La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar preocupación por la situación de las mujeres en Afganistán luego de que el gobierno de ese país sancionara una ley que no sólo discrimina a las minorías chiitas sino que denigra a la mujer como ser humano, negándole derechos inajenables, permitiendo de esta manera la violación conyugal.

Señor presidente:

El gobierno de Afganistán, a través de la firma de su presidente Hamid Karzai, logro promulgar una ley, que contó con el apoyo de ambas cámaras del Parlamento, y que cuenta con tres artículos que apuntan a establecer obligaciones respecto de la mujer casada.

Según la norma, es ilegal el rechazo de una mujer a los avances sexuales de su marido. Además, para trabajar fuera de su hogar o asistir a la escuela, debe contar con el permiso de su esposo. En su tercer Artículo, esta ley sostiene que es ilegal que se niegue a maquillarse o vestirse bien, si este es el deseo de su esposo.

Pero si lo hasta aquí expresado no fuera suficiente para rechazar esta norma por discriminatoria contra el género femenino, debemos agregar además que la misma sólo afecta a las mujeres pertenecientes a la minoría religiosa denominada chiita.

Inmediatamente la sanción de una normativa de estas características ha generado el repudio y total rechazo no solo de las mujeres de dicho país. Decenas de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo han salido a llamar la atención de la prensa internacional para evitar que este tipo de leyes puedan sostenerse y violar sistemáticamente los derechos del género.

A partir de lo expuesto, un grupo de aproximadamente 300 mujeres, tuvieron el valor de salir a protestar por las calles de Kabul para manifestar su repudio y solicitar el rechazo de esta ley. Pero una manifestación en pos de los derechos de las mujeres, solo sirvió para que un grupo de hombres las atacaran salvajemente con insultos, golpes y piedras.

"Retírense de aquí putas" y "esclavas de occidente" fueron algunos de los insultos que debieron soportar mientras marchaban hacia el parlamento de ese país intentando entregar un petitorio para solicitar la anulación de la norma. El petitorio entregado sostiene que cuando el hombre quiera tener relaciones sexuales, nosotras no podremos negarnos. Eso significa que la mujer es una suerte de propiedad, que puede ser usada por el hombre como él lo desee.

Este insulto a la dignidad de las mujeres y la cosificación de la misma no puede ser permitida en pos de la diversidad cultural y las diferencias entre oriente y occidente. Gobiernos y grupos de derechos humanos de todo el mundo han condenado la legislación. Incluso el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, califico a la norma de "abominable."

El presidente afgano, ha impulsado esta norma en un momento en el cual Afganistán debe realizar comicios. Se sospecha que el único fin que tiene la reciente ley es conseguir el apoyo de los grupos chiitas que viven dentro de ese país para lograr la reelección del actual mandatario.

La capacidad de las mujeres de decidir sobre sus propios cuerpos no puede violarse bajo ninguna circunstancia, y menos aún por motivos electoralistas. Retrotraer a un país a las leyes impuestas por los gobiernos talibaneses que gobernaron el país desde 1996 hasta 2001, seguramente no es el camino para lograr mejorar la situación de las mujeres de un país donde las mayoría son analfabetas y deben soportar una cultura machista que las coloca en una posición de sumisión ante el hombre.

Las disposiciones de la Ley del Estatuto Personal Chiita contradicen directamente la Constitución afgana, que prohíbe cualquier tipo de discriminación y distinción entre los ciudadanos de Afganistán. El artículo 22 establece que los hombres y las mujeres "tienen los mismos derechos y deberes ante la ley". La norma también contraviene la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, de la cual Afganistán es parte.

Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto.