La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje al doctor José Luis Romero en el centenario de su natalicio.

Señor presidente:

El 24 de marzo de 1909 nació en Buenos Aires quien se convertiría con el tiempo en maestro y mentor de varias generaciones de intelectuales argentinos. Me refiero al doctor José Luis Romero.

Hijo de un malagueño y una sevillana, Romero cursó sus estudios primarios en el Colegio del Salvador y los secundarios en la Escuela Normal de Profesores "Mariano Acosta", donde se recibe de maestro y luego de profesor de Historia y Geografía.

Según algunas versiones, mientras estudiaba en el "Mariano Acosta", Romero se dedicó a la práctica del boxeo en el gimnasio del pugilista Raúl Landini y en ese lugar habría adquirido ciertas habilidades que años más tarde emplearía para secundar en alguna trifulca partidaria a un vecino que vivía frente a su casa de Charcas al 4700: el Dr. Alfredo Lorenzo Palacios.

En 1929 política, Romero ingresó a la Facultad de Historia y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata, de la que egresó en 1934. En esa casa de estudios tuvo maestros como Alejandro Korn y el dominicano Pedro Henríquez Ureña.

Durante su paso por la Universidad participó del movimiento reformista que se había iniciado en 1918 y sobre el cual reflexionara en los siguientes términos: "Los grupos juveniles que se insubordinaban contra sus maestros, se levantaban, en rigor, contra la generación de sus padres, contra el estilo de vida que se les ofrecía como impuesto por la tradición, contra el ambiente que predominaba en el país, y que parecía cortar sus posibilidades futuras.(...) En lo que coincidían todos fue en la incapacidad de los profesores, su insolvencia intelectual, su tendencia dogmática, su indiferencia frente a los problemas nuevos de la vida y de la cultura. (...)

Ya casado con Teresa Basso, entre 1935 y 1936 la pareja recorre Europa y es testigo de los comienzos de la Guerra Civil Española.

En 1937, accede al doctorado en Historia tras presentar su tesis titulada "Los Gracos y la formación de la idea imperial". El tema abordado en su trabajo podría resultar un tanto extraño para quien ayudó a descorrer velos en la historiografía nacional. Es que a Romero, un especialista en Historia Romana y Medieval, se le reconoce el mérito de comprender a las historias nacionales como partes constitutivas de la historia universal y de sostener que el conocimiento de esta última favorece la comprensión de los hechos locales.

En 1938 comienza su carrera de docente universitario en La Plata, donde enseñará Historiografía.

En 1939 es nombrado profesor del Liceo Militar General San Martín. Entre sus alumnos de entonces, pueden señalarse a los cadetes Raúl Ricardo Alfonsín y David Viñas.

A la par de su actividad académica, Romero fue un militante del viejo Partido Socialista, una entidad política que por entonces albergaba a intelectuales de la talla de Carlos Sánchez Viamonte, Deodoro Roca, los hermanos Arturo y Raúl Orgaz, Julio V. González, Alejandro Korn, Ernesto Giudici.

Si en distintas etapas de la vida nacional, una filiación política ponía en riesgo la continuidad de docentes y científicos en sus puestos de trabajo, Romero conoció ese modo de la intolerancia en 1946, cuando fue expulsado de la Universidad.

Una beca de la Fundación Guggenhein le permitió viajar a Nueva Cork, donde profundizó sus estudios sobre la Edad Media y los orígenes de la idea del burgués.

En 1951 regresó al país y dos años más tarde fundó "Imago Mundi", una Revista de historia de la cultura, cuyo comité de redacción estaba constituído por un grupo de intelectuales excluidos de la Universidad; entre ellos, Luis Aznar, José Babini, León Dujovne, Ernesto Epstein, Vicente Fatone, Roberto F. Giusti, Juan Mantovani, Alfredo Orgaz, Francisco Romero, Jorge Romero Brest, José Rovira Armengol y Alberto Salas.

En 1955, el gobierno de facto instalado en septiembre de ese año lo nombra Rector Interventor de la Universidad de Buenos Aires. Para desempeñar el cargo, se rodeó de colaboradores como Ismael Viñas, Noé Jitrik, Jorge Graciarena o René Palestra. Entre otros decanos interventores designa a Alberto Salas en Filosofía y Letras, a Luis M. Baudizzone en Derecho, a José Babini en Ciencias Exactas, a Nerio Rojas en Medicina y a Risieri Frondizi en el Colegio Nacional de Buenos Aires.

A poco de ocupar el rectorado mantiene un duro enfrentamiento con el entonces ministro de Educación Atilio Dell´Oro Maini en torno a la ley universitaria y las universidades privadas que sería un prolegómeno de lo que dos años después constituiría un duro y multitudinario choque entre los partidarios de la educación laica con los defensores de la "libre", eufemismo con el que se designaba al modelo educativo confesional y privatista.

El enfrentamiento de Romero con el titular de la cartera educativa hizo que el primero renunciara al rectorado de la Universidad de Buenos Aires. A pesar de su breve paso por el cargo, desde la perspectiva histórica son muchos los que aseguran que durante su gestión se echaron las bases del que sería uno de los períodos más brillantes de la Universidad porteña.

En 1957 resulta electo para integrar el Comité Ejecutivo del Partido Socialista por un período de tres años. Sin embargo, en 1958 se produce una escisión partidaria y Romero, junto con Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, Carlos Sánchez Viamonte y otros históricos dirigentes constituyen el Partido Socialista Argentino.

También en 1958 gana por concurso la cátedra de Historia Social en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y crea el Centro de Estudios de Historia Social al que se incorporarán intelectuales como Tulio Halperín Donghi, Haydée Gorostegui, Alberto Pla, Reyna Pastor, Nilda Guglielmi, Ernesto Laclau, Alberto Ciria, Roberto Cortés Conde, Ezequiel Gallo, Nicolás Sánchez Albornoz, José Luis Moreno, Leandro Gutiérrez, Celma Agüero, María Elena Vela de Ríos, Jaime Rest, Juan Carlos Grosso, Hugo Rapoport, Alicia Goldman, Margarita Pontieri, Ana María Orradre.

Como para coronar aquel 1958, Romero integra el directorio de la recién creada Editorial Eudeba, un emprendimiento ideado por Arnaldo Orfila Reinal y gerenciado por el mítico editor Boris Spivacow bajo la consigna "un libro al precio de un kilo de pan".

En 1960 viaja a Cuba invitado por el gobierno revolucionario y se entrevista con Fidel Castro y Ernesto Guevara. Allí se vincula con los intelectuales Roberto Fernández Retamar y Rafael Gutiérrez Girardot.

Cuando en 1961 se produce una nueva escisión en el Partido Socialista Argentino, Romero se integra al Partido Socialista Argentino de Vanguardia, pero al poco tiempo abandona la militancia política.

Continúa, en cambio, su carrera docente y en 1962 es electo decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Allí lo secundará un grupo de profesores entre los que se destacan Gilda Romero Brest, Gino Germani, Tulio Halperin Donghi, Ana María Barrenechea, Telma Reca de Acosta, Jacobo Kogan, Salvador Bucca, Josefa Sabor.

En 1965 se jubila y dedica los años siguientes a brindar conferencias, a publicar artículos y a encarar distintos proyectos editoriales como la casa argentina de la Editorial Siglo XXI o el lanzamiento de la "Gran Historia de Latinoamérica".

En 1975 es designado miembro del Consejo de la Universidad de Naciones Unidas, con sede en Tokio; y será en esa ciudad nipona donde fallecerá el 28 de febrero de 1977.

De su extensa y fecunda trayectoria han quedado importantes títulos; entre ellos: El Estado y las Facciones en la Antigüedad (1938); La Crisis de la República Romana (1942); Maquiavelo Historiador (1943); La Historia y la Vida (1945); Sobre la Biografía y la Historia (1945); Las Ideas Políticas en Argentina (1946); El Ciclo de la Revolución Contemporánea (1948); La Edad Media (1949); De Heródoto a Polibio (1952); La Cultura Occidental (1953); Argentina, Imágenes y Perspectivas (1956); Ensayos sobre la Burguesía Medieval (1961); Breve Historia de la Argentina (1965); El Desarrollo de las Ideas en la Sociedad Argentina Del Siglo XX (1965); Latinoamérica: Situaciones e Ideologías (1967); La Revolución Burguesa en el Mundo Feudal (1967); El Pensamiento Político de la Derecha Latinoamericana(1970) y Latinoamérica, las Ciudades y las Ideas (1976).

Por sus aportes a la ciencia histórica y por su compromiso con la política nacional, entiendo que esta H. Cámara debe rendir un homenaje a la memoria de José Luis Romero al cumplirse el centenario de su natalicio. Por ello, solicito la aprobación de este proyecto de resolución.