La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo, a fin de que, mediante los organismos que correspondan informe a esta Honorable Cámara sobre los siguientes puntos:

1.- Si el Consejo Superior de la UBA ha tomado conocimiento de la grave denuncia efectuada en el diario Página 12 del día 24 de marzo de 2009 en la pág. 12 bajo el título "La Facultad y los Derechos Humanos" en la que se ponen de manifiesto los dichos atribuidos a una profesora del Seminario de Integración y Aplicación de la Carrera de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, María Zinko, quien habría incurrido en manifestaciones reivindicativas del accionar ilegal llevado a cabo en nuestro país durante la última dictadura militar del período 1976/1983.

2.- Si ese Consejo Superior y el Consejo Directivo de la Facultad aludida han adoptado alguna medida al respecto.

3.- Si ese Consejo Superior tiene conocimiento de otros hechos de similares características que se hayan producido en el seno de las facultades de la UBA.

4.- Si ese Consejo Superior está adoptando medidas tendientes a evitar la repetición de episodios como este.

Señor presidente:

El día 24 de marzo pasado, fecha en los argentinos conmemoramos con dolor el inicio de una de las dictaduras militares más cruentas de la historia por la que ha atravesado el país, y que tuvo como saldo, entre otras tristes consecuencias, más de 30 mil desaparecidos, un artículo de opinión publicado en el diario Página 12 en la sección Universidad, vino a recordarnos los resabios que todavía quedan de ese pasado.

La nota se titula "La Facultad y los Derecho Humanos" y da cuenta de los dichos de la docente María Zinko, quien al frente del curso "Seminario de Integración y Aplicación de la Carrera de Administración de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA", manifestó estar en contra de los derechos humanos subrayando que, "durante las épocas de la dictadura se podía caminar tranquilo por la calle, y que en cambio, ahora no".

Esta situación y dichos al frente de alumnos universitarios no deben tomarse aisladamente. Cabe decir en este sentido que pocos días atrás, también un docente de la Facultad de Derecho de la UBA se manifestó en términos similares, además de ser públicamente conocida la campaña mediática emprendida por algunos sectores reaccionarios que aún no comprenden -tal vez- el sentido de la convivencia en democracia y los derechos ciudadanos que ella defiende, requiriendo la aplicación de la "mano dura", de la pena de muerte y extinción de los derechos humanos, desconociendo además que la Argentina adhiere a pactos y convenciones sobre derechos humanos, como lo es,,entre otros, el de San José de Costa Rica.

Cuando se reformó la Constitución, se dio especial tratamiento a la temática de los derechos humanos, y así, a través de su inclusión en el art. 75 inc. 22 se dio jerarquía constitucional a ocho tratados, dos declaraciones y un protocolo facultativo pertenecientes el derecho internacional en materia de derechos humanos.

Pero nuestros constituyentes no quisieron agotar el tema con la jerarquización de estos once documentos, e incluyeron la posibilidad de que el Honorable Congreso de la Nación, con mayorías especiales, otorgue jerarquía constitucional a otros tratados y convenciones sobre derechos humanos, lo cual,así efectivamente, hizo este Congreso en 1997 con la Convención sobre Desaparición Forzada de Personas y en 2003 con la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Delitos de Lesa Humanidad.

Cabe preguntarse, entonces, qué es lo que realmente están sosteniendo y reclamando estos sectores que están en contra de los derechos humanos que debe defender y garantizar nuestra Constitución Nacional.

En este sentido pareciera ser que estos ciudadanos, con sus declaraciones, estan en contra de que el Estado garantice y respete los derechos humanos, para todos.

Por ello, por la gravedad de estos hechos y por el mensaje aciago que encierran estas manifestaciones, la Universidad, como ámbito de formación y capacitación de científicos, profesionales, docentes y técnicos, capaces de actuar con idoneidad intelectual, espíritu crítico, responsabilidad profesional y solidaridad social no puede ni debe permitir, que las mismas se reproduzcan en su seno.

Es por todo esto, Sr. Presidente, que solicito a mis pares, me acompañen con la aprobación de este proyecto.