PROYECTO DE TP
Expediente 1549-D-2011
Sumario: EXPRESAR RECONOCIMIENTO A LA LABOR QUE REALIZA LA UNIDAD EDUCATIVA PRIVADA 26 SAN JOSE OBRERO, DE LA CIUDAD DE RESISTENCIA, PROVINCIA DEL CHACO, AL CONMEMORARSE EL 50 ANIVERSARIO DE SU FUNDACION EL DIA 13 DE MARZO DE 2011.
Fecha: 06/04/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 23
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Manifestar
su reconocimiento a la labor educativa que realiza la
Unidad Educativa Privada N° 26 San José Obrero, en la
ciudad de Resistencia, provincia del Chaco, al haberse
conmemorado el 50° aniversario de su fundación, el 13 de
marzo de 2011.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
I. Las Bodas de Oro de una relevante
institución educativa
La educación cristiana en un contexto familiar
amplio y solidario es la base que sostiene a la Unidad Educativa Privada Nº 26 San José Obrero,
la única institución parroquial que concentra los tres niveles de enseñanza obligatorios.
Precisamente el 13 de marzo, festejó sus radiantes Bodas de Oro y afronta los desafíos de
continuar el crecimiento edilicio y mantener la unidad a través de la articulación entre jardín de
infantes, primaria y secundaria.
La escuela ubicada en el barrio Monseñor De
Caria de Resistencia nació al amparo de la capilla San José Obrero y como una necesidad de
ofrecer educación religiosa a los hijos de los obreros radicados en ese lugar. Es que a principios
de la década del 60, ese sector de la capital chaqueña albergaba al barrio Evita, un enclave
trabajador que recibió décadas antes la visita de la entonces esposa de Juan Domingo
Perón.
"Hoy es la única escuela parroquial con los tres
niveles. Hay otra institución, pero es una escuela de artes y oficios", remarca el padre Gustavo
Juárez, representante legal de la UEP 26. "No queremos perder ese espíritu. Ya no hablamos de
la escuela como un apéndice de la parroquia San José Obrero, sino como una comunidad
educativa con identidad propia", destaca ante NORTE.
"Queremos mantener el espíritu familiar, en el que
cada uno tiene su lugar. Por eso a los chicos les enseñamos que todos somos personas con
funciones especiales que debemos cumplir", explica el religioso, quien es representante el
Obispado en el colegio.
Silvia González y Cristina Ortiz, directora y
vicedirectora del nivel primario e inicial, son también ex alumnas que pasaron por esas mismas
aulas. Ambas guardan recuerdos imoorraolcs de aquellas primeras docentes que, en la década
del 70, las formaron con una educación casi personalizada. "Éramos muchos, pero tenían un
inmenso cariño y se ocupaban de todos los detalles", comentan, mientras los rostros se iluminan
al traer al presente aquellos buenos momentos.
Un detalle que grafica el especial cuidado de esas
primeras maestras era el aporte que hacían para los uniformes: "A pesar de que eran todas
familias de trabajadores muy humildes, los chicos venían impecables a clases. Y si no tenían
dinero para sus uniformes, ellas mismas reunían los fondos y los compraban, así como también
los asistían con otro tipo de elementos que necesitaban", relata Ortiz.
Ayer y hoy
Atravesada por incontables dificultades, tiempos
de zozobra, de represión en la dictadura militar y también problemas en tiempos de democracia'
la escuela San José Obrero permaneció ofreciendo un servicio distinto, un servicio de amor y
testimonio cristiano, fundamentalmente por el compromiso de quienes sostenían la obra
educativa: docentes, directivos, padres, alumnos, familias, sacerdotes y las siervas del Santo
Corazón de María, una congregación de religiosas canadienses que hizo su primera escala aquí
en el Chaco.
Hoy concurren a la institución unos 800 alumnos
que cursan los tres niveles (inicial, primario y secundario), con un plantel docente integrado por
60 profesionales, algunos nuevos y otros con varios años de experiencia en esa casa de estudios.
La organización administrativa cuenta con dos direcciones: Silvia González de Toledo dirige el
nivel inicial y primario, acompañada por Cristina Ortiz de Cuesta en la vicedirección; y el
profesor Ramón Romero está a cargo del secundario. Además hay dos secretarías.
"Todos los que trabajamos somos herederos de un
importante legado cultural, religioso, científico, moral y cristiano, que tenemos la obligación de
cuidar y acrecentar como lo hicieron quienes nos precedieron en la tarea", resaltan las
autoridades.
Sustento propio y estatal
La UEP 26 es hoy una institución pública de
gestión privada. Es decir, recibe una subvención del gobierno provincial mediante el pago de los
salarios docentes y aplica los contenidos curriculares de la educación pública. En tanto, las
cuotas que pagan por mes los alumnos sirven para el sostenimiento de los salarios del personal
no docente, maestranza, serenos y el mantenimiento edilicio.
Sin embargo, la mirada solidaria no excluye del
derecho a la educación a los chicos carenciados. "Tenemos demanda, y por suerte son muchos
los que quieren venir", valora el padre Gustavo. Así también, el director Romero pondera que
los propios docentes, junto a los padres, organizan campañas solidarias para asistir a familias de
alumnos que presentan problemas económicos.
Obras necesarias
Con trabajos ejecutados a lo largo de los últimos
años, y en este mismo momento, el edificio recibió algunas mejoras, aunque son necesarias más
obras de ampliación para abrir nuevas aulas, además de un espacio físico acorde para el jardín
de infantes que comenzó a funcionar el año pasado.
"Necesitamos terminar el proyecto", remarca el
padre Gustavo, y da cuenta del requerimiento de un lugar amplio para la biblioteca escolar, una
sala de informática y la reestructuración del área administrativa. Así también recuerda el
objetivo de contar con dos divisiones por cada curso. "Ahora hay doce aulas por todos los
cambios que se están realizando", fundamenta.
Otro momento fundacional
En el ciclo lectivo 2010 fue inaugurado el nivel
inicial. "Fue un gran momento, también como aquel fundacional, pues es otra etapa en la vida
de la institución, a partir de la cual se trazan nuevas metas, objetivos y sueños", definieron las
autoridades.
Así, destacan que el jardín de infantes surgió por
la demanda de la comunidad barrial, igual que hace 50 años ocurría con la escuela.
"Inauguramos dos salitas de 4 años, con 40 alumnos en total, y dos salas de 5 años con 35
alumnos cada una", sintetiza el padre Gustavo.
El nivel inicial funciona, por el momento, en la
casa parroquial hasta tanto culmine la construcción que se ejecuta en un sector del edificio
escolar. "Nos acomodamos en los espacios que tenemos", pondera la vicedirectora, mientras
resalta el acompañamiento incondicional de los padres de los alumnos.
El jardín es el último eslabón de la cadena
educativa en un proceso de crecimiento permanente de la institución iniciado en 2005, con la
apertura del octavo año (de EGB3). Luego continuarían, sucesivamente, las aperturas del
polimodal (en 2008) y dos años después el nivel inicial.
En 2010, vísperas de las Bodas de Oro, egresó la
primera promoción de quinto año, con lo cual la institución logró completar todos los niveles
obligatorios. Los estudiantes son formados con orientación en Humanidades y Ciencias
Sociales. Así, la herencia alcanza a los jóvenes que se educan en San José Obrero desde edad
temprana y también a sus familias, junto a los docentes y profesionales que trabajan en la
institución, quienes son responsables del imponderable legado recibido.
Un párroco visionario y solidario
El padre Gamallo, joven sacerdote argentino de
breve paso por la comunidad, fue quien colocó la piedra fundamental a principios de la década
del 60. Las reseñas de la época cuentan que, junto a los vecinos, fue el iniciador de las obras del
templo parroquial en el corazón del barrio Monseñor de CarIo.
Ese joven sacerdote designado como párroco,
quien recaló en Resistencia junto a su familia, advirtió la necesidad de brindar a los hijos de
obreros que vivían en el lugar la posibilidad de educarse. Fue entonces cuando presentó al
Obispado un proyecto de creación de una escuela parroquial. Dicen las semblanzas de aquella
época que el padre Gamallo era sumamente sencillo y humilde, tanto que no se animaba a mirar
a los ojos a las personas cuando hablaba. Su visión fue ampliamente solidaria, ya que pensó la
institución educativa como un lugar donde, con cuotas adecuadas al salario obrero, los hijos de
los trabajadores pudieran recibir una formación cristiana.
Dos aulas
La escuela comenzó sus actividades el 13 de
marzo de. 1961, con apenas dos salones prestados por la joven parroquia San José Obrero,
nombre que se replicaría también en la novel institución educativa cristiana.
Por las fotos de la época, eran no más de 30 los
alumnos que concurrían por ese entonces. Todos del barrio obrero Evita enclavado en el lugar,
que por aquéllos años era una suerte de suburbio de Resistencia.
Fue ese el primer "barrio peronista" de la capital
chaqueña, con todo un contexto social obrero trabajador que dio vida a la naciente escuelita. Un
detalle no menor fue el trabajo ad honorem de los primeros docentes.
Perón y Eva
La historia cuenta que el barrio fue inaugurado por
la misma Eva Perón, varias décadas antes del nacimiento de la escuela y también recibió la
visita del ex presidente Juan Domingo Perón, cuando ya estaba el templo San José Obrero.
"Era un barrio esencialmente obrero, y las
docentes de entonces iban a visitar a 103 chicos a domicilio para darles clases de catequesis e
interesarlos a concurrir a la escuela. Hacían también una especie de censo para detectar las
necesidades y la cantidad de niños en edad escolar", recuerdan los actuales docentes.
Los misioneros canadienses
Tras ver concretada y en marcha su gran obra, el
padre Gamallo fue trasladado a otro punto del país. En 1963 tomaron la posta los Misioneros
Canadienses, con el padre Cornado Coté al frente. Ellos continuaron el desafío de acompañar al
grupo, también joven, de docentes que integraban el plantel de maestros.
El padre Coté, recordado con amor por la
comunidad, recibió pronto el apoyo de las Siervas del Santo Corazón de María, que enviaron a
cuatro hermanas canadienses: María Paula Vachón, María Teresa De Roy, Magdalena Lessard y
Laura Fortier. Pronto, poniendo manos en la obra, le dieron a la escuela que nacía el sello de
calidad humana y' educativa que la caracteriza aún hoy: el espíritu de familia.
El desembarco de las misioneras canadienses en el
Chaco tiene motivos que se remontan a los inicios de la década del 60, sobre la base de una
promesa hecha por la madre superiora de la congregación al salir de Cuba, cuando la orden fue
expulsada por el régimen de Fidel.
Por ese entonces, la religiosa prometió que si las
misioneras salían ilesas de ese peligroso periplo por el país caribeño, crearía una nueva misión
en Latinoamérica. Y la escuela San José Obrero fue su primera gestión en este continente, Sin
saber mucho del idioma, pero con un gran deseo de servicio y sencillez, debieron revalidar sus
títulos docentes tras su llegada a Resistencia.
Fueron precisamente las Siervas del Santo
Corazón de María quienes se enfrentaron con los primeros obstáculos de infraestructura, ya que
el comienzo de la escuela fue con sólo dos aulas prestadas por la parroquia. Pero pronto, con la
ayuda de los obreros (padres de los alumnos) y de toda la comunidad barrial, pudieron comenzar
la construcción del edificio.
"Hacían ventas de pollos, empanadas, rifas,
campañas de ladrillos y botellas", recuerda Cristina Ortiz, ex alumna de la escuela y actual
vicedirectora del nivel primario.
Para avanzar con las obras fue necesaria la compra
de un terreno a la familia de Mirbel López. Y más adelante también llegó la ayuda económica
del Obispado, para la edificación del primer piso de salones.
Educar, un acto de fe
La educación en la escuela San José Obrero tiene
particularidades distintivas, que sus propios directivos definen así: "Educar es un acto fundado
en la fe de que podemos ser mejores todos y cada uno. Educar es confiar en el que recibe porque
será portador de sueños y proyectos nuestros como docentes y suyos como padres".
Educar es también ayudar a que los sueños del que
se educa se hagan posibles; es confiar en el que enseña, que dará lo mejor de sí mismo,
transmitirá los valores y los conocimientos que la sociedad en su conjunto y la cultura popular
han producido buscando la felicidad y el bienestar. Porque en definitiva la educación es una
actividad de las más nobles que realizan los hombres, con la cual la humanidad se crea y se
recrea a sí misma. La educación es el medio por el que el conocimiento producido por una
generación pasa a otras, moldeado, atravesado por los valores que se priorizan y se cultivan, en
la búsqueda de la superación.
Rigurosa elección
Con esas premisas arraigadas, la institución realiza
una minuciosa selección del personal docente. Está a cargo del padre Gustavo, con consenso
con el equipo de conducción. "Educamos más con el ejemplo que con la palabra. Y este es el
gran desafío que tenemos con todos los alumnos", remarca la directora González.
Es ese uno de los pilares educativos que hacen
posible la educación religiosa y la permanencia diaria de las costumbres propias de una escuela
parroquial. "En cuestiones académicas y pedagógicas vamos creciendo y aprendiendo todos.
Pero la institución tiene la autonomía de elegir personal con ciertas características y valores
corno personas", explica.
Los desafíos
Un desafío de toda la comunidad educativa es
mantener la unidad a través de la articulación entre todos los niveles. "Estamos unidos como un
equipo de conducción y una familia institucional. Pero seguimos creciendo en personal,
cantidad de niños y familias. Por eso, debemos ver las formas de mantenemos en unidad con
estos principios que identifican a la institución", repasa la directora Silvia González.
Entre esos principios que menciona se encuentra la
misión de lograr una escuela transformadora para dar respuesta a una sociedad carente de
valores."La escuela se propone formar ciudadanos desde muy temprana edad. Y ahora tenemos
el desafío con los más chiquitos del nivel inicial", resalta.
Por otra parte y también a nivel educativo, la ahora
secundaria completará en 2012 el desafío de abrir una división más de quinto año, de tal manera
que funcionará todo el nivel con dos cursos por cada año.
También a nivel general aparece como un desafío
la integración de los nuevos docentes en un ámbito "confesional". "No somos trabajadores de la
educación, sino docentes, lo que implica una serie de responsabilidades implícitas
concomitantes a la enseñanza en las aulas", indica el director Romero. En tanto, el padre
Gustavo acota como reto inmediato lograr que cada aula tenga un máximo de 30 alumnos.
II. Consideraciones finales
Por la valiosa contribución que realiza esta
institución educativa para la formación de nuestros jóvenes es que solicitamos la aprobación de
este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
EDUCACION (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
---|---|---|
06/09/2011 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
---|---|---|---|
Diputados | Orden del Dia 2564/2011 | ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 27/2011; ARTICULO 108 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION | 22/09/2011 |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
---|---|---|---|
Diputados | APROBACION ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H CAMARA DE DIPUTADOS; COMUNICADO EL 06/10/2011 | APROBADO |