La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su mas profunda preocupación respecto de la polémica que se viene sucediendo con los índices que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), organismo éste dependiente del Ministerio de Economía y Producción de la Nación, con relación a los índices oficiales de inflación, y en especial aquellos que involucran a la canasta básica alimentaria, en definitiva la incidencia y su problemática en el ámbito socioeconómico.-

Señor presidente:

Como ya es público y notorio conocimiento, desde hace algún tiempo los medios periodísticos continúan poniendo acento en la problemática que se viene sucediendo respecto de los índices y estadísticas emitidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, organismo dependiente del Ministerio de Economía y Producción de la Nación.

El mencionado Instituto es el organismo público, de carácter técnico, que unifica la orientación y ejerce la dirección superior de todas las actividades estadísticas oficiales que se realizan en el territorio de la República Argentina. Su creación y funcionamiento está reglamentado por la Ley 17.622 y el Decreto 3110/70, así como el Decreto 1831/93.

Se encuentra conformado por economistas y técnicos profesionales vinculados al análisis económico y la producción y uso de estadísticas socioeconómicas.

Más allá de la reconocida calidad técnica de los profesionales que integran el INDEC, y que nosotros debiéramos valorar, y que es también reconocida por los más prestigiosos institutos de estadística en el mundo, nos tendríamos que preocupar respecto del daño que pudiera provocarse a las estadísticas oficiales y su credibilidad. Ellas son consideradas como un bien público y como tal, el Estado resulta ser el responsable de proveerlas y también de preservar su calidad y credibilidad.

Múltiples decisiones económicas se basan en los indicadores socioeconómicos que produce el INDEC. En base a ellos las familias toman decisiones de gasto y ahorro, las empresas deciden acerca de cuánto van a producir e invertir; se negocian múltiples contratos en diversos mercados y las propias autoridades gubernamentales son las que en base a ellos, eligen cursos de política a seguir.

Características tales como continuidad, calidad y transparencia en la metodología de cálculo son condiciones indispensables para preservar la confianza del público en ellos y para que el propio gobierno nacional pueda disponer de información fiable para llevar adelante sus políticas, máxime si tenemos en cuenta que ellos son utilizados y empleados, entre otros aspectos sociales, para la evolución de la canasta antedicha; determinación de los ingresos necesarios en un hogar para no ser considerado indigente; como valor de referencia para salarios, alquileres y contratos; etc.,.

En todos los países del mundo, las metodologías de cálculo de los indicadores económicos están sujetas, lógicamente, a cambios y actualizaciones periódicos. La realización de esos cambios debe seguir criterios estadísticos y económicos bien establecidos y aceptados internacionalmente. Los técnicos del INDEC trabajan en base a esos criterios y es por ello que las estadísticas que allí se elaboran gozan de credibilidad en el país y en el exterior. La introducción de cambios en la metodología de cálculo en función de necesidades coyunturales y sin respetar criterios técnicos establecidos amenaza tirar por la borda esfuerzos realizados durante largos años para preservar indicadores que permitan un buen entendimiento de la situación socioeconómica del país, como así también hace peligrar su continuidad y genera desconfianza. Con ello sólo se logra dificultar la coordinación de decisiones económicas, deteriorar la calidad del crédito público y, peor aún, de las instituciones.

Por los motivos anteriormente expuestos, es que solicito a mis pares me acompañen en la aprobación del presente proyecto de Resolución.