La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que a través del Organismo que corresponda, se implementen campañas de difusión de medidas preventivas y de control médico, que permitan educar y poner en conocimiento de la población en general y femenina en particular, sobre los síntomas, controles y diagnósticos existentes, para la detección temprana de las enfermedades cardiovasculares, en todo el territorio de la Nación.

Señor presidente:

La incidencia de las enfermedades cardiovasculares en la tasa de mortalidad de la población de nuestro País es alta. Un estudio periodístico publicado recientemente sostiene que la República Argentina es el país latinoamericano con la más alta tasa de mortalidad prematura por enfermedades cardiovasculares en las mujeres.

La afirmación publicada es el resultado de estudios realizados por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires. Estudios y trabajos que fueron presentados en las últimas Jornadas Interdistrictales de la Sociedad Argentina de Cardiología, coincidiendo con los datos y estudios de ponencias que se presentaron en el Congreso Europeo de Cardiología en el año 2004.

Los estudios e investigaciones especializados, de las Instituciones citadas muestran que las mujeres que han sufrido un infarto y son sometidas a una angioplastia para desobstruir una arteria, tienen una tasa de mortalidad casi 150% más alta que de los varones, y que en las pacientes con infarto, en las que se optó por realizar un bypass, la tasa de mortalidad de las mujeres fue un 50% más alta a la de los hombres.

Según las opiniones de los citados profesionales, sobre el porque de las diferencias, se señalan

entre otras causas, en primer lugar el factor cultural; dado que si bien el tratamiento del infarto es el mismo para ambos sexos, los médicos a las mujeres les realizan menos angioplatias, menos bypass, y se les recetan menos medicación cardiovascular. Otra de las causas, estaría relacionada con la falta de habitualidad de las mujeres a realizar consultas y control por dolencias cardiovasculares, dado que tienden a subestimar sus dolencias. Por último sostienen que en el caso de las mujeres, el infarto no siempre se presenta con el típico dolor opresivo en el pecho, sino con síntomas como cansancio, angustias, y otros específicos.

Lo señalado precedentemente, pone al descubierto que tanto las mujeres como los médicos deben poner énfasis en campañas de prevención y mayor información sobre la seriedad de las incidencias de las dolencias cardiovasculares en la población femenina a fin de preservar su calidad de vida.

Por lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de éste proyecto.