La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

1) Distinguir con una medalla al capitán de fragata Guillermo Tarapow, en reconocimiento a su actuación durante los sucesos acaecidos en el rompehielos ARA "Almirante Irízar", al determinar la evacuación total de la tripulación y pasajeros de la nave cuando, en su consideración, los mismos podían correr peligro de vida, resaltando su decisión de permanecer en la nave, aún desconociendo cómo podrían devenir los acontecimientos, hasta asegurar su destino en Puerto General Belgrano.

2) Resaltar el esfuerzo realizado por los tripulantes del "Almirante Irízar", hasta más allá de que las posibilidades lo permitieran y además rescatar la labor efectuada por el personal especializado que socorrió a la nave en alta mar.

3) Delegar la reglamentación de la medalla mencionada en el punto 1) en el Señor Presidente de esta H. Cámara, quien determinará material, forma, medida y texto de la misma, como así también lo que él mismo considere necesario.

4) Autorizar al titular de la H. Cámara de Diputados de la Nación, a determinar fecha y hora para la realización del acto de entrega de la distinción, como así también la confección del listado de personas a invitar para participar del mismo.

5) De forma.

Señor presidente:

El rompehielos de la Armada Argentina "Almirante Irizar", que desde 1978 brinda servicios afectado al cumplimiento de la actividad del Programa Antártico Argentino, había partido desde Buenos Aires, en otra de sus misiones habituales, el 12 de diciembre de 2006 y, durante su campaña de cuatro meses, había efectuado el reaprovisionamiento de las bases antárticas Esperanza, Jubany, San Martín, Primavera, Orcadas, Cámara, Petrel, Decepción, Melchior, Brown, Marambio, Belgrano II y Matienzo.

Ya de regreso, proveniente de Ushuaia, luego de haber finalizado la Campaña Antártica de Verano 2006-2007, el martes 10 de abril del corriente, a unas 140 millas al este de Puerto Madryn, el buque sufrió un incendio a bordo originado en el compartimiento de generadores del rompehielos, el que se propagó en forma que se tornó incontrolable, pese a los esfuerzos desplegados por sus tripulantes.

Tal como se presentaba la situación, alrededor de las 23:30 de dicho día, el comandante de la nave, capitán de navío Guillermo Tarapow, consideró que se corría riesgo y tomó la decisión: ordenó abandonar el barco.

La evacuación se hizo pronta, las 24 balsas salvavidas comenzaron a bajar y, rápidamente, toda la tripulación y pasaje de la nave, 296 personas en total, estuvieron fuera del alcance del siniestro, siendo rescatados por los pesqueros "Don Cayetano" y "Magritte", de bandera argentina y el petrolero de bandera panameña "Scarlet-Ibis", quienes se encontraban en la zona y acudieron inmediatamente en auxilio de los náufragos.

Con la misma decisión, el capitán del rompehielos, proveniente de una familia con tradición en la Marina y en base a un antiguo axioma naval que expresa que "un capitán debe permanecer en su barco pase lo que pase", permaneció en su nave, recorriendo rincón por rincón asegurándose de que no hubiera ninguna persona mas a bordo.

Inmediatamente, personal especializado de la Fuerza socorrió al Irízar en alta mar, hasta que el 20 de abril, capitán y rescatistas, soslayando ocho focos de incendio, lograron llevar al buque a Puerto General Belgrano, donde amarraron y fueron recibidos por una numerosa comitiva conformada por familiares, autoridades y efectivos navales y la tripulación, que ansiosa esperaba reencontrarse con su comandante.

Lo narrado, señor Presidente, nos demuestra que en tiempos donde se suele poner en duda los valores y las tradiciones, existen personas que viven de acuerdo a los mismos, preservándolos, rescatándolos y cumpliéndolos, lo que según nuestro criterio, se transforma en un ejemplo a imitar. Y como nos ha mostrado este hecho, hay personal que forman parte de las filas de nuestras Fuerzas Armadas, quienes que con valor y la claridad ética, como los del capitán de navío Guillermo Nelson Tarapow, prestigian a la institución.

"Nadie quiere lo que no conoce, nadie defiende lo que no ama y nadie da lo que no tiene....", tales fueron las primeras palabras de Tarapow al pisar tierra firme, como explicando su decisión de permanecer al mando de su barco hasta las últimas consecuencias y amplió el concepto manifestando que "cuando sepan realmente qué pasó a bordo, no tengo ninguna duda que la dimensión humana de esta epopeya va a cobrar todavía una perspectiva mucho mayor".

Por todo lo expuesto, Señor Presidente es que solicito la aprobación del presente proyecto.