La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su reconocimiento y beneplácito por la meritoria labor desarrollada por la tripulación del rompehielos Almirante Irízar al mando del capitán de fragata Guillermo Tarapow, con el fin de evitar su naufragio luego del trágico incendio que sufriera mientras navegaba de regreso de la Campaña Antártica de Verano 2006/2007.

Señor presidente:

Como es de dominio público, el buque rompehielos ARA "Almirante Irizar" sufrió un incendio cuando navegaba por alta mar en jurisdicción de la provincia de Chubut. Los 296 ocupantes del barco, que habían partido desde la ciudad de Ushuaia en la provincia Tierra del Fuego luego de haber completado la Campaña Antártica de Verano 2006/2007, desalojaron el buque y fueron rescatados sanos y salvos.

En esta oportunidad, el rompehielos "Almirante Irizar" había zarpado del Puerto de Buenos Aires el 12 de diciembre pasado y durante la Campaña Antártica efectuó el reaprovisionamiento de las bases antárticas Esperanza, Jubany, San Martín, Primavera, Orcadas, Cámara, Petrel, Decepción, Melchior, Brown, Marambio, Belgrano II y Matienzo.

Construido en Finlandia en 1975 por convenio entre el Director Nacional del Antártico y el Astillero OY WÄRTSILA, HELSINSKI, fue entregado a la Armada Argentina para su tripulación y operación en diciembre de 1978. Desde esa fecha se encuentra al servicio del programa Antártico- Argentino, brindando una inestimable contribución a nuestros legítimos reclamos territoriales sobre el continente antártico y a toda la comunidad científica internacional. Debemos también recordar que este emblemático buque de nuestra Armada Nacional, participó en 1982 como barco hospital en la Guerra de Malvinas y fue condecorado con la medalla por "Operaciones de Combate".

No obstante, el incendio del rompehielos "Almirante Irizar" pudo haber fácilmente terminado en su naufragio si no fuera por la meritoria y heroica labor desarrollada por su tripulación al mando del capitán de fragata Guillermo Tarapow.

La complejidad de las tareas desarrolladas con el propósito de extinguir el fuego en el interior del buque, demandaron de la pericia y coraje de un grupo de hombres que, conducidos por un marino destacado, mostraron lo que eran capaces de hacer justo en el momento en que su nave más los necesitaba. Hoy, gracias a ellos, aún conservamos a nuestro estimado rompehielos "Almirante Irizar".

Solo a modo de ejemplo resulta suficiente con mencionar que el incendio originado -supuestamente- en la sala de máquinas se extendió hasta el hangar con sus dos helicópteros a bordo, se vieron explosiones sobre el techo mientras las puertas comenzaron a derretirse por el calor, evitando peligrosamente en todo momento que el fuego no hiciera explotar los tremendos tanques de combustibles que el Irizar requiere para sus prolongadas campañas antárticas. Por supuesto la evacuación tampoco fue sencilla. Hubo que descolgar las balsas salvavidas a plena oscuridad de la noche y evitando que tomen contacto con las paredes del buque que se encontraban a altas temperaturas por el intenso fuego.

Mariano Wullich, periodista del Diario La Nación, fue una de las 240 personas que estaban a bordo del Almirante Irízar. En una nota publicada el día 12 de abril de 2007, relató: "Pensé que podría perder la vida (...) llegar a una balsa y quedar a la deriva es intimidante, por no

decir [directamente] que tuve miedo", destacando a la vez la profesionalidad de los tripulantes a la hora del salvataje: "Jamás yo, participando de esto, vi a gente tan profesionalizada. Si no hubiese estado esta gente, yo hoy no estaba vivo".

Asimismo y en coincidencia con el relato de Wullich, los tripulantes del rompehielos también destacaron el profesionalismo de las autoridades del buque. "Estuvimos seis horas en la balsa junto con otras 19 personas hasta que nos rescataron y durante ese lapso nos apoyamos unos a otros como así también a algunos que estaban descompuestos y quebrados por la situación", dijo el cabo principal Marcos Vásquez.

Por su parte, Silvina Morales (una de las seis mujeres militares que viajaban como tripulantes en el rompehielos), calificó de "héroe" al capitán Guillermo Tarapow, ya que, según manifestó, el marino "dijo desde un primer momento que "si se hunde el buque me voy con él"" y agregó que "estuvo firme en su decisión hasta último momento". "Todas las maniobras fueron impecables de parte de él hacia el personal y para cualquier militar el capitán Tarapow sería el ejemplo a seguir", expresó Morales.

Por las razones expuestas, solicitamos de los señores Diputados de la Nación, la aprobación del presente Proyecto de Resolución.