nacional y los Estados Provinciales analicen y planifiquen el futuro en su conjunto, permitirá al país generar confianza al gran inversor pero fundamentalmente servirá para afianzar el trabajo de hombres y mujeres que son partícipes ineludibles del crecimiento económico y social de este país.

Por ello solicito la aprobación del presente proyecto a mis pares.