La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Vería con agrado que el Poder Ejecutivo Nacional instrumente las medidas pertinentes a los efectos de suscribir el Convenio Andrés Bello, CAB, organización internacional de carácter intergubernamental de integración Educativa, Científica, Tecnológica y Cultural.

Señor presidente:

En 1969 se llevó a cabo en Puerto España, Trinidad y Tobago, la VI Reunión Ordinaria del Consejo Interamericano Cultural de la Organización de los Estados Americanos. En dicha oportunidad los Ministros de Educación de Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela y los jefes de las delegaciones de Ecuador y Perú acordaron emprender un esfuerzo de integración regional en los campos de la educación, la ciencia y la cultura. Esta voluntad, se puso de manifiesto con la suscripción de la "Declaración de Puerto España" como carta de intención sobre la integración cultural.

En 1970, en la Primera Reunión de Ministros de Educación de la Región Andina llevada a cabo en Bogotá, con el propósito de favorecer el desarrollo integral de los pueblos iberoamericanos y con el fin de integrarlos educativa, científica, tecnológica y culturalmente, los ministros de Educación de Bolivia, Chile, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú, dieron origen al Convenio Andrés Bello, CAB, organización de carácter integracionista cuyo nombre y sentido evocan al prominente humanista y americanista Andrés Bello.

Andrés Bello nació en Caracas, Venezuela, el 29 de noviembre de 1781. Su vida se desarrolló en tres grandes escenarios: en Caracas de fines del siglo XVIII y principios del XIX, una de las ciudades más cultas del imperio español en América; en Londres ciudad capital de un imperio mundial emergente, y finalmente en Chile, donde realizó gran parte de su obra: allí creó la Universidad de Chile de la que fue rector desde 1943 a 1865; redactó el Código Civil que luego fue adoptado en otros países hispanoamericanos; escribió el primer Tratado de Derecho Internacional Público en lengua española, llamado "Principios del Derecho de Gentes" y, en su afán por la conservación del idioma castellano como "medio providencial de comunicación" entre los pueblos americanos, fue autor de una "Gramática de la Lengua Castellana destinada al uso de los americanos"

El Convenio Andrés Bello es un Tratado de Derecho Internacional Público, que tiene como misión "favorecer el fortalecimiento de los procesos de integración y la configuración y desarrollo de un espacio cultural común", en este sentido persigue la búsqueda de "consensos y cursos de acción en cultura, educación, ciencia y tecnología, con el propósito de que sus beneficios contribuyan a un desarrollo equitativo, sostenible y democrático de los países miembros".

La Organización se fortaleció como espacio integracionista en el área del Caribe, Centroamérica con el ingreso de Panamá, en 1980 y de Cuba en 1998; en Europa, con el ingreso de España en 1982 y en 2001 se incorporó Paraguay, iniciando el acercamiento de los países miembros del MERCOSUR. Finalmente, en 2004 México adhirió al Convenio constituyéndose en el undécimo país miembro del Convenio Andrés Bello.

En 1990, con el fin de adecuar el Convenio al contexto mundial, la XV Reunión de Ministros de Educación adoptó en Madrid, España, el Nuevo Tratado Constitutivo de la Organización del Convenio Andrés Bello. Como reza su preámbulo, las naciones contratantes "hacen expresa su voluntad de suscribir un nuevo Convenio Andrés Bello de Integración Educativa, Tecnológica y Cultural (...) con el fin de ampliar y fortalecer el proceso dinámico de la integración, apoyar el desarrollo y mejorar el bienestar material y espiritual de los pueblos".

Teniendo como finalidad la integración de los países miembros en los campos mencionados, la organización persigue como objetivos: i) estimular la fraternidad y el conocimiento recíproco; ii) contribuir al logro de un adecuado equilibrio en el proceso de desarrollo educativo, científico, tecnológico y cultural; iii) lograr el desarrollo integral de sus naciones realizando esfuerzos conjuntos en las áreas de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura; iv) y elevar el nivel de vida de sus pueblos a partir del desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Para alcanzar los propósitos mencionados, el CAB realiza, entre otras, las siguientes acciones: a) formula y ejecuta planes, programas, proyectos y actividades integradas, b) incentiva proyectos de desarrollo conjuntos, que contribuyan a mejorar la productividad en las áreas de la Organización, c) desarrolla relaciones de cooperación con otros países y con organismos nacionales e internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, d) formula y presenta proyectos de acuerdos sobre protección y defensa del patrimonio cultural, teniendo en cuenta las convenciones internacionales sobre la materia, e) fomenta el otorgamiento de becas recíprocas, f) apoya, en condiciones de reciprocidad, el establecimiento de cupos para que los alumnos procedentes de los Estados Miembros ingresen o continúen sus estudios en establecimientos de educación superior, g) unifica criterios para reconocer niveles de conocimiento y/o habilidades en oficios adquiridos al margen de la educación formal, por nacionales de cualquiera de los Estados Miembros, h) fomenta la difusión de la cultura de los Estados Miembros y de los avances en educación, ciencia y tecnología, a través de la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de comunicación social, i) incentiva la publicación y difusión de sus valores literarios y científicos entre los Estados Miembros.

Los órganos que integran la estructura del CAB a los efectos de desarrollar el propósito fundamental del tratado, son: la Reunión de Ministros, REMECAB, la Secretaria Ejecutiva, SECAB, la Comisión Asesora Principal y las Comisiones Técnicas de Educación, de Ciencia y Tecnología y de Cultura. La autoridad máxima del CAB es la Reunión de Ministros de Educación de los países miembros a quienes corresponde fijar las políticas generales de la organización. La Secretaria Ejecutiva es el órgano administrativo y ejecutivo del Tratado, tiene su sede en Bogotá, Colombia, y su personería jurídica de derecho internacional público se encuentra reconocida por la República de Colombia en el Acuerdo de Sede, suscripto el 4 de septiembre de 1972 con el Gobierno de esa República y aprobado mediante la Ley 122 de 1985. La Comisión Asesora Principal es el órgano técnico auxiliar de la reunión de Ministros, encargada, entre otras funciones, de evaluar periódicamente el cumplimiento de las decisiones adoptadas. Por su parte las Comisiones Técnicas son las encargadas de formular o evaluar las propuestas que se llevarán a la Reunión de Ministros.

El fondo de financiamiento del CAB, tal como lo prevé el artículo 21º del Tratado, "está constituido por las aportaciones de los Estados miembros...".

La solidaridad entre los pueblos iberoamericanos se revela de enorme valor en el actual contexto internacional. La heterogénea trama cultural y geográfica nos obliga a realizar esfuerzos permanentes de armonización a partir de las distintas realidades. El Tratado tiene por objetivo máximo la configuración y desarrollo de un espacio cultural común, y esto abarca, tal como se manifiesta en el perfil institucional de la organización las "instituciones, manifestaciones culturales, lo simbólico, el conocimiento, valores, orientaciones culturales, formas de comportamiento, tradiciones y memorias históricas".

Nuestros países han demostrado ser capaces de realizar cambios indispensables para responder a los nuevos desafíos. Se evidenciaron avances notables en educación, en ciencia y en tecnología. Sin embargo, el nuevo escenario internacional exige más que nunca la cooperación y la integración como tareas indispensables para enfrentar los procesos globales con una visión que integre nuestras convicciones comunes.

El Convenio Andrés Bello como organización internacional de carácter intergubernamental, "favorece el fortalecimiento de los procesos de integración y la configuración y desarrollo de un espacio cultural común. Busca generar consensos y cursos de acción en cultura, educación, ciencia y tecnología, con el propósito de que sus beneficios contribuyan a un desarrollo equitativo, sostenible y democrático de los países miembros" en este sentido, suscribiendo el Convenio, estaremos dando un paso concreto en la consolidación del espacio común iberoamericano, abriendo nuevos horizontes de cooperación y de trabajo conjunto entre países que desean utilizar la herencia histórica compartida para construir un futuro común.

Señor Presidente, por todo lo expuesto solicito la aprobación del presente proyecto.