PROYECTO DE TP
Expediente 1513-D-2013
Sumario: CIUDAD DE SANTA FE DE LA VERA CRUZ, PROVINCIA DE SANTA FE. SE LA DECLARA "CUNA DE LA CONSTITUCION Y CAPITAL NACIONAL DE LAS CONVENCIONES CONSTITUYENTES".
Fecha: 03/04/2013
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 20
El Senado y Cámara de Diputados...
INSTITUCIÓN DE SANTA FE DE
LA VERA CRUZ COMO CIUDAD CUNA DE LA CONSTITUCIÓN Y CAPITAL
NACIONAL DE LAS CONVENCIONES CONSTITUYENTES
Artículo 1º: Se declara a la
ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz cuna de la Constitución Nacional y
Capital Nacional de las Convenciones Constituyentes.
Artículo 2°: Se desígna a la
ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz como lugar oficial de los actos
celebratorios de los aniversarios de la Constitución Nacional
Artículo 3°: De forma.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Santa Fe, "Cuna de la
Constitución Nacional", es la denominación que adquirió la capital de la
provincia de Santa Fe a partir de la sanción de la primera constitución
Argentina en 1853. Este trascendental hecho histórico fue el corolario de
importantes pactos, tratados y convenciones llamados "preexistentes" -por
los constituyentes de 1853-, que sirvieron de base para la sanción de la
Constitución Argentina.
La fundación de la ciudad de
Santa Fe ocurrió un domingo 15 de noviembre de 1573. La ciudad,
fundada por Juan De Garay, se situaba originalmente en la barranca
occidental del río de los Quiloazas, hoy río San Javier: "Fundo y asiento y
nombro esta ciudad de Santa Fe, en esta provincia de calchines y
mocoretás".
La ciudad, en su antiguo
emplazamiento (donde hoy se encuentra la localidad de Cayastá), se edificó
en torno a la Plaza de Armas, donde se alzó el rollo, tronco de algarrobo,
símbolo de la justicia y el poder real, plantado en el momento de la
fundación oficial. Tenía once manzanas de norte a sur y seis de este a
oeste, y su trazado se hizo en forma de damero. En torno a la Plaza de
Armas se distribuían los principales edificios: el Cabildo, la Iglesia Matriz,
las Iglesias y conventos de los franciscanos, los dominicos, los mercedarios
y los jesuitas, y las calles y solares para los vecinos. Fuera del trazado
urbano se repartieron las tierras para las chacras y las estancias. Hoy se
conserva la mitad de la Plaza, ya que el río la ha cortado en diagonal, el
resto está bajo agua, al igual que la casa de Garay, el colegio e iglesia de
los jesuitas y las iglesias Matriz y San Roque.
Según algunos historiadores,
Garay llamó a su ciudad Santa Fe en homenaje a la fe católica de la que
España era por entonces defensora universal frente a los moros, judíos y
protestantes. El nombre de Santa Fe de la Vera Cruz, según Federico
Guillermo Cervera, aparece ya en 1651, es decir, casi al inicio del proceso
del traslado, y parece ser que su elección está vinculada a la celebración
de la verdadera Cruz que corresponde al Viernes Santo, pues la decisiva
reunión del Cabildo del 12 de abril de ese año fue consecutiva de la
Semana Santa.
Es en Santa Fe donde, antes de
1576, se realiza la primera yerra de ganado. En las cartas del Cabildo de
Santa Fe aparecen registradas y dibujadas las primeras marcas de
hacienda que se conocen en la región del Plata.
Entre los numerosos
gobernadores que tuvo Santa Fe en su antiguo emplazamiento, se destaca
Hernando Arias de Saavedra (Hernandarias), considerado como una de las
principales figuras de la época en la región del Río de la Plata, además de
haber sido el primer gobernador criollo. Fue gobernador en seis
oportunidades entre 1592 y 1631, y estaba casado con la hija de Garay,
Gerónima de Contreras.
No podemos dejar de
mencionar a Pedro De Vega, que fue el primer maestro del Río de la Plata,
quien enseñó a leer y escribir en las dilatadas regiones del Litoral fluvial.
Era tan necesaria su presencia en el medio, que el Cabildo, en
conocimiento de que se proponía abandonar la ciudad, resolvió prohibirle,
bajo pena de 200 castellanos, salir de Santa Fe en 1577, para que ésta no
se quedara sin la única persona que enseñaba a leer y escribir la doctrina
cristiana a los niños de corta edad.
En 1651, el Cabildo resuelve el
traslado de la ciudad a unos 70 kilómetros más al sur, en la confluencia
de los ríos Paraná y Salado. Los malones, el aislamiento, las crecientes,
apuran a tomar esta determinación. El traslado duró 10 años y el 3 de
abril de 1660 ya se encontraban instaladas en el nuevo sitio, llamado el
"Pago de la Vera Cruz", las autoridades capitulares.
En el año 1662, por real cédula
española, Santa Fe fue señalado "puerto preciso", lo que significaba que
todo buque que hiciera tráfico por el río Paraná debía registrarse y hacer
escala obligada en Santa Fe, reivindicando así cierta relevancia del
beneficio de ser una ciudad puerto.
La revolución de los Mancebos,
sublevación conocida como la "Revolución de los 7 Jefes", fue instigada por
el gobernador de Tucumán, Gonzalo de Abreu, que pretendía una salida al
río Paraná para que el Tucumán tuviera una salida al mar. Hizo que un
grupo de hombres se envalentonaran en ausencia del Teniente Gobernador
Juan de Garay (que se hallaba fundando la ciudad de Buenos Aires);
pretendían su destitución y hacerse cargo del gobierno. Los conjurados
fueron once hombres, entre los cuales, la historia recuerda especialmente
a Lázaro de Venialvo, Diego de Leiva, Domingo Romero, Pedro Gallego,
Diego Ruiz, Rodrigo Mosquera y Pedro Villalta.
La rebelión terminó con la
muerte de cinco de ellos, que fueron ajusticiados en la ciudad de Santa Fe
y los otros dos, Rodrigo Mosquera y Pedro Villalta, lo fueron en Santiago
del Estero, a manos del gobernador Francisco de Lerma.
Francisco Antonio Candioti,
asumió interinamente como gobernador el 2 de abril de 1815 y fue elegido
por el pueblo el día 26 del mismo mes y año, marcando de esta forma la
primera etapa gallarda y victoriosa en la lucha de Santa Fe por el logro de
su autonomía.
En esta etapa, Santa Fe
comienza a independizarse del tutelaje de Buenos Aires. Por ello se
considera a Candioti como el primero de los llamados gobernadores
independientes de Santa Fe. Dueño de una especial personalidad y
destacándose la noble sencillez que caracterizaba todo su porte, recibió el
apelativo de Príncipe de los Gauchos. Al poco tiempo de haber asumido,
enfermó gravemente debiendo delegar el mando en el Alcalde de Primer
Voto, Pedro Tomás de Larrechea. Candioti falleció el 27 de agosto de 1815
y con él se perdió la autonomía santafesina, que será restablecida el 1 de
abril de 1816.
El Brigadier Estanislao López
nació el 22 de noviembre de 1786, y tras pasar por las aulas de la escuela
de los Padres Franciscanos, se incorporó al antiguo Cuerpo de
Blandengues, donde participó en las guerras por la Independencia,
conociendo y admirando allí la causa federal del caudillo oriental Artigas.
Transformándose en un hombre de armas, defendió los derechos federales
y autónomos de las provincias. El 23 de julio de 1818, Estanislao López
asume la gobernación de la provincia. Habiendo llegado el poder en un
momento de crisis profunda, podría haber querido perpetuarse en él
ilimitadamente. Sin embargo, delega el gobierno en el Cabildo el 18 de
junio de 1819, para abrir así el juego político. El 8 de julio del mismo año,
los electores confirman a López en el mando, ahora con títulos acordes a
su espíritu republicano. Con el devenir del tiempo, crecía el ansia de
autonomía, que llegó en el año 1819 con la primera Constitución
provincial. La misma es legitimada por López en su función de gobernador,
reconociendo una Sala de Representantes como Poder Legislativo
provincial, siendo entonces Santa Fe la primera provincia argentina que se
dio su propia Constitución, organizando los poderes del Estado y
reconociendo los derechos de los habitantes.
Desde su función de
gobernador, López fomentó pactos y acuerdos que sentaron las bases de
las autonomías federales organizadas y protegidas por el Estado Nacional,
a fin de unificarlas, viéndose la necesidad de promulgar una Constitución
Nacional. Por su accionar destacado, se ganó el nombre de "Patriarca de la
Federación", ya que fue el principal impulsor de la organización nacional,
formando parte de los caudillos que defendían las ideas federales.
El 25 de enero de 1822, se
firma el Tratado del Cuadrilátero, llamado así por ser cuatro las provincias
signatarias: Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. Por él juran
acudir en defensa del honor e integridad de la Nación ante cualquier
invasor extranjero.
El 13 de marzo de 1823 se
firma el Tratado de Auxilio con Montevideo, firmado entre Santa Fe y el
Cabildo de Montevideo, donde la primera se compromete a emplear todo su
poder para libertar a la Banda Oriental del intruso Emperador Pedro
I.
Luego, la Convención Nacional
(1828-1829) llamada comúnmente "Representación Nacional", tiene por
objeto organizar la República bajo el régimen federal. Declara como único
poder nacional a la representación reunida en Santa Fe y encarga al
gobernador Estanislao López el curso de las comunicaciones
diplomáticas.
El 23 de febrero de 1830 se
firma el Tratado de Alianza con Corrientes, como paso previo a una alianza
ofensiva- defensiva entre las cuatro provincias del Litoral.
El 4 de enero de 1831 se firma
el Pacto Federal, tratado definitivo de alianza ofensiva-defensiva entre
Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Corrientes adhirió el 29 de
septiembre del mismo año.
El 31 de mayo de 1852 se firmó
el Acuerdo de San Nicolás, con la participación de los gobernadores de las
provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, San Luis, San Juan,
Tucumán, Mendoza, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca y Entre
Ríos, al que se sumaron el 1º de Julio las provincias de Salta, Jujuy y
Córdoba. La firma del acuerdo representó un compromiso efectivo de las
provincias para encaminar la organización del país bajo un sistema
representativo, federal y republicano.
Al asumir una tradición política
que se remontaba al Pacto Federal de 1831, el Acuerdo de San Nicolás
renovó la vigencia de este antiguo tratado y definió la convocatoria a un
Congreso Constituyente que debía reunirse en la ciudad de Santa Fe y la
elección de dos diputados por provincia, valiéndose de las leyes vigentes en
cada una de ellas. La representación de la provincia de santa fe recayó
sobre Manuel Leiva y Juan Francisco Seguí. El Congreso Constituyente
inició sus sesiones preparatorias en la ciudad de Santa Fe el 15 de
Noviembre con la designación de autoridades y la aprobación de la fórmula
de juramento. Se designó presidente a Facundo Zuviría, vicepresidente a
Manuel Leiva y secretarios a Delfín Huergo y Juan Francisco Seguí.
Las sesiones ordinarias
comenzaron el 20 de Noviembre de 1852 con la presencia de los
representantes de 13 provincias y la ausencia de Buenos Aires cuya
Legislatura había rechazado el acuerdo. Ahí se inicia un proceso de
ruptura con la confederación urquicista que se profundizarà con la
Revolución septembrina del 52, prolongándose hasta 1861.
El cabildo de Santa Fe fue
designado sede de la Convención por ley provincial. Luego de arreglos
mínimos en el edificio y la restauración, previo préstamo del mobiliario
utilizado en el Acuerdo de San Nicolás, se dio inicio a las sesiones. La
conformación del acuerdo constituyente mostró el predominio de
profesores, juristas y algunos sacerdotes. Por otro lado, varios de los
diputados elegidos no eran nativos de las provincias que representaban o
habían dejado de residir en ellas hacía tiempo.
A días de iniciadas las
deliberaciones se eligió la Comisión encargada de redactar el proyecto
preliminar. Estuvo integrada originalmente por Manuel Leiva, Juan María
Gutierrez, José Benjamin Gorostiaga, Pedro Díaz Colodrero y Pedro Ferre.
El 25 de febrero de 1853 se sumaron Santiago Derqui y Martín Zapata.
Salustiano Zavalía ocupó el lugar de Ferré cuando éste debió ausentarse
por las negociaciones con Buenos Aires en marzo y, más tarde, Juan del
Campillo reemplazó a Derqui, Gorostiaga y Gutierrez tuvieron un rol
decisivo en la redacción definitiva del proyecto y en su posterior defensa
ante el Congreso el 18 de Abril de 1853.
El 20 de Abril se inició el
debate del proyecto con un pedido de Zuviría para aplazar la aprobación
del texto constitucional hasta la pacificación total del territorio. Varios
diputados, entre ellos Gorostiaga, Gutiérrez y Seguí sostuvieron la
necesidad de su aprobación inmediata. En la votación siguiente el proyecto
fue aprobado por 14 votos contra 4.
Aprobada el 1º de Mayo, la
Constitución afirmó los principios de un gobierno representativo y
republicano, con una formulación federal moderada que reconocía la
autonomía de las provincias a la par que organizaba un fuerte poder
central. El Poder Legislativo se organizó en dos cámaras, una de Diputados
y otra de Senadores; el Poder Ejecutivo, como unipersonal, elegido por un
colegio electoral y sin posibilidad de reelección inmediata, y el Poder
Judicial, como independiente. Aunque el catolicismo fuera reconocido
como religión oficial, se garantizó la libertad de culto. Fue asegurado el
ejercicio de las libertades individuales, llamándose a habitar nuestro suelo
a todos los hombres de distintas nacionalidades junto con un fuerte
reconocimiento de los derechos civiles.
Al gobierno nacional le fue
otorgado el poder de suspender las garantías constitucionales por medio
del estado de sitio; a la vez que se creó una institución especial de
intervención federal en las provincias en determinados casos. Con vistas al
logro de un equilibrio entre el poder central y poderes locales, las
provincias debieron dictar sus respectivas cartas constitucionales, que
requerían la aprobación del poder nacional. Frente al complejo tema de la
capital nacional, la Constitución declaraba en su artículo 3 a la Ciudad de
Buenos Aires como sede de las autoridades nacionales.
Una de las influencias más
fuertes del texto constitucional fue la obra de Juan Bautista Alberdi, y en
especial su libro "Bases y puntos de partida para la organización política
de la República Argentina". Otras influencias significativas fueron la
tradición constitucional vigente al momento de su redacción,
principalmente la norteamericana y la chilena. En la provincia de Santa
Fe, la derivación de la puesta en vigencia de la Constitución de 1853 fue la
convocatoria a la redacción a un nuevo texto constitucional provincial para
reemplazar al vigente de 1841, que cristalizaría en la Constitución
Provincial de 1856.Finalmente, luego de 30 años de enfrentamientos entre
unitarios y federales, se culmina con la convocatoria al Congreso General
Constituyente de 1853. La ciudad de Santa Fe fue la elegida por los
congresales de todas las provincias para reunirse y proclamar la
autonomía federal dictando la Constitución Nacional que regiría a la
Argentina.
El 1° de mayo de 1853 se
sanciona la Constitución Nacional, la misma es promulgada el 25 de mayo,
y jurada el 9 de julio, como homenaje a las fechas patrias. El 25 de mayo
de 1854, se forma el Congreso de Paraná, donde se organizan los distintos
poderes de la Nación. La Constitución de 1853 fue aprobada con el apoyo
general de los gobiernos provinciales, con la importante excepción de
Buenos Aires (separada de la Confederación desde 1852, incorporada
nuevamente hacia 1859). No obstante ello, es la Carta Magna de 1853 la
que, aún hoy, guía el destino de los argentinos, que tienen en ella el
instrumento protector de todas sus libertades y las garantías de todos sus
derechos.
En la provincia de Santa Fe, la
derivación de la puesta en vigencia de la Constitución de 1853 fue la
convocatoria a la redacción a un nuevo texto constitucional provincial para
reemplazar al vigente de 1841, que cristalizaría en la Constitución
Provincial de 1856.
En la Convención
para la Reforma Parcial de la Constitución Nacional (1ro. de setiembre al 10
de octubre de 1957) se refrenda la ciudad de Santa Fe en su tradición
constitucional, y entre otros considerandos dice: "Santa Fe ha sido
tradicionalmente la ciudad de la inspiración constitucional y por ello se la
elige nuevamente como sede, por ser Ciudad de las Convenciones".
Ya en nuestros días, la más
reciente Convención Constituyente del año 1994, acentuó con espíritu
federal la participación de las Provincias y Municipalidades, y tuvo la
característica de ser aprobada con el voto unánime de todos los
convencionales.
Esta iniciativa, que celebra el
espíritu constituyente de la ciudad de Santa Fe, encuentra antecedentes
en otras propuestas legislativas; tal es el caso del Expte. 5965 - D - 2000
presentado por la Diputada de la Nación María del Carmen Alarcón (M.C.),
el cual tuvo media sanción en esta Cámara de Diputados. El mismo
declaraba a Santa Fe Capital Nacional de las Convenciones
Constituyentes.
Este proyecto fue presentado el
19 de noviembre de 2008 bajo el N° de Expediente 6479 - D - 08, por el
Diputado (MC) Miguel Ángel Barrios, Partido Socialista
Creemos oportuno
representarlo en este año, en que se celebran 160 años de nuestra
Constitución, y de ser aprobado, se tributaría un merecido homenaje a la
ciudad de Santa Fe de la Veracruz. Tal homenaje no haría sino honrar la
tradición histórica que con mucho orgullo llevan la ciudad y sus
habitantes.
Por todo lo expuesto, solicito a
mis pares me acompañen en la aprobación del Presente proyecto de
ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BARCHETTA, OMAR SEGUNDO | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CICILIANI, ALICIA MABEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
RASINO, ELIDA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
ASUNTOS CONSTITUCIONALES (Primera Competencia) |
CULTURA |