La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través del organismo que corresponda, promueva programas de capacitación para docentes, profesionales de la salud vinculados al área de educación, y para la población en general, en relación con el llamado síndrome de desatención (ADD) con o sin hiperactividad (ADDH), incluyendo la temática de las drogas que se suministran como tratamiento: MTD Metilfedinato y Atomoxetina y los riesgos futuros que podrían ocasionar estas drogas suministradas a niñas, niños y adolescentes, y el diagnóstico prematuro de ADD- ADDH.

Señor presidente:

El objetivo del presente proyecto es capacitar, difundir y concientizar al personal docente, profesionales de la salud vinculados al área de educación y al público en general sobre el sobrediagnóstico y medicación de la infancia que se ha incrementado significativamente en los últimos años.

El diagnostico del Síndrome de déficit de Atención es parte de la tendencia a "medicalizar" a chicos de clase media y alta. Para los doctores Juan Vasen y León Besanayag, el cada vez más famoso Síndrome de Desatención o Desatencional, como enfermedad, no existen: "son muchos problemas mal agrupados , una bolsa e gatos. Los chicos son diagnosticados y medicados con poderosas drogas que acarrean importantes daños para la salud.

Marisa Punta Rodulfo en la misma línea analiza, que no es casual la detección, o posible invención del síndrome en sociedades industriales marcadamente avanzadas, ya que el ADD-ADDH no es detectado en África, pero si masivamente en Estados Unidos.

Durante los noventa, el diagnostico de chicos inquietos y desatentos se extendió como una epidemia en sectores medios y altos del país, siguiendo la misma tendencia que en Estados Unidos. De la mano de algunos profesionales y laboratorios que promovieron la difusión de esta supuesta enfermedad y su tratamiento con una pildorita mágica: el metilfenidato (MFD), cuya marca comercial más conocida es Ritalina.

A partir de la difusión de datos en los medios comunicación, se establece que habría 250.000 niños en la argentina con una enfermedad neurológica llamada déficit atencional y que este sería el motivo más frecuente de repitencia en la escuela. Uno de los peligros más grande de esta divulgación, de estas estadísticas, es que antes teníamos 250.000 niños inquietos, desatentos y movedizos y nos tendríamos que cuestionar como sociedad y profesionales de la educación y la salud que estaba sucediendo en y con la institución escolar, con la familia y las crisis sociales. Actualmente pasamos a tener 250.0000 ADD-ADDH que se deben medicar. Gisela Utoinglicich especialista en la temática explica que: "se naturaliza las funciones, por lo tanto sería natural que un niño atienda a lo que adultos esperan de él, sino lo hacen es porque tendrían una falta en sus neurotrasmisores. Esta simplificación de la problemática desresponsabiliza a los adultos de tener que cuestionarse acerca de porque el padecimiento del niño".

Parecería que la solución está en tratar de incorporar creativamente estrategias coherentes con la complejidad de padecimientos de estos niños: terapeutas revisando sus técnicas, abordando articuladamente desde escuela, familia y profesionales.

Motiva lo antedicho el siguiente proyecto ya que los docentes nos se encuentran capacitados con todas las herramientas necesarias para poder afrontar el impacto de este sobrediagnóstico y medicación de los niños y niñas en las aulas y esto, sin duda, repercute directamente en las practicas y acciones pedagógicas cotidianas.

Sería importante que los docentes puedan detectar tempranamente "que algo no anda bien" pero para esto necesitan herramientas que solo se las podrá proporcionar una capacitación integra en donde se encuentren involucrados aspectos interdisciplinarios como por ejemplo: médicos- pedagógicos- psicológicos, que tengan en cuenta al niños como sujeto integral.

Además sería importante que la escuela comience a comprender, que está problemática, se trata de un sufrimiento psíquico del niño y no de un desafío de la autoridad escolar o una simple falla del funcionamiento de neurotrasmisores.

Muchas veces los docentes realizan diagnósticos rápidos a través del Cuestionario o Test de Conners que es utilizado en muchas escuelas que realizan su propia evaluación de los niños que son considerados con problemas.

El cuestionario o Test rápido de Conners es utilizado en general en las Escuelas que realizan su propia evaluación de los niños que son considerados con problemas. Pero el Test trae aparejada varias consecuencias: en primera instancia la escala de Conners no fue confeccionada para un diagnostico específico del déficit de atención, sino como un proceso de "screnning" para detectar un gran abanico de dificultades conductuales en los niños. Del total de items que evalúa el cuestionario, los especialistas en el tema, afirman que solo seis puntos podrían relacionarse con dificultades atencionales y solo seis con hiperactividad.

En esta línea, explica el psiquiatra Juan Vasen: "En Neuquén, de 1.300 chicos examinados por sus maestras con el Test de Conners durante el año 2006, el resultado fue demoledor. Según Conners, el 48% de los chicos neuquinos tendrían el síndrome. Lo que hace sospechar que este modo de evaluación es casi como una profecía cumplida, vos evalúas lo que querés ver y terminás convencido de lo que querés convencerte. Entonces podríamos pensar que no tienen mucho rigor científico. Por todo esto y mucho más, es que nosotros tenemos una fuerte discrepancia con este modo de evaluar".

Jaime Tallis , neuropediatra, define como una " tautología" diagnosticar una enfermedad interrogando sobre los mismos criterios que decidieron su definición, además de dejar de lado la subjetividad de quien llena el cuestionario y la imprecisión de los términos, nunca, un poco , a menudo, siempre. Si hacemos una revisión exhaustiva de las preguntas veremos que las mismas se orientan a evaluar conductas disruptivas que trastornos de atención. Habitualmente estos cuestionarios, difieren en el mismo niño, según quienes lo contesten: padres o docentes, tienen que ver con el criterio de cada uno. La decisión de medicar se basa habitualmente en la suma de los puntos obtenidos.

Por todo lo expuesto, solicito a mis compañeros que me acompañen en esta iniciativa.