La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar de interés de ésta H. Cámara la exposición de pinturas colectivas "El Arte como Impugnación del Silencio" de Arte Memoria Colectivo que se presenta en el Palais de Glace, Palacio Nacional de las Artes, desde el 8 de marzo hasta el 22 de abril de 2012.

Señor presidente:

La tarea de mantener viva la memoria, recuperando los proyectos de las generaciones víctimas del terrorismo de Estado durante la última dictadura militar, es una responsabilidad que la sociedad argentina asumió a medida que el sistema democrático se fue afianzando.

Mientras que durante la investigación de los hechos acaecidos en aquella etapa, los poderes del Estado actuaron dándole impulso o favoreciendo retrocesos, la sociedad ha mantenido viva la memoria para que nunca más estos sucesos vuelvan a repetirse.

A la lucha llevada adelante en primer lugar por los organismos de derechos humanos y los familiares de las víctimas, se le fue sumando la voluntad del Estado democrático y del conjunto de la sociedad.

La lucha por la "Memoria, Verdad y Justica" se inscribe como un ejemplo que nos trasciende y enorgullece.

Dice Horacio Wild en una crónica sobre el trabajo de Arte Memoria Colectivo: "La desaparición forzada de personas no buscaba solamente desaparecer ciudadanos, buscaba destruir las ideas en las que se articulan el deseo de las personas, y de allí su acción en el mundo"

El trabajo del colectivo Arte Memoria permite recuperar desde otro lugar las imágenes de los seres que hemos perdido; también su singularidad, sus dueños e ideales. En el proceso de construcción de la obra, sus seres queridos y amigos toman sus fotos, conversan sobre ellos, los recuerdan, relatan distintos momentos vividos, se emocionan y les dan color a las fotos de acuerdo con su memoria, desatando sus imágenes en blanco y negro del horror que con el tiempo quedo anudado a ellas.

La participación de quienes escucharon hablar de ellos; conocieron sus historias de vida o simplemente se identifican con sus sueños, abre el trabajo de elaboración a la comunidad pero ya no desde lo traumático de la muerte, se trata de reencontrarse con sus colores, sus sonrisas, sus vidas, sus ideales. El recuerdo entonces no se centra en cómo murieron sino en cómo vivieron, construyendo un relato enriquecido y novedoso de cada uno. Así, nuevamente desde el arte se impugna al silencio.

El terror apuntó a anular el deseo de reaccionar, el silencio; la inacción a veces es aconsejable y hasta deseable, pero en este caso la acción es el antídoto contra el terror.

Dice Arte Memoria Colectivo: "Pintar retratos de la manera en que lo hacemos, fue consecuencia de plantear desde el mundo del arte, un pensamiento crítico, sobre como presentar y representar lo que fue el terrorismo de Estado de la última dictadura militar en Argentina. Por eso nuestros retratos tienen muchos autores, algunos sin experiencia, circunstanciales amigos con recuerdos parecidos, muchos de estos pintores ha sido víctimas directas, familiares, tíos, primos, padres, madres, hermanos, hijos y nietos, que pintando recuerdan y nos recuerdan cómo vivíamos, qué sentíamos, qué queríamos."

Señor Presidente, es oportuno reflexionar sobre la noble tarea de conjugar el arte con la memoria; un rescate emotivo que desde el presente asume un compromiso con el pasado y fortalece las convicciones sobre aquello que no debe olvidarse.

Esta tarea de recuperar mediante manifestaciones artísticas las vidas de aquellas personas que padecieron el terrorismo de Estado, implica un ejercicio doloroso pero sin dudas reparador.

Por todo lo expuesto, invito a mis pares, Señores Diputados de la Nación, a que me acompañen en el presente proyecto de resolución, con su tratamiento y aprobación.