La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su beneplácito por la firma del Decreto N° 178 de 2009 que establece la creación de la Embajada Argentina en la ciudad de Ereván, en la República de Armenia

Señor presidente:

El pasado 17 de marzo de 2009 el Poder Ejecutivo Nacional firmó el Decreto Nro. 178 que dispone la creación de la Embajada Argentina en la República de Armenia.

En dicho acto se encontraban presentes los máximos representantes del gobierno y de la comunidad Armenia, como el embajador de Armenia en nuestro país Vladimir Karmirshalyan, el arzobispo Primado Kissag Mouratian, el miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial Ing. Mario Nalpatian, el representante del Consejo Nacional Armenio de Sudamérica Arturo Ohanessian, el presidente de la UGAB, Rubén Kechichian; e integrantes de diversas instituciones comunitarias.

Nosotros compartimos y celebramos la acertada decisión tomada por la Sra. Presidenta, ya que entendemos que es esta una manera más de testimoniar la cercanía de vínculos entre ambos países. Además entendemos que también es una forma de legitimar la labor de la colectividad Armenia, que en nuestro país, como sabemos, es importante no solo en cantidad; sino también por todas las actividades que desarrolla y su constante trabajo por difundir su cultura.

La República Argentina siempre tuvo una sólida relación con Armenia ya que en 1920 reconoce a este país como soberano e independiente. Posteriormente, en 1992, suscribe el Protocolo sobre el establecimiento de Relaciones Diplomáticas entre la República Argentina y la República Armenia. Armenia contribuyó para afianzar esos lazos y relaciones diplomáticas abriendo una embajada en Buenos Aires en el año 1994.

Valoramos el proceso inclaudicable que ha protagonizado el pueblo armenio, buscando recuperar su identidad como nación, como también avanzó en la consolidación de su sistema democrático y por sobre todo, siempre privilegiando el respeto por derechos humanos.

Los armenios radicados en nuestro país recrearon sus entidades comunitarias, según las existentes en sus lugares de origen; es así que sentaron las bases de las principales instituciones religiosas, benéficas, políticas, deportivas, culturales y regionales que contribuyeron a superar el desarraigo. Es en estos espacios de sociabilidad donde como inmigrantes intentaron restituir elementos patrimoniales propios -lengua, religión, tradiciones- con la esperanza de resistir la aculturación, al menos en la primera generación. Estas asociaciones aseguraron el sentimiento de pertenencia étnica y facilitaron la inserción en nuestra sociedad.

No podemos dejar de mencionar su esfuerzo para poder concretar y efectivizar el intercambio cultural, facilitaron la enseñanza del idioma castellano en Armenia con la escuela República Argentina en Ereván, lo que apunta y demuestra el interés de la juventud por conocer y difundir nuestra cultura

Seguramente, con la creación de dicha embajada lograremos una más completa cooperación económica, comercial, social y cultural entre ambas naciones facilitando el intercambio político para que este sea cada vez más dinámico.

Por todo lo expuesto es que solicito a mis pares me acompañen con la aprobación del presente proyecto de Resolución.